Lunes 31 de Marzo de 2025

Hoy es Lunes 31 de Marzo de 2025 y son las 21:23 ULTIMOS TITULOS:

26/03/2025

Día Mundial de Clima: la Tierra superó el umbral de los 1,5°C de calentamiento y 2024 ya es un año bisagra

Fuente: telam

La celebración que comenzó hace 33 años para recordar cómo debemos contaminar menos nuestro planeta, hoy se vive con preocupación y tristeza por el cambio climático cada vez más severo y recurrente

>El Día Mundial del Clima, una fecha que nació en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992 para promover conciencia y acción ambiental, no podría llegar en peor momento.

Durante décadas fue un número de advertencia. Una cifra umbral. Un límite que el Acuerdo de París fijó como el máximo aumento tolerable en la temperatura media global para evitar daños irreversibles al clima del planeta. Pero el registro de este aumento se confirmó la semana pasada en un nuevo informe Y llegó no precisamente con buenas noticias para nuestro país y la región: Argentina sufrió la peor anomalía climática de Sudamérica, con una desviación de 0,9 grados por encima del promedio de los últimos 30 años. Detrás vienen Venezuela, Paraguay y Ecuador, con anomalías de 0,7 grados.

El fenómeno climático El Niño —combinado con las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)— explica parte del fenómeno, pero la tendencia viene de mucho antes. Desde 1977, cada año fue más cálido que el anterior a nivel global.

“El récord de temperaturas en 2024 se atribuye al aumento continuo de emisiones de gases de efecto invernadero y a la transición del fenómeno de La Niña al de El Niño”, sintetiza el estudio.

El aumento de calor almacenado en los océanos también es alarmante: en los últimos 20 años, se duplicó respecto al período 1960–2005. Según datos del ERA5, la herramienta de reanálisis climático del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas, la temperatura media mundial en 2024 fue de 15,10 °C, es decir, 0,72 °C por encima del promedio 1991–2020 y 0,12 °C más alta que 2023, que había sido el año más caluroso hasta ahora.

Mientras se difunden los datos, son sobrados los ejemplos de eventos climáticos más severos y cada vez más frecuentes, como el que ocurrió el mes pasado en En otras zonas de la Tierra ya se muestran daños evidentes como aumento del nivel del mar, pérdida de criósfera, eventos extremos meteorológicos y crisis ecosistémicas. La temperatura global no solo subió: las consecuencias de la influencia humana ya están en marcha.

“Se ha producido la mayor pérdida de glaciares jamás registrada. Y el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos tardarían entre 100 y 1000 años en revertirse, incluso si empezáramos hoy”, advierte el informe.

La voz de alerta es compartida por Celeste Saulo, presidenta de la OMM, quien advierte: “Las claras señales del cambio climático inducido por el ser humano alcanzaron nuevos niveles en 2024 y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante cientos, si no miles de años”.

“El clima es un elemento que influye en todas aquellas actividades desarrolladas por el ser humano que requieran unas condiciones ambientales concretas como puede ser la agricultura, la pesca y la industria de la ganadería”, destacan desde la OMM.

Y agregan: “Por otro lado, la acción del ser humano sobre la tierra influye sobre el clima debido al desarrollo industrial y el crecimiento de la población. El calentamiento global, el efecto invernadero, la contaminación ambiental o la sobreexplotación de los recursos naturales, entre otros factores, están incidiendo en los ciclos naturales del planeta”.

El impacto, sin embargo, no es solo humano. También los ecosistemas están en riesgo. Los científicos alertan sobre la alteración de ciclos naturales clave para la biodiversidad, la seguridad alimentaria y el acceso al agua potable. La agricultura, la ganadería y la pesca son actividades altamente dependientes del clima y ya sienten las consecuencias.

Las estadísticas marcan un punto de no retorno, pero aún no uno de resignación. Aunque la barrera simbólica de los 1,5 °C ya fue superada temporalmente, los científicos insisten en que aún no se quebró el objetivo del Acuerdo de París, que habla de promedios sostenidos a largo plazo. Aun así, el tiempo apremia.

Cada fracción de grado cuenta. “Cada fracción de grado adicional en la temperatura media global aumenta los costos y riesgos para la humanidad”, indica el informe.

En este escenario, la educación climática toma un rol central. El Día Mundial del Clima no es un festejo, es una señal de alarma. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (ODS 13) propone reforzar la respuesta institucional ante el cambio climático e incorporar el tema en las estrategias de gobiernos, empresas y ciudadanía.

En una nueva encuesta global sobre la percepción que tienen distintas sociedades sobre las soluciones concretas y medidas efectivas que hacen tanto los gobiernos como las empresas en distintos países del mundo, se destaca la visión negativa que tienen las personas en Latinoamérica y gran parte de Europa, a diferencia de lo que ocurren en Asia.

Worldwide Independent Network of MR (WIN), la principal asociación global de firmas independientes de investigación de mercado y encuestas publicó esta semana su Worldviews Survey junto con Voices en Argentina. La encuesta de este año recoge las perspectivas y creencias de 34.946 personas en 39 países sobre temas sociales urgentes, incluido el cuidado del medioambiente. Los resultados destacan que, si bien cada vez más personas reconocen los esfuerzos de las empresas y los gobiernos, persiste el escepticismo sobre sus motivos y su eficacia.

Entre países latinoamericanos, México (30%) destaca por su nivel de acuerdo con la idea de que la mayoría de las empresas opera seriamente la Responsabilidad Social Empresaria y la sustentabilidad, superando el promedio global. Por debajo están Brasil (17%), Chile y Ecuador (16% en cada caso), Argentina (14%), Perú (12%) y Paraguay (9%), con opiniones más críticas.

Es decir que en nuestro país solo el 14% cree que las empresas operan con visión “verde” y cuidan el medio ambiente. Si bien el 60% de los argentinos cree que las empresas adoptan medidas de sostenibilidad (vs. 49% en 2022 y 47% en 2021), un aumento de 11 puntos que indica una mejora en la percepción del accionar empresarial en este ámbito, solo el 14% considera en 2025 que lo hacen con seriedad (vs. 8% en 2022 y 11% en 2021), mientras que el 46% son más críticos y creen que estas acciones responden solo a una cuestión de imagen (vs. 41% en 2022 y 36% en 2021).

Al analizar los resultados de Argentina por segmentos sociodemográficos, el trabajo indica que el 14% que cree que las empresas operan seriamente crece entre los más jóvenes (19% en encuestados de 18 a 24 años vs. 7% entre los de 65 años y más) y entre residentes de CABA (17% vs. 14% en interior y 11% en GBA). En cambio, el 46% de los argentinos que opina que las empresas toman medidas en materia de sostenibilidad por imagen aumenta en personas de 35 a 49 años (51%), quienes tienen educación superior (52%) y, especialmente, en el nivel socioeconómico alto, donde alcanza a 6/10 (57% en ABC1 vs. 47% en C2C3 y 40% en DE).

“Los datos muestran un avance en la percepción de las iniciativas empresariales, pero también un escepticismo persistente sobre su autenticidad. En Argentina, aunque más personas reconocen que las empresas están tomando medidas, solo una minoría cree en su compromiso genuino. Esto nos desafía a ser más transparentes, demostrar impacto real y construir confianza a través de acciones concretas”, explicó Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices responsable del estudio en Argentina.

“Minorías notables en países como Suecia, Japón, Turquía, Polonia y Alemania también expresan dudas, con hasta un 36% de escepticismo sobre el impacto individual, lo que representa una amenaza potencial para la sostenibilidad.

Esta creciente apatía climática podría debilitar el apoyo a las políticas de sostenibilidad y desincentivar hábitos ecológicos, lo que pone de relieve la necesidad de un mensaje más contundente sobre el impacto real de la acción individual”, describe el informe.

No hay más margen para considerar el cambio climático como una amenaza lejana. El año 2024 nos puso frente al espejo: récords de calor, océanos desbordados de energía, glaciares en retirada y ciudades forzadas a adaptarse a eventos extremos que ya no son esporádicos.

Entender el cambio climático como un fenómeno vivo, que ya modifica la forma en que respiramos, comemos y nos movemos, es el primer paso para exigir y construir respuestas más justas, urgentes y sostenidas.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!