29/07/2025
Alarma en Brasil: los fabricantes de autos piden a Lula que no otorgue beneficios a los armadores de kits

Fuente: telam
Cuatro automotrices enviaron una carta al presidente explicando el daño de ese sistema de producción para el país. Lo hicieron tras el pedido de BYD de obtener una reducción de impuestos. La situación en la Argentina
>La mayor industria automotriz de Sudamérica es la brasileña. Cada año, cerca de 2,5 millones de autos se venden entre flotas de empresas, casi la mitad del total de patentamientos, y vehículos particulares. Entre enero y marzo de 2024, en el marco de un programa oficial del gobierno llamado MoVer (movilidad verde), 11 automotrices anunciaron inversiones por casi USD 20.000 millones en las distintas plantas distribuidas en todo el país. Sin embargo, un año y medio después, los fabricantes están preocupados por un cambio de modelo de producción que puede generar una crisis del sector de gran proporción.
No es casual, que pocos días atrás, durante la presentación de 5 nuevos vehículos de Chevrolet en Argentina, Kleusner Lopes, ejecutivo brasileño que ocupa el cargo de Director Comercial de General Motors Sudamérica, dijera en exclusiva para Infobae que “hay que prestar mucha atención a lo que está pasando en Argentina hoy. La industria automotriz creció un 78% en un año. Es el país que más crece en la región, y me animo a decir que en el mundo probablemente va a serlo también”.
Esto ocurre mientras el gobierno brasileño está evaluando un pedido que hizo BYD, la marca china que compró la ex fábrica de Ford en Camaçari, Bahía, para que el arancel que actualmente pagan para poder importar partes a Brasil, donde arman sus modelos bajo los sistemas CKD y SKD, se reduzca del 20% al 5%.
“Existen 26 fabricantes de vehículos y 508 productores de autopartes que operan en el país, conformando una cadena productiva responsable del 2,5% del PIB brasileño, el 20% del PIB de la industria manufacturera, la generación de 1,3 millones de empleos y una facturación anual de 74.700 millones de dólares estadounidenses. Nuestra industria planea invertir R$180 mil millones en los próximos años, incluyendo R$130 mil millones en el desarrollo y producción de vehículos y otros R$50 mil millones en autopartes”, dice uno de los primeros párrafos de la carta enviada al presidente brasileño que terminará su mandato a finales de 2026.
Antes de expresar los fundamentos de su preocupación, los empresarios resaltaron el rol que cumplió la industria del automóvil en el desarrollo económico y social del país.Entrando en el tema conflictivo en cuestión, los cuatro presidentes de automotrices advirtieron al mandatario sobre lo que podría suceder en el corto y mediano plazo si se fomenta la instalación de proyectos que no incorporan fabricación brasileña y sólo están planteados sobre el esquema de importar autos completos desarmados para sólo ensamblarlos en Brasil sin agregar manufactura nacional.
“Este ciclo virtuoso de fortalecimiento de la industria nacional se encuentra en riesgo y sufrirá un duro golpe si se aprueba el incentivo para la importación de vehículos desmontados para su acabado en el país. Contrariamente a lo que algunos pretenden hacernos creer, la importación de piezas y componentes no será una etapa de transición hacia un nuevo modelo de industrialización, sino que representará un patrón operativo que tenderá a consolidarse y prevalecer, reduciendo el alcance del proceso productivo nacional y, en consecuencia, el valor añadido y la generación de empleo”, dijeron.“Sería un retroceso significativo, que no aportaría nada al nivel tecnológico de nuestra industria, la innovación ni la ingeniería nacional. De hecho, representaría un legado de desempleo, un desequilibrio en la balanza comercial y dependencia tecnológica”, argumentaron los cuatro presidentes de automotrices en la nota.
En la actualidad hay sólo un producto que se ensambla en el mercado local bajo este sistema de kits completos, total o parcialmente desarmados. Se trata del Toyota Hiace, que desde comienzos del año pasado se ensamblan en Zárate con una participación de partes locales que se incrementa conforme pasa el tiempo. Empezó con un 10% y ya está en el 18% y este año se empezará a Exportar a Brasil.Sin embargo, en el sector del autopartismo hay una preocupación por los nuevos proyectos que llegaron o llegarán al mercado, en los que la integración de partes nacionales es mínima. “Se van a fabricar al menos dos productos que son casi un SKD, al menos en la primera parte del proyecto. Aunque con el tiempo incrementen la nacionalización de partes, al menos un par de años habrá muy poco contendido local”, aseguraron desde una empresa autopartista a Infobae.
Fuente: telam
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