01/07/2025
Cómo evolucionó la forma de caminar en los mamíferos, según un estudio de Harvard de 300 millones de años

Fuente: telam
Científicos analizaron más de 200 ejemplares fósiles y modernos para entender cómo se modificaron las extremidades superiores a lo largo de la historia
>Durante siglos, la ciencia buscó responder una pregunta esencial sobre nuestra historia El equipo de investigación, liderado por Robert Brocklehurst, ex investigador del Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva de la Universidad de Utilizando modelos tridimensionales avanzados y técnicas computacionales, analizaron más de 200 ejemplares, entre fósiles y especies actuales como mamíferos, reptiles y anfibios. Al estudiar la geometría del húmero, evaluaron propiedades como la longitud, la distribución de masa, la torsión y la palanca muscular, todas asociadas a tipos específicos de movimiento.
“La evolución de los mamíferos se ha caracterizado previamente como una serie de pasos que van desde la extensión, pasando por la semiextensión, hasta la erguida”, explicó Brocklehurst. “Sin embargo, lo que descubrimos fue una progresión evolutiva más no lineal a lo largo de la historia de los mamíferos”.Uno de los principales hallazgos fue que los primeros sinápsidos, conocidos como pelicosaurios, no caminaban como los reptiles actuales. Tenían una postura propia, con formas de desplazamiento que combinaban torsión del cuerpo y fuerza muscular.“Esperábamos ver una progresión ordenada: de pelicosaurios despatarrados a terápsidos un poco más erguidos, luego cinodontos y finalmente mamíferos completamente erguidos”, dijo Brocklehurst. “En cambio, encontramos estallidos de innovación”.
Los investigadores mapearon estos cambios en un “paisaje funcional”, una representación donde las formas del hueso y su rendimiento se traducen en un mapa de picos y valles, que indican qué tan bien adaptado estaba un animal a cierto tipo de movimiento.Uno de los datos más llamativos es que los monotremas actuales, como el ornitorrinco y la equidnas, no conservaron la postura antigua de los sinápsidos. Por el contrario, evolucionaron independientemente hacia formas de movimiento adaptadas a la excavación, lo que los llevó a desarrollar configuraciones similares a otras especies, sin compartir el mismo origen evolutivo. Es un ejemplo de convergencia funcional, donde distintas especies llegan a soluciones parecidas por caminos distintos.
“Nuestro estudio demostró que la mayoría de las extremidades de los sinápsidos funcionaban de manera diferente a las de los reptiles modernos”, señaló Kenneth Angielczyk, coautor del estudio y paleontólogo del Museo Field de Chicago. “No son simples copias de reptiles, sino animales distintivos por derecho propio, un poco diferentes de todo lo que está vivo hoy en día”.Para analizar la gran variedad de formas óseas entre especies separadas por cientos de millones de años, el equipo adaptó herramientas digitales a una nueva escala. Rediseñaron un paquete estadístico en R para crear un sistema de medición de formas anatómicas complejas, capaz de evaluar diferencias funcionales sin depender de una única referencia.Aunque el análisis del hueso ofrece muchas pistas, quedan aspectos por descubrir. Los investigadores destacan que el registro fósil no conserva tejidos blandos, como músculos y tendones, fundamentales para entender con mayor precisión el movimiento. El equipo ya trabaja en modelos más completos que incluyen estas variables y permiten simular con mayor detalle cómo se movían estos animales extintos.
Fuente: telam
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