09/07/2025
“Los rusos le habían puesto precio a su cabeza”: la trama oculta detrás del crimen del soldado argentino que combatía en Ucrania

Fuente: telam
Emmanuel Vilte tenía 39 años y era uno de los pilotos de drones más experimentados y con mayor efectividad en blancos enemigos. Había emigrado en 2022 desde Comodoro Rivadavia. Estaba casado con una ucraniana y tenía una hija de un año
>El nombre y la foto del soldado argentino Emmanuel Viltes, que combatía en las tropas ucranianas desde 2022, venía circulando por los canales rusos de Telegram desde hacía meses. Oriundo de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, era uno de los pocos extranjeros con formación militar y una reputación de excelencia en el manejo de drones FPV. Había destruido tanques, lanzaderas y artillería pesada del ejército enemigo.
A diferencia de un drone normal, el FPV transmite en tiempo real lo que ve el piloto en la cámara. La experiencia se asemeja a “estar dentro del drone” y permite realizar maniobras extremas, como vuelos rasantes a alta velocidad.
“Era uno de los mejores. Tenía una estabilidad de vuelo con apenas el 0,5% de error de trayectoria, algo dificilísimo de lograr. Podía subir un dron por escaleras como si caminara, y llegar a blancos a 10 kilómetros con precisión quirúrgica. Todos preguntaban por él”, recordó Barrientos. Emmanuel era requerido en operaciones clave y respetado por los comandantes. Era capaz de pilotear en zonas sin cobertura aérea y sin posiciones amigas, en misiones donde no debía quedar rastro. Había participado en incursiones en territorio ruso, como la operación secreta en Kursk, donde junto con Barrientos y el escuadrón Valquiria destruyeron antenas y cámaras de vigilancia, abriendo el camino a la artillería ucraniana.Según Barrientos, Rusia supo de su ubicación a través de un desertor estadounidense que entregó dispositivos y fotografías de soldados extranjeros que manejaban los drones FPV. “A partir de eso, los rusos empezaron a buscar a todos los latinos. Era parte de una campaña de intimidación en redes. ‘Esto le va a pasar a los extranjeros que luchen por Ucrania’, advertían”, aseguró el soldado argentino.
Emmanuel combatía para las tropas ucranianas desde hacía 3 años. “Siempre hablaba del Ejército argentino con respeto, era un admirador de los soldados de Malvinas. Pero también decía que allá nunca vio acción, que vino a Ucrania porque sentía que estaba preparado para pelear en una guerra”, dijo Barrientos.
Al principio, Emmanuel combatió como infante en las trincheras ucranianas, donde sostuvo posiciones bajo fuego enemigo. En una de esas misiones vivió una experiencia traumática: intentó rescatar a dos compañeros colombianos atrapados en una trinchera aislada. Uno murió por la explosión de un tanque ruso, y el otro quedó en estado de shock. “Ahí quedó muy tocado. Me contó que se sintió rodeado de inexpertos. Decía ‘me ponen en peligro’. Eso lo llevó a buscar otra función”, enfatizó Barrientos.Barrientos lo entrenó en su batallón. Juntos formaron parte del Escuadrón Valquiria, dentro de la Brigada 225, un equipo de elite especializado en tareas de inteligencia, rastreo, geolocalización y ataque de precisión.
“El entrenamiento fue duro. Era autodidacta. Estudiaba ocho, doce horas al día. Aprendió sobre clima, presión atmosférica, frecuencias de onda. Todo lo necesario para operar en condiciones extremas. Al principio le costaba, pero después empezó a volar con mucha precisión. Por eso lo mandaron a Rusia, sin avisarle. Ya en el vehículo, cuando cruzaban la frontera, le dijeron ‘bienvenido a Rusia’. Su misión era destruir ocho antenas con solo veinte drones. Y su eficiencia dejó impactado a los altos mandos”, recordó Barrientos.En esas semanas de combate Emmanuel se ganó el respeto del comando. Era eficaz y, además, tenía un código de honor. “Una vez detectó a dos rusos escondidos bajo un árbol. Estaban abrazados, esperando el final. Uno le hacía señas con la mano pidiendo piedad. Emmanuel desvió el dron y lo estrelló lejos. Me dijo ‘me dio lástima, quizás un día me pase a mí y quiera que me dejen vivir’”, le dijo a Barrientos. Sin embargo, con él no tuvieron piedad.
A Emmanuel, todos sus compañeros del batallón lo apodaban “Coca” porque no tomaba agua, solo gaseosa. “Era fanático de esa gaseosa y en el frente llevaba botellas en la mochila. Decía ‘si no me mata un ruso, me mata la diabetes’. Siempre bromeaba con eso”, recordó Barrientos.También era hincha fanático de Racing: “En las misiones usaba la camiseta celeste y blanca debajo del uniforme. Le gustaba ir al frente con los colores puestos”.“Feliz cumpleaños mi pequeña Sofía. Meses atrás me preguntaba por mi trabajo si iba a estar para tu primer añito y gracias a Dios pude estar presente y espero estar para muchos más. Agradezco a tu mami y tu abuela te cuidan y te protegen los meses que estoy fuera de casa”, había escrito el soldado.
Emmanuel y María se conocieron el 19 de diciembre de 2022, y a pesar de las diferencias idiomáticas y las barreras culturales pudieron forman la familia que tanto deseaban. “Sofía y vos son lo más preciado que tengo. Me cambiaron la vida, que antes no era feliz. Sé que cometo errores como todos, pero trato de cambiar día a día. Desde el primer día que nos conocimos hablamos de tener hijos, estoy orgulloso de ti como mujer y como madre eres admirable. Quiero llegar hasta viejitos contigo no veo una vida sin ti”, le había escrito Emmanuel a su mujer cuando cumplieron dos años de relación.
Fuente: telam
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