19/04/2025
“Rumbo a peor”: la obra de Beckett me llevó al borde y ahí entendí lo que debía hacer

Fuente: telam
El azar, el amor y la pérdida se mezclaron hasta que la escena fue inevitable y el teatro volvió a hablarme. No se necesita ser un intelectual para gozarla, sòlo estar dispuesto a asombrarse
>Encontrarse con Rumbo a peor, de Samuel Beckett, es una oportunidad para recuperar el asombro. Abrir los ojos así, a cada respiro un poco más, hasta romper los hábitos de la percepción. Eso extraño, eso. Que entender puede ser una condena y no entender una puerta que se abre.
De la poética de la lengua, de la tonalidad filosófica, de la penumbra del vacío, donde la conciencia toma conciencia de la conciencia. Un sistema de pensamiento que se despliega en un dispositivo mínimo con cuatro temas conceptuales centrales: el decir, el ser, la existencia y el pensamiento. Y entonces concretamente el texto de Beckett. Donde el deseo me hace leerlo en voz alta y claro, en español no. Entonces el original en inglés. Música. Reduce el idioma a un mínimo indispensable. Inventa palabras. Lo traduzco al castellano, al argentino. Palabra por palabra, frase por frase, párrafo a párrafo, parte a parte. Diciéndolo. Razonándolo. Tiene una lógica demoledora. Pasándolo por el cuerpo y el pensamiento. Abril. Mayo. Junio. Julio. Todos los días. Seis horas. A veces más. A veces menos. La obra me lleva en bicicleta. Aún, Decir aún. Se dirá aún. Tan mal que peor aún. Hasta de ninguna manera aún. Gracias María. Badiou. Beckett. Por estás lágrimas.
Y entonces concluyo, llego al final de la traducción. Llego al colapso final del lenguaje. Hasta el umbral del silencio. Y entonces pienso en Facundo Ramírez. Ese es mi director. Y ama a Beckett y se entusiasma y se enamora y propone y ensayamos y vuela, vuelo, volamos juntos. El azar, la vida, nos detiene y ya no puedo volver a comenzar. Pandemia. Salimos de la pandemia con Olvidate del matadero, que hicimos con Claudio Martínez Bel y Adriana Yasky. Y más teatro. Pero siempre, siempre, volvía a Rumbo a peor y cada vez el magnetismo actuaba. Un día me decido y Adriana me ayuda a gestionar los derechos de autor. Nos dan los derechos. Y entonces otro mejor peor buen día, seis años después, la abracé otra vez. El momento era este. Una duda aceleró el proceso de asimilar el texto. Cuando digo asimilar quiero decir hacerlo propio, saberlo entero. La duda fue ¿podré? Intentar de nuevo. Fracasar de nuevo. Fracasar mejor.Y vuelvo de nuevo a lo que nunca envejeció. El teatro te piensa. Rumbo a peor te posee. Lamenté muchísimo que ya con Facundo no pudo ser porque se nos cruzaron los tiempos. Y por los tiempos era imposible encontrar otra dirección. Primero el abismo, pero enseguida me di cuenta que ya la estaba dirigiendo yo. El protagonista es un director de acción. Se crea a sí mismo. Se constituye en la misma construcción. Y para construir se sumaron Leandra Rodríguez y Nicolás Diab, con quienes armamos un equipo integral técnico y creativo para la concepción, investigación y desarrollo de todo el trabajo Rumbo a peor con la producción ejecutiva de Adriana Yasky.
El movimiento se demuestra andando y acá andamos. Superando lo imaginario de la trama. Beckett se orienta en lo real del lenguaje, en un proceso de deconstrucción hasta llegar a un grito, un silencio, una imposibilidad de decir, de hacerse entender, con tendencia al balbuceo y al silencio, pero siempre para volver a decir, de cara a lo peor hasta que haga reír. Hay un gran significado filosófico y existencial en este texto. Pero también las palabras significan lo que dicen, son lo que son en sí mismas y poseen un impacto inquietante y cautivador que te lleva a un viaje asombroso, a un lugar muy extraño dentro de tu mente.Rumbo a peor es para quienes tengan ganas de experimentar lo asombroso y maravillarse. Los tiempos se dieron después de 7 años exactos. Porque estrenamos el 6 de abril de 2025. Otra vez el azar. En el maravilloso Moscú teatro. Los domingos a las 20hs. Les esperamos para compartir. La esperanza es vincular.
Una obra de Samuel Beckett - Traducción de Pablo FinamoreDiseño de iluminación: Leandra Rodríguez
Diseño de sonido: Nicolás DiabDirección: Pablo Finamore
Duración del espectáculo: 60 minutos
Fuente: telam
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