28/05/2025
Misterioso secuestro de una pareja de rusos en Palermo: dos chechenos prófugos

Fuente: telam
El caso es investigado por la PFA y la jueza María Romilda Servini. La pareja regenteaba un negocio de criptomonedas. Los sospechosos escaparon por avión desde Ezeiza y ya son buscados por Interpol
>El viernes pasado, una pareja de jóvenes rusos que reside en la calle Ravignani en Palermo y que regentea un negocio de criptomonedas fue secuestrada y liberada luego del pago de un rescate de 100 mil dólares en la criptomoneda USDT, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Dos ciudadanos chechenos fueron identificados como los principales sospechosos. La PFA logró determinar que ambos se fugaron del país en avión a horas del hecho, en un vuelo que partió de Ezeiza a los Emiratos Árabes.
Por lo pronto, los sospechosos ya cuentan con una circular roja de Interpol en su contra.
Insólitamente, el dinero fue enviado a través de un código QR.
A comienzos del mes, La Justicia de San Isidro lo acusó de ser una parte clave en la ruta del dinero de una de las mayores ciberestafas de la historia reciente: Materov, oriundo de Rusia, fue señalado por el fiscal Alejandro Musso por supuestamente lavar el dinero convirtiéndolo a la criptomoneda Tron, que cuadruplicó su valor en un fuerte pico a comienzos de este año para luego desinflarse en minutos.Su cueva,llamada “Dólar Belgrano”, por otra parte, operaba como muchas otras en la ciudad de Buenos Aires: como un canal privado de Telegram, esta vez frecuentado por otros rusos. El número y las cuentas de ese canal, descubrió Musso, estaban ligados a Materov.Musso tomó el teléfono de Materov para ingresar a sus contenidos, recuperar posibles criptoactivos. Pidió que Materov lo abra con su huella digital. Pero el financista, según fuentes del caso, enloqueció:se abalanzó sobre el fiscal jefe de la UFEIC, le arrebató el aparato e intentó destruirlo.
Hicieron falta cinco policías para reducirlo: Materov mide cerca de 1,90 metros y pesa más de 120 kilos.Materov no fue el único allanado. Otras 15 redadas a sospechosos de ser parte de la megaestafa fueron llevadas a cabo por la DDI de San Isidro y divisiones especiales de la fuerza porteña.
Se secuestraron 37 teléfonos, 12 computadoras y armas. También, se recuperaron activos cripto por 150 mil dólares, así más de 31 mil dólares en efectivo. Una parte del dinero también fue enmascarado en fondos fiduciarios, los que Musso logró detectar mediante informes FIAT.Los procedimientos ocurrieron a lo largo del mapa del alma. Mientras caía Materov, la Bonaerense allanaba en Núñez a un joven de 30 años, trabajador de mensajería, cubierto por la obra social de los padres; tropas de asalto irrumpían también en un domicilio en la Villa Carlos Gardel. En territorio porteño, un hombre oriundo de Venezuela fue un poco más colaborativo: puso su huella para que le incautan 25 mil dólares cripto en la wallet de su teléfono.
El troyano Mekotio, que Musso ya había investigado en una causa previa, opera a través de un falso mail. La causa comenzó, literalmente, en una carnicería.El hombre de Pilar es mucho más que un carnicero: con domicilio fiscal porteño, integra una empresa mayorista del rubro.
Al final del arco iris, en su cueva, se encontraba Materov, para supuestamente transformar el dinero en el activo Tron.
Fuente: telam
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