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16/07/2025

Historias de amor y escándalos: los miembros de la realeza que renunciaron a sus títulos, abdicaron a sus tronos o se apartaron de sus funciones

Fuente: telam

Diversos protagonistas reales sorprendieron al mundo con salidas que desafían la tradición para establecer su propio destino

>El peso de una corona puede ser tan abrumador como el de una vida privada sacrificada. A lo largo de la historia reciente, miembros de la realeza optaron por Desde la histórica abdicación de Debajo de los símbolos de continuidad real, surgen historias de amor, disputas legales, presión mediática y libertad personal que desafían la tradición. Debido a esto, surgen 16 casos emblemáticos que reescribieron la relación entre la corona y la sociedad.

En diciembre de 1936, Eduardo VIII renunció al trono del Reino Unido tras menos de un año como monarca. Lo hizo para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada, justificando: “Me ha resultado imposible llevar la pesada carga de la responsabilidad y cumplir con mis deberes como rey como desearía hacerlo sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo”. Tras su abdicación, fue nombrado duque de Windsor y contrajo matrimonio en Francia, en una ceremonia a la que no asistió la familia real británica.

La figura de Diana Spencer sigue siendo central en la historia moderna de la monarquía británica. Tras su divorcio del entonces príncipe Carlos en 1996, perdió el tratamiento de “Su Alteza Real” aunque conservó ciertos privilegios y su residencia en el Palacio de Kensington. Su papel quedó indefinido hasta su fallecimiento en 1997.

Philip, nacido como príncipe de Grecia y Dinamarca, renunció a sus títulos originales para casarse con la futura reina Isabel II. Adoptó la nacionalidad británica, el apellido Mountbatten y fue bautizado en la Iglesia de Inglaterra antes de su boda en 1947. Su sacrificio personal representó un ejemplo de adaptación de la monarquía a los tiempos modernos.

El 8 de enero de 2020, Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron su retiro como miembros principales de la familia real británica. Se establecieron en California con sus hijos. Harry mantiene su lugar en la línea sucesoria, pero la decisión transformó la imagen de la monarquía británica actual.

Mako, sobrina del emperador Naruhito de Japón, renunció a su título y privilegios al casarse con Kei Komuro, un ciudadano sin ascendencia real. Rechazó la compensación estatal, confesó estrés postraumático por la presión mediática y declaró: “Para mí, Kei es irremplazable. El matrimonio fue una elección necesaria para nosotros”. Ambos residen en Nueva York y celebraron el nacimiento de su primer hijo en 2025.

En 2019, Märtha Louise aceptó dejar de usar su título en actividades comerciales tras la polémica por su gira con Durek Verrett. En 2022 renunció a todos sus patrocinios reales y sus funciones oficiales para “crear una línea divisoria más clara entre sus actividades empresariales y su papel como miembro de la Familia Real”. Se casó en 2024, con la presencia de su familia.

En 2019, Carl XVI Gustaf retiró el tratamiento de “Su Alteza Real” a cinco nietos para limitar el número de miembros activos. Estos conservaron sus títulos, pero pasaron a ser personales e intransferibles. “Espero que sea útil cuando mis nietos se labren su propio futuro. Pero, para ese día, falta mucho”, afirmó el monarca.

Después de 52 años de reinado, Margarita II abdicó en enero de 2024 por motivos de salud. La revista People, recordó sus declaraciones: “El tiempo pasa factura, y el número de achaques aumenta. No se puede emprender tanto como en el pasado”. Además de su extenso período, hizo historia en Dinamarca al convertirse en la primer mujer que pudo ascender al trono.

El emperador Akihito abdicó en 2019, motivado por problemas de salud y los antecedentes en intervenciones por cáncer de próstata (2003) y bypass cardíaco (2012). También manifestó su preocupación por no poder cumplir adecuadamente sus deberes como símbolo del Estado, lo que llevó a la aprobación de una ley especial para permitir su abdicación, hecho excepcional en la monarquía japonesa.

El rey Juan Carlos I abdicó en 2014 a favor de su hijo Felipe VI. Se retiró de la vida pública en 2019 y abandonó España en 2020 tras investigaciones judiciales por presunta corrupción. Comunicó su decisión con estas palabras: “Les comunico mi meditada decisión de trasladarme, en este momento, fuera de España”. Regresó brevemente al país en 2022, tras archivarse las causas judiciales.

En noviembre de 2019, el príncipe Andrés renunció a sus funciones públicas debido a su vínculo con Jeffrey Epstein. Anunció: “He preguntado a Su Majestad si puedo retirarme de las funciones públicas en un futuro próximo, y ella ha dado su permiso”. En 2022, Isabel II le retiró sus títulos militares y el tratamiento de “Su Alteza Real”.

La princesa Ana optó por no conceder títulos nobiliarios a sus hijos, Peter Phillips y Zara Tindall, permitiéndoles así tener vidas independientes y carreras profesionales fuera del entorno monárquico. Sobre esto comentó: “Creo que probablemente era más fácil para ellos, y creo que la mayoría de la gente argumentaría que hay desventajas en tener títulos”.

El príncipe Friso de los Países Bajos perdió su título y su lugar en la línea de sucesión al casarse sin contar con el consentimiento parlamentario necesario. La decisión reflejó el conflicto entre el deber monárquico y las elecciones personales.

Conocida actualmente como princesa Beatriz, reinó desde 1980 hasta abdicar el trono en su hijo mayor, el rey Wilhem-Alexander, en 2013. Su hijo mediano, el mencionado príncipe Friso, falleció ese mismo año por complicaciones derivadas de un accidente de esquí.

En octubre de 2018, la hija menor del difunto príncipe Takamado (primo hermano del antiguo emperador Akihito) se casó con un ejecutivo naviero plebeyo, llamado Kei Moriya. Al hacerlo, la princesa Ayako renunció a su título de princesa y adoptó el apellido de su marido, convirtiéndose en Ayako Moriya.

“Estoy muy contenta de que tanta gente haya celebrado (la boda). Queremos esforzarnos por ser una pareja como mi madre y mi padre”, declaró entonces, según el diario The Mainichi. Además añadió que su padre se habría “alegrado de mi boda”.

Para casarse con la Baronesa María Cristina von Reibnitz, de creencia católica, el Príncipe Michael de Kent -primo de la Reina Isabel II- tuvo que renunciar a su entonces 15º lugar en la línea de sucesión debido al Acta de Liquidación de 1701.

Cada uno de estos protagonistas, desde figuras legendarias hasta nuevos actores de la realeza, contribuyeron a transformar el papel de la monarquía en el siglo XXI. Motivaciones como el amor, la salud, los escándalos, la búsqueda de privacidad y la presión social constituyen el trasfondo de estas decisiones.

Fuente: telam

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