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18/07/2025

Hallan un paisaje fluvial que estuvo oculto bajo el hielo de la Antártida por más de 30 millones de años

Fuente: telam

Modelado por antiguos ríos y preservado en una capa de hasta 2.500 metros de espesor, el terreno fue identificado gracias a datos geofísicos aéreos y podría ayudar a comprender cómo evoluciona la dinámica de los glaciares ante el calentamiento global

>Bajo una capa de hielo de hasta 2.500 metros de espesor, un equipo internacional de científicos descubrió los restos intactos de un antiguo paisaje costero modelado por ríos, que permaneció oculto durante más de 30 millones de años en la El hallazgo fue liderado por la Universidad de Durham, en Reino Unido, en colaboración con el British Antarctic Survey (BAS), y los De acuerdo con el trabajo, estas superficies formaron parte de una llanura costera continua “esculpida” por ríos hace más de 30 millones de años, antes de que el hielo cubriera la región. El descubrimiento tiene implicancias fundamentales para las proyecciones del aumento del nivel del mar, ya que estos paisajes antiguos podrían estarAl actuar como superficies elevadas y rugosas debajo de la capa de hielo, ayudarían a frenar el avance de los glaciares, lo que podría contribuir a estabilizar el comportamiento del hielo antártico frente al calentamiento global.

Los investigadores determinaron que las 31 superficies planas mapeadas presentan características morfológicas similares, con pendientes suaves, escasa rugosidad superficial y orientación costera. Según el estudio, “estas superficies son fragmentos de una antigua llanura costera formada por erosión fluvial, que data de entre la separación de la Antártida de Australia (entre 100 y 80 millones de años atrás) y el inicio de la glaciación del hemisferio sur (hace unos 34 millones de años)”.

El experto afirmó en un comunicado: “El paisaje oculto bajo la capa de hielo de la Antártida Oriental es uno de los más misteriosos no solo de la Tierra, sino de cualquier planeta terrestre del sistema solar. Estas superficies planas que hemos encontrado probablemente sean restos de antiguos lechos de ríos que han sobrevivido bajo el hielo. Su forma y posición parecen ralentizar el movimiento del hielo sobre ellas, actuando casi como un freno para los glaciares de flujo rápido”.

Además, se observó que los glaciares de rápido desplazamiento, como Totten, Mertz y Denman, fluyen por los profundos valles glaciares que dividen estas superficies planas, lo que podría indicar una relación directa entre estructuras heredadas del pasado y las rutas actuales del hielo.

En otras palabras, cuando el hielo se apoya sobre estas superficies altas bajo la capa glaciar, puede formar zonas estables llamadas ice rises, o “elevaciones de hielo”. Estas estructuras funcionan como soportes naturales que ayudan a frenar el desplazamiento del hielo hacia el océano, lo que a su vez retrasa la pérdida de masa glaciar y contribuye a mantener bajo control el aumento del nivel del mar, siempre de acuerdo con los autores.

La identificación de estas superficies fue posible gracias al uso de tecnología radio-eco-sonda aérea (RES), que permite observar el relieve oculto bajo el hielo. Mediante vuelos realizados durante más de una década, los científicos lograron mapear con precisión el paisaje enterrado en la Antártida Oriental.

Estas herramientas permiten penetrar el hielo y mapear el relieve subglacial. Se logró construir un inventario morfológico de las zonas planas, analizando su elevación, inclinación y rugosidad local, según divulgaron.

La similitud morfológica de estas superficies en distintos sectores del margen este antártico fue confirmada mediante un análisis que concluyó que todas forman parte de una única población estadísticamente homogénea. Este enfoque permitió descartar la influencia de estructuras geológicas subyacentes como factor dominante en la formación de las superficies.

Los investigadores explican que estas zonas, al ser rocosas y resistentes a la erosión, podrían frenar el avance del hielo hacia el mar, funcionando como barreras naturales frente al calentamiento global.

Uno de los aspectos más relevantes es que, si el hielo antártico oriental se derritiera por completo, el nivel del mar global podría subir considerablemente, de acuerdo con el hallazgo. Aunque este escenario es extremo, comprender las condiciones que moderan el flujo de hielo resulta esencial para anticipar la respuesta de la Antártida a futuros aumentos de temperatura.

El artículo concluye que “es necesario seguir explorando la influencia de estas superficies sobre la dinámica del hielo durante los climas cálidos del pasado”, y propone extraer muestras de roca bajo el hielo para fechar con mayor precisión la última vez que estas zonas estuvieron libres de hielo.

Fuente: telam

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