16/05/2025
Christophe Ventura: “Esta es la era de la masa de medios. Ya no hay medios de masas”

Fuente: telam
El investigador y periodista francés especialista en América latina, participa de “La noche de las ideas” en un debate sobre medios e información. “Ahora el sentido común se construye por creencias”, afirma en esta entrevista
>Christophe Ventura, destacado investigador y periodista francés (miembro del equipo editorial de la revista Le Monde diplomatique, a cargo de América Latina), está en Buenos Aires para participar en la novena edición de Ventura se declara fan de Maradona (“sobre todo de su época en Nápoli”, detalla) y vive en Montreuil, una ciudad ubicada en la proximidad este de París (famosa por haber sido la sede del primer estudio de cine del mundo a cargo del pionero Georges Meliès). Cuenta que siempre se ha sentido vinculado a América latina. “Desde niño me fascinaba la historia prehispánica de lo que no se llamaba América Latina” y también se sintió atraído por la literatura de autores como Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Leer estos autores fue, en sus palabras, “un golpe emocional muy fuerte”.
Ese precoz interés lo llevó luego a realizar estudios universitarios sobre las independencias latinoamericanas del siglo XIX y a viajar extensamente por la región, a la par que consolidaba su carrera como académico y periodista.En esta entrevista con Infobae Cultura, Ventura reflexiona sobre el legado de José “Pepe” Mujica y la situación de las izquierdas en el continente, la influencia de las redes sociales en la opinión pública y el papel de los medios de comunicación en la era de la posverdad. “Pasamos de la era de los medios de masas a la era de una masa de medios. Cada uno de nosotros ahora puede ser un un medio. Es exactamente lo que dice Elon Musk en Twitter: “tú eres el medio”... Eso cambia la forma de pensar, de construir el sentido común a través de comunidades de creyentes >—Se ha escrito y dicho mucho porque es una de las noticias de la semana. Desde tu perspectiva y conocimiento, ¿qué significó Pepe Mujica en el panorama político latinoamericano de estos últimos 50 años?
—Bueno, hay muchas cosas qué decir sobre lo que significa Pepe Mujica. Pasó de ser una referencia moral de la utopía de la izquierda y y más allá de la izquierda, a una cierta idea de la humanidad, a convertirse en un mito popular. Ya entra en la historia como una referencia mítica, de una cierta idea que la gente se hace de la humanidad, del sentido que tendría que tener la historia de esa humanidad. Yo creo que el legado de Pepe Mujica vamos a entenderlo más en el futuro. Está claro que hay un impacto, una emoción. Es un evento que emociona, que toca no solamente al cerebro sino al corazón, al alma de la gente. En su trayectoria hay muchas cosas: la resistencia, la justicia y no admitir la tiranía, sea cual sea su forma. Hay en su trayectoria, también, una idea de solidaridad que prevalece siempre sobre la competencia motorizada por el egoísmo.—Esto me dispara otra pregunta ¿Crees que un modelo de izquierda, propia del siglo XX, está realmente en retroceso y no tiene respuestas para problemas propios de este nuevo siglo?
—Bueno, yo creo que las izquierdas en Latinoamérica tienen los mismos problemas que las derechas. Hay algo compartido. Estoy pensando por ejemplo, en la incapacidad para solucionar la crisis sistémica que vive el capitalismo como régimen económico, como modelo económico que entró en su fase de crisis sistémica después del año 2008, con la crisis financiera internacional que puso a América Latina en una situación de debilidad muy fuerte. Fue una década terrible para la región. Es un túnel del cual la región no ha podido o no ha sido capaz de salir o de avanzar en un modelo de desarrollo, digamos, más autónomo, liberado de la dependencia histórica del sistema internacional, como proveedores de recursos naturales. Eso no cambió bajo los gobiernos de izquierda en los años 2000: el modelo no cambió y la izquierda está prisionera, aún luego del período de prosperidad y desarrollo que sobrevino luego del 2000, con políticas que tuvieron muchos logros en varios sectores. Pero como no ha cambiado el sistema, cuando éste entró en crisis, los gobiernos latinoamericanos no tuvieron ni tienen ahora las herramientas para conducir la globalización, están más sometidos a sus dinámicas. No han podido adaptarse a esa nueva situación de crisis. Ahí se encuentra el inicio del debilitamiento de las izquierdas, de sus políticas, de su legitimidad, de su capacidad de mantener los avances. Eso se explica mucho en lo político: cómo se despreciaron los gobiernos, cómo se encerraron en su poder perdiendo la dimensión que tenían antes.—En ese sentido, hay un cierto consenso que indica que para esta situación, la derecha “sabe” comunicar mejor que la derecha por su dominio de las redes sociales ¿Es así?
—Creo que sí. El tema de las redes, de la batalla hegemónica en la esfera digital la ganó la derecha. Eso explica en parte la victoria de Javier Milei aquí en Argentina y la de Bolsonaro en Brasil en 2018, porque ambos provienen de unas nuevas derechas que no tenían partidos o que cuyos partidos estaban descalificados o en crisis. Se reconstruyeron afuera, a través de nuevas formas de hacer política y a través de nuevas espacios públicos en los cuales construyeron su desarrollo. Creo que la izquierda estaba más en la institución, en los partidos establecidos, sin presencia en la esfera digital. Eso necesitaría un análisis un poco más estructural porque sucedió en el marco de la captación de esas redes por las grandes empresas TEC.También en el contexto de crisis de los sistemas educativos. Y añado un ejemplo que me parece importante aquí en Latinoamérica, que el el impacto terrible de la pandemia sobre los sistemas educacionales. Ese es un impacto que, considero, todavía no hemos terminado de entender. Todo eso produjo una especie de convergencia de evoluciones sociales que han favorecido a una cierta estrategia comunicacional. Probablemente no explica todo, pero forma parte, yo creo, del ascenso de las nuevas derechas y de la victoria que han tenido en esas esferas digitales. Y la izquierda está corriendo detrás de todo eso. Porque la tradición política de las izquierdas es distinta: debate de asambleas y construcción colectiva que fueron superadas y y desestabilizadas por la forma de relacionarse con el contexto y la sociedad a través de las redes.
—Por último. El título de tu charla en La Noche de las Ideas, es bien explícito: “Informar es un deporte de combate”. Asistimos a un tiempo en que los medios de comunicación lidian, o sufren más bien, con un descrédito de la verdad en términos informativos. Pareciera que ya no importa si algo es verdad o no ¿La verdad murió?Hay otro problema. Porque los medios e incluso los discursos oficiales también son productores, lamentablemente, de fake news. Podemos hacer una lista de de cosas falsas promovidas por los medios de comunicación. Hay muchos casos bien conocidos: la caída de Ceaușescu en Rumania (no es para defenderlo, pero no había lo que se decía), el caso de Colin Powell durante la guerra en Irak con las falsas armas masivas de destrucción...
Donald Trump jugó mucho con este tema. El tema de que la elección de 2016 estaba bajo el control del Kremlin, ¿no? El informe del Senado, si no me equivoco, concluyó que no había pruebas para afirmar que había una injerencia rusa. Obviamente el problema es que todo eso nutre un poquito el conspiracionismo de las redes. Creo que eso es un componente importante de este tema. Las redes están diseñadas para promover más las creencias que la verdad. Es divertido porque nosotros hablamos de “redes sociales” en Francia, en España... Pero en inglés, en Estados Unidos o Inglaterra, por ejemplo, hablan de “medios sociales”.
Fuente: telam
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