06/07/2025
Empresarios pyme proyectan un segundo semestre de bajo consumo y persistente incertidumbre

Fuente: telam
Referentes de la industria, la construcción y el comercio advierten dificultades por la falta de demanda, la paralización de la obra pública y la presión impositiva. Qué necesitan
>La construcción, el comercio y la industria constituyen pilares de la economía argentina: representan millones de puestos de trabajo, influyen sobre el consumo interno y la inversión y mantienen una relación directa con el desempeño de las pymes.
Desde Industriales Pymes Argentinos (IPA), su presidente Daniel Rosato advirtió que los sectores que hoy están enfrentando problemas de productividad y ventas, no muestran señales de reactivación para el segundo semestre. “Puede haber algo más de movimiento este mes con el pago del aguinaldo, pero nada más”, lamentó.
El principal foco de preocupación, según Rosato, es el “Sí han bajado los insumos de producción de manera sustancial, pero las bajas se ven compensadas por incrementos marcados en energía e impuestos”, alertó.Respecto del mercado interno, Rosato contó que “está condicionado por la saturación del uso de las tarjetas de crédito” y que “existen problemas de morosidad de parte de los trabajadores”. Añadió que “no es un fenómeno masivo, pero surgen señales de endeudamiento creciente”.
“La expectativa es que no vemos que venga un repunte. Vemos de a poco empresas grandes que frenan su producción, que trabajan menos horas por falta de demanda”, agregó.Los sectores industriales más perjudicados, según IPA, son el textil, calzado, repuestos, autopartistas y metalúrgico. También mencionó una merma en el sector petróleo, incluso en Vaca Muerta.
La La única variable positiva, dentro del panorama negativo, llega de la mano de los precios. “Mientras el tipo de cambio se sostenga, no prevemos mayores riesgos. El Gobierno intentará controlar la inflación, aunque eso signifique mayor recesión”, analizó Rosato.El panorama para la construcción también es complejo. Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras (CPC), fue categórico: “La expectativa no es buena. La obra pública nacional está en cero, no hay nada. Inclusive, existen incumplimientos de contratos y obras paralizadas”.Fernández explicó que “las provincias en general no han conseguido recursos genuinos. No llegan ni remotamente a suplantar la inversión pública nacional”.Sobre el dinamismo privado, sostuvo que “no está ocurriendo”. “Está caro el m2 en dólares y el mercado no ha convalidado eso. El costo de construcción del m2 es superior al valor de venta. Hoy día no cierra el negocio”, alertó.El presidente de la CPC mencionó otro factor que profundiza el freno de la actividad: “Entre tres y cuatro meses antes de cualquier elección, todo el mundo especula. De acá a octubre, son tres meses y medio de especulación. Después tenés fin de año y enero y febrero, vacaciones. De acá a marzo, no se va a mover nada”.
En cuanto al Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), describió un escenario desafiante para el comercio minorista, atravesado por la necesidad de adaptación, los altos costos logísticos y la presión impositiva.
Además, remarcó que “hay una presión fiscal en los tres niveles del Estado: municipal, provincial y nacional. Siempre nos encontramos con lo mismo: hay que bajar impuestos”.
Fabián Castillo también remarcó que el consumo muestra un comportamiento dividido: “Los primeros 15 o 20 días del mes, el consumidor paga servicios, alquiler, obra social y comida. Los últimos 10 días, lo que le queda, lo destina a productos como calzado o vestimenta”.“Se cayeron más de 3 millones de plásticos del sistema el año pasado. Eso hace que muchas personas, en esos últimos 10 días del mes no puedan financiar sus compras”, agregó.
El segundo semestre se proyecta con cautela en los sectores claves de la economía real. Mientras la industria enfrenta altos costos, caída del mercado interno y pérdida de competitividad exportadora, la construcción atraviesa una paralización de la obra pública y un mercado privado sin rentabilidad. En el comercio, la presión fiscal, los costos logísticos y la informalidad son los principales obstáculos.
Más allá del freno predominante, los empresarios coinciden en que la recuperación será difícil hasta que se despeje la incertidumbre electoral y se estabilicen las condiciones para invertir, producir y comercializar en un entorno más previsible.
Fuente: telam
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