20/05/2025
Por qué el hormigón romano sigue en pie: la mezcla ancestral que resiste más de 2.000 mil años y se repara sola

Fuente: telam
Un estudio del MIT analizó la combinación mineral elaborada en la antigüedad y las técnicas de construcción capaces de mantenerse íntegras a lo largo de siglos
>El concreto u hormigón romano, utilizado por una civilización cuya arquitectura sigue asombrando al mundo luego de siglos, es la clave detrás de algunas obras maestras que perduraron a lo largo de milenios. No solo demostró ser excepcionalmente sólido al resistir el paso del tiempo sin desmoronarse, sino que también está impregnado de una elegancia que inspiró a generaciones.
Una La puzolana es el ingrediente fundamental en la fórmula del concreto romano. Esta ceniza volcánica, extraída de las regiones cercanas a Pozzuoli, Italia, actuaba como aglutinante al mezclarse con cal y agua para generar una matriz endurecedora.
Este proceso involucraba una reacción química conocida como puzolánica, la cual resultaba en un material altamente resistente. La capacidad de esta preparación para endurecerse incluso cuando estaba sumergida fue crucial para la construcción de puertos y acueductos que perduraron.Según el estudio del MIT, este método no solo aceleraba el proceso de curado, sino que también proporcionaba a este hormigón sus distintivas capacidades de auto-reparación, una ventaja crucial para su longevidad.
Esta investigación utilizó tecnologías avanzadas, como la microscopía electrónica y la espectroscopía de rayos X, para examinar minuciosamente muestras de concreto de más de 2.000 años de antigüedad. Los hallazgos revelaron la presencia de pequeños clastos de cal, una característica que, en lugar de ser un defecto, contribuía significativamente a las propiedades auto-reparadoras del material.El equipo determinó que estos clastos no eran el resultado de prácticas de mezcla deficientes, sino más bien un componente deliberado que otorgó al concreto su capacidad de auto-reparación. “La idea de que la presencia de estos clastos de cal se atribuyera simplemente a un control de calidad deficiente siempre me ha preocupado”, explicó el investigador.
Cuando el hormigón sufría grietas, el agua que se infiltraba provocaba una reacción que generaba carbonato de calcio. Este compuesto llenaba automáticamente las fisuras, lo que garantizaba un arreglo natural.El concreto romano es fascinante por su permanencia y por su proceso interno de reparación. Las hendiduras que naturalmente aparecían con el tiempo tendían a dirigirse hacia los clastos de cal. Al entrar en contacto con el agua, estos fragmentos reaccionaban formando cristales de carbonato de calcio, que sellaban las grietas.
En contraste, el cemento Portland moderno, ampliamente utilizado en la construcción actual, enfrenta limitaciones significativas en términos de longevidad, con una vida útil que oscila entre 75 y 100 años, según declaró la profesora de la Universidad de California, Davis, Somayeh Nassiri a la revista Live Science.Los descubrimientos recientes no solo reafirman la extraordinaria habilidad arquitectónica de los romanos, sino que también ofrecen un valioso legado que podría revolucionar la manera en que la humanidad diseña en el futuro. Siguiendo los pasos de las prácticas ancestrales, es posible que la industria construya un puente hacia un mundo más sostenible, donde las soluciones del pasado proporcionen las respuestas necesarias para los desafíos actuales.
Fuente: telam
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