10/08/2025
Pablo Semán: “Milei no tiene ante quién perder, porque el peronismo está pagando años de políticas que fracasaron”

Fuente: telam
En diálogo con Infobae, el sociólogo y antropólogo advirtió que el Presidente conserva ventaja por el vacío opositor. Analizó el rol del ausentismo en las elecciones y alertó sobre el riesgo de erosionar la legitimidad democrática
>En la cuenta regresiva hacia las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y lasPara Semán, el problema excede la coyuntura: “El peronismo todavía está pagando las culpas que le adjudica la población y buena parte de los votantes de Milei, y una parte de los que votaron a Massa. Son culpas que la sociedad le atribuye por sus últimos gobiernos, no solamente por el último. El peronismo entero paga los últimos 15 años de las políticas del kirchnerismo que fracasaron”.
Ese lastre se traduce en una tendencia persistente, afirma: “No olvidemos que el peronismo también perdió una elección en 2015, por menos que en 2023, pero también la perdió. Y además perdió en 2013, 2017, en 2021. Hay una pérdida creciente de votos durante más de 10 años. Es un repudio creciente. El único gesto que hicieron para resolverlo fue echarle la culpa de todo a Alberto Fernández. Uno podría decir que Alberto no fue un buen presidente, aunque eso es discutible, pero la verdad es que el peronismo venía perdiendo elecciones desde antes que Alberto pudiese ser presidente”.En ese marco, según Semán, el peronismo hasta ahora carece de recursos para revertir la tendencia al repliegue. “Tiene menos repertorio y menos figuras para incentivar a sus propios exhaustos. El clima de disputa interna permanente es innegable y se ve. Falta una perspectiva de poder y también falta renovación de ideas. Muchísima gente que no votó a Milei, votó para que la situación cambie, votó para que mejore, y el peronismo hoy no está dando respuestas alternativas a su programa vencido y al de Milei”, describió.
Semán advirtió que en Argentina, muchas veces, “las elecciones las pierden los gobiernos, no las ganan las oposiciones”. Sin embargo, consideró que Milei aún se beneficia de ventajas institucionales y simbólicas: “Uno puede decir que Milei no tiene mayoría en el Parlamento, no tiene los gobernadores, pero el diseño institucional de Argentina tiene un presidente poderosísimo. Milei no sacó las leyes porque es un genio o porque la sociedad entera las pedía —que en parte una parte de la sociedad tal vez las pedía— sino básicamente por el poder del Poder Ejecutivo”.
Para el sociólogo, la comparación con la gestión anterior no es simétrica: “Alberto Fernández no tenía las mismas herramientas que Javier Milei. Milei tenía de su lado la opinión pública y Alberto Fernández no. Una de las críticas que se le hace a Alberto Fernández es no haber trasladado la legitimidad de la jefatura de la pandemia, por ejemplo, a la intervención de Vicentín. A los diez minutos que se le ocurrió hacer eso, ya había una pueblada”.Uno de los ejes centrales de la mirada de Semán es la baja participación electoral, un fenómeno que, según su mirada, puede crecer si los partidos no modifican su estrategia. “Si lo dejan solo, el ausentismo crece. Si todos siguen haciendo lo mismo, el ausentismo crece. Ahora, también es cierto que no hay un solo partido político de la Argentina —y sobre todo de los protagonistas— que no esté al tanto de que hay un tema con el ausentismo. Hay que ver qué es lo que hacen”.Aquí aparece, de acuerdo con la perspectiva de Semán, un riesgo que no es solo electoral, sino institucional. “Deslegitimar las instituciones democráticas, tratar de ganar una elección democrática erosionando el valor del voto, a la larga no es bueno para nadie. Salvo que alguien esté realmente interesado en transformar el régimen político y relativizar el valor del voto para que a la gente no le tenga sentido votar”, advierte.
Para Semán, el oficialismo trabaja activamente para contener ese riesgo y aprovecharlo a su favor: “En lo muy inmediato, las estrategias del Gobierno están destinadas a acotar el ausentismo, con polarización y con trabajo territorial. El Gobierno necesita movilizar a los más reticentes a votar y sabe que hay un voto que era de ellos y que ahora no los quiere votar, pero que tal vez los vote si logran hacer creer que el kirchnerismo está por ganar”.El contenido, en cambio, será nacional: “Harán hincapié en el logro contra la inflación, en las cuestiones de seguridad, pero centralmente lo que están planteando es un antagonismo con el kirchnerismo y el peligro de que gane el kirchnerismo. Así buscan que el voto, si no entusiasta, al menos sea útil entre los exhaustos”.
En ese terreno incierto, el peronismo encara la campaña sin un discurso renovado y con un electorado que lo castiga desde hace una década. Y Milei, aunque con desgaste y votantes menos entusiasmados, se beneficia de un escenario donde, como resume Semán, “no tiene con quién perder”.
En la lógica que describe Semán, la política argentina transita un equilibrio precario. El oficialismo gobierna con la intensidad de un actor que no admite plazos y que lee la coyuntura como una oportunidad única. La oposición mayoritaria —el peronismo— sigue mirándose en el espejo retrovisor, sin advertir que el reflejo se va apagando. En ese espejo todavía aparece la épica de otro tiempo, pero por ahora no hay proyecto que traduzca ese pasado en futuro.Milei, por ahora, juega solo en esa cancha. Y en la desorientación discursiva del peronismo encuentra su principal aliado.
Fuente: telam
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