>Michael Schumacher permanece resguardado del ojo público desde el accidente que sufrió en 2013 en los Alpes franceses. Corinna Schumacher, su esposa, es la protectora de esa privacidad, administrando con cautela cada aparición y detalle sobre la salud del expiloto de Fórmula 1. Durante el reciente Campeonato Mundial de Reining en Givrins, Suiza, donde Gina Schumacher se consagró campeona mundial en equitación western, un instante captado despertó una ola de emoción en los seguidores del heptacampeón. El hecho no se centró en una declaración ni en la pista, sino en la imagen que Corinna mantiene como fondo de pantalla en su celular: una fotografía en blanco y negro de Michael.

La presión era alta sobre Gina Schumacher, última participante en una pista abarrotada, con 1.400 espectadores. Frente al récord de 225 puntos, Gina salió al ruedo acompañada por el apoyo de su entrenador y esposo Iain Bethke. Tras una actuación firme pese a pequeños contratiempos técnicos, el jurado le otorgó 225,5 puntos. Obtuvo la medalla de oro mientras era celebrada entre abrazos y felicitaciones. Familiares, amigos y público compartieron la emoción en el recinto suizo.

El gesto no pasó inadvertido: la elección de la foto y su permanente presencia en el teléfono de Corinna resalta el vínculo indisoluble y la fortaleza familiar que caracteriza a los Schumacher desde el accidente. En un escenario de estricta reserva sobre el estado de salud de Michael, esa imagen en el celular ocupa un lugar simbólico. No solo es un acto privado, accidentalmente revelado en medio de la festividad, también transmite el acompañamiento de Michael en los momentos cruciales de sus seres queridos.

“Oro para el equipo alemán. Orgullosa de representar a nuestro país”, escribió Gina en su cuenta de Instagram junto a algunas imágenes del torneo. “Valentino, ¡gracias! Eres el tipo de caballo que todos soñamos tener, y tengo muchísima suerte de poder decir que eres mío. ¡Te sienta de maravilla ser campeón del mundo de 2025!“, remarcó en otro posteo.