07/04/2025
Los Van Gogh más difíciles de encontrar: de un banco en São Paulo a un templo en Varsovia
Fuente: telam
Algunas de las pinturas más sorprendentes del genio neerlandés se esconden en lugares incógnitos del mundo
>Si bien la mayoría de las obras deTambién hay una obra robada en El Cairo que permanece desaparecida, mientras que en Tokio una compañía de seguros conserva una de las piezas más caras jamás vendidas en subasta.
Aunque alejados de los grandes circuitos turísticos, estos nueve destinos permiten encontrar el trazo inconfundible del artista neerlandés en escenarios tan insólitos como reveladores.En Hakone, a unos 100 kilómetros al oeste de Tokio, el Museo Pola guarda tres pinturas de Van Gogh, entre ellas Florero con cardos (junio de 1890) y El puente de Gleize sobre el canal Vigueirat (marzo de 1888). El viaje hacia esta institución transcurre en parte por un ferrocarril de montaña que trepa la región boscosa. Desde allí, los visitantes descienden a través de una escalera mecánica vidriada que los conduce a las salas subterráneas del museo. El edificio, diseñado por el estudio Nikken Sekkei, fue inaugurado en 2002 con financiamiento de la empresa de cosméticos Pola. Este año, del 31 de mayo al 30 de noviembre, ofrecerá una muestra especial sobre la influencia de Van Gogh en el arte japonés: El impacto de Van Gogh: una renovación de la pasión.En el centro de Tokio, otra pintura emblemática del artista se exhibe en el Museo Sompo. Se trata de una de las versiones de Los girasoles (diciembre de 1888 a enero de 1889), adquirida en 1989 por Yasuda Insurance —posteriormente absorbida por Sompo— por 25 millones de libras esterlinas, lo que la convirtió en la obra más cara jamás subastada hasta ese momento. Originalmente fue expuesta en el piso 42 del edificio corporativo, con vistas panorámicas de la ciudad. En 2020, la aseguradora construyó un nuevo inmueble con acceso a nivel de calle, que permite al público acercarse a la pintura sin necesidad de ascensores.En el suroeste del país, la ciudad de Hiroshima alberga uno de los museos más destacados de Japón, inaugurado en 1978 como parte del esfuerzo de reconstrucción tras la bomba atómica.La pintura que exhibe, El jardín de Daubigny (julio de 1890), fue una de las últimas que Van Gogh pintó en Auvers-sur-Oise. Según Bailey, el museo adoptó el color verde como símbolo institucional para reflejar los tonos del cuadro, e incluso lo incorporó a su logo.
En medio de una de las mayores colecciones de arte religioso del mundo, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo del Vaticano conserva una obra poco conocida de Van Gogh: Pietà (inspirada en Delacroix y de septiembre de 1889). El cuadro, que representa a Cristo muerto sostenido por la Virgen María, fue donado en 1973 por la Arquidiócesis de Nueva York con motivo de la creación del museo.En el archipiélago de Hawái, el Museo de Arte de Honolulu exhibe un solo cuadro del artista: Campo de trigo (junio de 1888), una escena de cosecha pintada durante su estancia en Arlés. La obra fue donada en 1946 por la familia Cooke, fundadora de la institución, que abrió sus puertas en 1927 y es reconocida por su acervo de arte del Pacífico y Asia.
La única obra de Van Gogh que se conserva en Polonia, Cabañas entre árboles (septiembre de 1883), se encuentra a 26 metros de altura en la cúpula del Templo de la Divina Providencia, en Varsovia. Desde 2016, la iglesia alberga el Museo de Juan Pablo II y del Primado Wyszyński.El Museo Kröller-Müller, ubicado en Otterlo, a 80 kilómetros al este de Ámsterdam, está rodeado por un parque nacional. Fue inaugurado en 1938 en un edificio diseñado por Henry van de Velde y alberga la segunda colección más importante de Van Gogh del mundo, después de la del museo en la capital neerlandesa.
Reúne 88 pinturas y 172 dibujos, adquiridos entre 1908 y 1922 por Helene Kröller-Müller. Entre las obras destacadas están Autorretrato (abril-junio de 1887) y Terraza de café por la noche (septiembre de 1888). Desde septiembre de 2025 a agosto de 2026, una parte significativa de la colección será prestada a Japón, aunque varias pinturas seguirán en exhibición. Los dibujos, por razones de conservación, solo se muestran ocasionalmente.En Brasil, el Museo de Arte de São Paulo (MASP) conserva cuatro obras del artista, entre ellas El banco de piedra en el asilo de Saint-Rémy (noviembre de 1889), que muestra el jardín donde Van Gogh encontraba un momento de paz.En el Museo Khalil, junto al río Nilo en El Cairo, se encontraba Florero con flores (verano de 1886), una de las pocas obras robadas de Van Gogh que aún no fueron recuperadas. El cuadro desapareció por primera vez en 1978 y fue hallado en Kuwait dos años después. En 2010 fue robado nuevamente y permanece perdido.
Fuente: telam
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