15/05/2025
“Desafió a la ciencia desde el primer momento”: la historia de Catalina, la nena con parálisis cerebral que necesita 80 mil dólares para un tratamiento en México

Fuente: telam
La niña de 8 años convive con microcefalia, hidrocefalia, parálisis cerebral y epilepsia. Su familia busca apoyo para acceder a una tecnología experimental llamada Cytotron que podría cambiarle la vida
>Catalina es un nena de 8 años que batalla con sus problemas de salud desde que está en la panza de su mamá, Gabriela Albarenque. Enfrenta un diagnóstico complejo que incluye microcefalia severa (cuando la cabeza es más pequeña de lo esperado), hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro), parálisis cerebral, epilepsia resistente al tratamiento y coriorretinitis, una inflamación que afecta la retina y la coroides en ambos ojos.
Su mamá se enteró de la existencia del Cytotron -un tratamiento experimental para la parálisis cerebral- en 2022, cuando leyó un artículo de Infobae sobre la historia de la periodista Bárbara Anderson y su travesía a la India para mejorar la calidad de vida de su hijo con discapacidad.
Las complicaciones para Catalina comenzaron en la semana 24 del embarazo de Gabriela, cuando la placenta se desplazó hacia la parte inferior del útero y comenzó a deteriorarse. En ese mismo momento, los estudios revelaron una ventriculomegalia: los ventrículos del cerebro del bebé ya presentaban un tamaño anormalmente grande. Se auguraba un parto prematuro.
Eran pocas las probabilidades de que la bebé sobreviviera más de 24 horas y, si lo hacía, la esperanza de vida era de una semana. Pero Cata desafió todos los malos pronósticos, a pesar de que en sus primeras semanas de vida tuvo que enfrentarse a múltiples cirugías; primero para tratar la hidrocefalia y, más adelante, por una meningitis.
Para su madre, esta fue la demostración de sus ganas de vivir: “Ella desafió a la ciencia desde el primer momento”, reflexionó ante la consulta de Infobae. Con el tiempo, la niña aprendió a sentarse y pararse, comer por la boca, reconocer voces, reir y decir “papá”.“Palabra de los médicos, en criollo, no se le quemó el cerebro de milagro. Estuvimos un mes internadas”, señaló la madre, en diálogo con este medio.
Catalina dejó de comer, de sentarse y sus huesos comenzaron a debilitarse. Dos años más tarde, una fractura sacó a la luz un diagnóstico de osteoporosis; así comenzó una secuencia de internaciones por convulsiones, tratamientos para el dolor y obstrucciones intestinales. A los 7 años, tuvo que ser operada de las caderas (ambas), sin posibilidad de pararse nunca más. Sin embargo, ocho meses después de la cirugía ya podía hacerlo con la ayuda de un bipedestador.En noviembre del año pasado, la familia se puso en campaña para acceder a la tecnología del Cytotron, que emplea radiaciones electromagnéticas con el objetivo de influir en la regeneración celular.
Este tratamiento aparece en el mundo del cine. La película de Netflix Los dos hemisferios de Lucca, basada en el libro de la periodista y activista Bárbara Anderson, narra los acontecimientos que vivió la mujer durante sus viajes a la India, en busca de un tratamiento experimental para mejorar la calidad de vida de su hijo, diagnosticado con parálisis cerebral.“El 10 de agosto tiene que estar en Monterrey. Viaja con un nene de Santa Fe y atrás nuestro hay diez mamás en campaña de distintas partes de Argentina”, agregó.
Hoy necesitan ayuda para reunir los 80 mil dólares que costean el viaje y el tratamiento médico.
Alias: agarrate.catalina.25El uso del Cytotron ha sido explorado en el tratamiento de lesiones cerebrales, aunque algunos países también han investigado su aplicación en enfermedades neurodegenerativas y ciertos tipos de cáncer.
Bárbara Anderson, autora del libro en el que se basa la película de Netflix, defendió el proyecto: “Efectivamente, el tratamiento es experimental y no hay protocolos aprobados para su uso en el país. Entiendo que la película despierta mucha ilusión, pero nosotros tomamos cuatro veces este tratamiento en India (donde también sigue siendo experimental). Yo jamás recomiendo, ni invito, ni lo promuevo. Solo cuento la travesía de tomar un tratamiento experimental que, en el caso de mi hijo, funcionó”, dijo.
Fuente: telam
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