18/07/2025
Son argentinos y viven gratis por el mundo: “Cuidamos casas de desconocidos, les damos comer a mascotas y regamos plantas”

Fuente: telam
Fernanda Mugrabi y José Luis Ferriño renunciaron a sus trabajos en 2019 y comenzaron a viajar sin rumbo fijo. Cuatro años después descubrieron el “house sitting”, que les permite acceder a hospedaje sin costo a cambio de una prestación acordada con el dueño del lugar
>En 2019, Fernanda Mugrabi (33) y José Luis Ferriño (38) tomaron una decisión radical: renunciaron a sus empleos en sistemas, vendieron todas sus pertenencias y se lanzaron a recorrer el mundo sin boleto de regreso. Hoy, seis años después, viven en casas ajenas, sin pagar un centavo, gracias a una modalidad tan novedosa como eficiente: el house sitting. Esto les permite tener alojamiento gratuito en lugares que muchos sueñan visitar.
“No alquilo, no pago absolutamente nada. Únicamente tengo que cuidar la casa de una persona completamente desconocida. Les doy de comer a los animales, juego con ellos, los cuido. A veces solo hay que regar las plantas”, explicó en un reel de Instagram.
Fernanda y José se conocieron trabajando en un banco de la Ciudad Buenos Aires. Compartían largas jornadas frente a la computadora, hasta que un día coincidieron en que no querían pasar su vida entre escritorios. Les gustaba viajar, manejar, y sobre todo, disfrutar del silencio. “Creemos que la vida es demasiado corta para vivirla de una sola manera”, remarcó José, hincha de Racing, Analista en Sistemas y fanático del mate.Desde que iniciaron su travesía, la pareja documenta todo en sus redes sociales. Publican tips, experiencias, guías de viaje y, sobre todo, contenido sobre cómo vivir viajando de forma alternativa.Sin embargo, recién en 2023 se animaron al house sitting, una modalidad en la que los dueños de casas que deben ausentarse —por vacaciones, viajes laborales o urgencias— publican sus propiedades en plataformas especializadas.
“Los días previos a la Navidad nos agarró en Nueva York, una ciudad que tiene altos costos de alojamiento en fechas festivas, por lo que nos vimos obligados a buscar una alternativa porque no queríamos pagar una fortuna de hotel ni pasar la Nochebuena arriba del motor home”, recordó José.“Era una casa de tres pisos, una mansión para nosotros. De vivir en una camioneta pasamos al paraíso”, describió Fernanda sobre la impresión que les dio habitar ese lugar.
La pareja de argentinos estiman que ahorraron al menos USD 3.000 en hospedaje durante su estadía de diez días en Nueva York. Ese monto se refiere al valor que hubieran tenido que pagar por hospedarse en una casa similar —con comodidades completas— durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, una de las temporadas más caras del año en la ciudad.Tras cuidar otra casa en la misma ciudad, se trasladaron a Pensilvania. Allí pasaron veinte días en una casa rodeada de nieve y bosques. “Era pleno invierno, hacía 14 grados bajo cero. Además de evitar el frío, aprovechamos para hacerle mantenimiento a la casa rodante”, detalló José.
Sin embargo, en este lugar sufrieron un percance con la mascota. “Mientras estaba afuera reparando la casa rodante, Fernanda se quedó sola con el animal. En un momento, el perro comenzó a temblar, llorar y comportarse de forma desorientada, como si estuviera teniendo un ataque epiléptico”, recordó José.Tiempo después, aceptaron trabajos similares en Miami, en Barcelona y casi concretan uno en Francia, donde les ofrecían cuidar una mansión durante seis meses. Finalmente declinaron la oferta: “Era demasiado trabajo, mucho tiempo y nosotros nos movemos constantemente”.
La aplicación que ellos utilizan se llama Trusted House Sitters. Funciona como una red social con filtros por país, tipo de mascota y duración de la estadía. Los usuarios interesados deben crear un perfil detallado, cargar referencias, fotos, y en muchos casos, estar dispuestos a mantener entrevistas por videollamada.“Al principio, conseguir la primera casa puede ser difícil porque no se tienen referencias. Pero a medida que fuimos recibieron calificaciones positivas, comenzamos a tener más invitaciones sin necesidad de entrevistas previas”, señalaron.
Actualmente viven de lo que generan a través de sus redes sociales: YouTube, Instagram y TikTok. Trabajan con marcas que los patrocinan, monetizan sus videos en YouTube y hacen colaboraciones con empresas.Si bien en las redes, su vida de viaje puede parecer lujosa, ellos se encargan de desmentirlo: “Muchos creen que tenemos plata porque pasamos Navidad en Nueva York. La fórmula nos funciona, pero no es para cualquiera. Requiere adaptación, vivir con lo justo y tolerar la inestabilidad económica”.
Hoy, mientras visitan a la hermana de Fernanda en Dublín, Irlanda, ya planean su próximo destino. Con un pasaporte en la mochila, una computadora en el bolso y la certeza de que el mundo está lleno de puertas por abrir, Fernanda y José siguen demostrando que hay muchas maneras de vivir. Y que, a veces, la más arriesgada es también la más gratificante.
Fuente: telam
Compartir
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!