01/05/2025
Juan Cruz y su vida junto a los escritores: “Borges jugaba todo el tiempo, cantaba, era como un muchacho”

Fuente: telam
El periodista español publica “Secreto y pasión de la literatura”, donde cuenta historias de los más grandes escritores contemporáneos. El periodista español publica “Secreto y pasión de la literatura”, donde cuenta historias de los más grandes escritores contemporáneos. Se presenta hoy en la Feria del Libro.
>-¿Cómo fue que te dieron un encargo y terminaste por Madrid paseando con Borges?
Cruz estuvo ahí con Borges, con Vargas Llosa, con Cortázar, con Javier Cercas -que justo acaba de publicar el libro de su viaje con el papa Francisco-, con Leonardo Padura, con Juan Carlos Onetti, con Günter Grass, con Jorge Semprún, con Almudena Grandes y más y más y más.
¿Cómo es, entonces, que terminó paseando con Borges? “Es que yo nunca he dicho que no”, responde. Y cuenta:
-Porque María Kodama estaba de viaje.
-Kodama estaba en Córdoba, de España. Entonces Borges me recibió en la habitación. Yo le acompañé abajo y lo llevamos a cenar a un restaurante de lujo de Madrid que lo pagaba Alianza Editorial. Pero íbamos mi mujer, mi hija, que no teníamos con quien dejarla y un amigo que nos acompañó y que nos acompañó. Borges iba adelante, era un coche chico. Iba cantando, en islandés. Y de vez en cuando nos preguntaba cosas.-Cómo se llamaba mi madre, cómo se llamaba la madre de Pilar, cómo era la niña, lo que sea. Y entonces a él le sorprendió mucho que mi madre se apellidara Calzadilla, Juana Ruiz Calzadilla. Porque su madre en no sé qué instancia de su vida se apellidaba con mi madre. Luego mi mujer: su padre se llamaba Borges. Para él todas esas cosas eran mágicas. Y estaba muy, muy contento. Entonces llegamos al restaurante y claro, era un ciego. Había que enseñarle todo y decirle todo. Y una de las cosas que ocurrió fue que él le pidió al camarero que dijera qué había de comer. Y el camarero le dijo que “”tenemos esto, tenemos esto y tenemos vichyssoise >-Lo tuve que buscar cuando leí el libro: una sopa.
-¿Y cómo siguió?
-al día siguiente fui al hotel, cuando llegué estaba vestido y Borges me pidió que yo le arreglara la maleta. Y me dijo: “Hágame un favor, deje unas rendijas para que respiren las camisas”. Él siempre estaba haciendo cosas, estaba a cargo.-Sí pero dirigía todo. Años antes, en Perú, él le había pedido a Vargas Llosa que le llevara al baño. “Ahora será usted mi capitán”, le dijo. Lo mío era mucho más modesto, el que le arreglaba la camisa.
-Pero siguieron juntos.-Yo tenía entendido que Borges podía ver el amarillo, en general.
-Eso me dijo, pero todo lo de Borges puede ser una cosa y la contraria y el Aleph y no sé qué.-Luego hablaste de esto con Kodama...-Pero se arregló.
-En el libro destacás mucho que Borges se ríe.
-Estuviste con escritores enormes, en público y en privado. ¿Cómo son los escritores?
-¿Por ejemplo?
-¿No se supone que inventan?
-¿Cómo qué pasó? Es ficción.
Cuándo: Este jueves 1° a las 17.30.
Participan: Juan Cruz Ruiz y Claudia Piñeiro
Fuente: telam
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