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15/04/2025

Las 10 piezas más impresionantes de los Museos del Vaticano

Fuente: telam

Desde los frescos de Miguel Ángel hasta las esculturas clásicas, el Vaticano alberga algunas de las piezas más grandiosas de la historia del arte

>La Ciudad del Vaticano, ese enclave amurallado dentro de Roma, es mucho más que la sede de la Iglesia católica. ConSu lengua oficial es el latín, y su colección artística —fruto de siglos de poder papal y mecenazgo— atrae a unos 18 millones de visitantes al año. Desde la monumental Plaza de San Pedro hasta los frescos de Miguel Ángel, el Vaticano condensa siglos de historia, devoción e imaginación humana en cada uno de sus rincones. Los Museos Vaticanos, con más de 7 kilómetros de galerías y pasillos, son el corazón de ese legado.

Los Museos Vaticanos son uno de los destinos culturales más importantes del mundo, hogar de una de las colecciones más vastas y valiosas de arte e historia. Fundados en el siglo XVI, estos museos han reunido, a lo largo de los siglos, miles de piezas que abarcan desde las civilizaciones antiguas hasta los movimientos artísticos más recientes. Entre sus paredes, se pueden admirar algunas de las obras más emblemáticas del arte occidental, muchas de las cuales fueron creadas por los genios más grandes de la historia, como Miguel Ángel, Rafael y Caravaggio.

Tallado en pórfido rojo, piedra asociada al poder imperial romano, este monumento funerario está dedicado a Santa Elena, madre del emperador Constantino. El sarcófago fue realizado en el siglo IV y se cree que, en realidad, pudo haber sido destinado inicialmente a su hijo. Las escenas talladas —figuras militares en actitud triunfal— refuerzan su asociación con el poder imperial. Se encuentra en la sección de antigüedades cristianas.

Esta escultura romana es una copia de un original griego en bronce atribuido a Lisipo. Representa a un joven atleta en el acto de limpiarse con un estrígil tras una competencia. La obra encarna el ideal clásico de belleza atlética y movimiento contenido. Se exhibe en el Museo Pío Clementino, uno de los más visitados del complejo vaticano.

Aunque no es una obra única, este corredor de 120 metros de largo decorado con frescos cartográficos es una pieza monumental en sí misma. Realizada a fines del siglo XVI bajo encargo del papa Gregorio XIII, la galería contiene 40 mapas de regiones italianas y sus principales ciudades, pintados sobre las paredes con detalles topográficos, arquitectónicos y marítimos. Fue restaurada en 2016 y continúa siendo uno de los espacios más llamativos del recorrido.

Obra de arte y objeto litúrgico al mismo tiempo, el Trono de San Pedro es un relicario monumental realizado con materiales nobles, como bronce dorado y marfil. Fue diseñado por Gian Lorenzo Bernini en el siglo XVII para abrazar simbólicamente la supuesta cátedra original del apóstol Pedro. Ubicado en el ábside de la Basílica de San Pedro, representa el poder espiritual y la continuidad apostólica del pontífice.

Construida en 1932, esta escalera monumental es el punto final del recorrido de los museos. Diseñada con una doble hélice que permite la circulación simultánea ascendente y descendente sin que los visitantes se crucen, se trata de una pieza de arquitectura moderna funcional y simbólica. Aunque no es una obra pictórica ni escultórica, ha ganado estatus icónico dentro del conjunto por su diseño vanguardista.

Procedente del Antiguo Egipto, esta escultura de gran tamaño pertenece a la colección del Museo Gregoriano Egipcio. Fue elaborada durante la dinastía XVIII, en honor a la reina Tiy, esposa de Amenhotep III, aunque más tarde fue reinscripta por Ramsés II para dedicarla a su madre Tuya. Representa el modo en que las esculturas reales podían ser reutilizadas y resignificadas con fines políticos y religiosos.

Obra cumbre del neoclasicismo, esta escultura romana en mármol es una copia de un bronce griego perdido, atribuida a Leocares. Fue redescubierta en el Renacimiento y colocada en el Patio Octágono, convirtiéndose en símbolo del ideal estético clásico. Goethe la consideraba la máxima expresión de la belleza masculina. Napoleón se la llevó a Francia tras sus campañas, pero fue restituida luego de su caída.

Aunque el original se ha perdido, el Vaticano posee una de las copias más reconocidas de la famosa composición de Leonardo da Vinci, donde Zeus, transformado en cisne, seduce a Leda. Esta pieza, atribuida a sus discípulos, muestra los rasgos compositivos y anatómicos del genio renacentista y se encuentra en la Pinacoteca Vaticana.

El museo alberga una réplica del Cristo Redentor de Miguel Ángel, cuya escultura original se encuentra en la iglesia de Santa Maria sopra Minerva. La obra representa a Cristo resucitado con la cruz, en una postura serena y desnuda, y evidencia la concepción musculosa y heroica que el artista tenía de la figura divina.

Este sector contiene más de 80.000 objetos provenientes de misiones católicas en todo el mundo. Entre las piezas más destacadas se hallan máscaras rituales, textiles sagrados, instrumentos musicales y esculturas de madera procedentes de Asia, Oceanía, África y América. A través de estas obras se manifiesta la interacción entre arte religioso católico y culturas locales.

Fuente: telam

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