Domingo 20 de Octubre de 2024

Hoy es Domingo 20 de Octubre de 2024 y son las 16:06 ULTIMOS TITULOS:

20/10/2024

La increíble historia de los hermanos secuestrados y exhibidos como “rarezas” en un circo durante 28 años

Fuente: telam

George y Willie Muse fueron capturados por un cazador de fenómenos en Virginia y explotados durante casi tres décadas

>El aire en Truevine, En Truevine, todos eran pobres. Los Muse no eran la excepción. Como muchos afroamericanos en el sur, vivían bajo el peso invisible pero aplastante de las leyes de Jim Crow, una realidad en la que ser negro significaba tener menos derechos, menos oportunidades, menos todo. Pero George y Willie eran diferentes incluso entre los suyos. Eran albinos, su piel extremadamente blanca y sus ojos azules los hacían resaltar. En un mundo donde la apariencia lo era todo, su aspecto atraía miradas curiosas, a veces crueles.

Harriett Muse, su madre, los cuidaba como si de cristal se tratara. Siempre temerosa de que esa piel tan clara los convirtiera en blanco fácil, los envolvía con trapos y les cubría la cabeza. Sabía que fuera del hogar el mundo era peligroso. Lo que no sabía era cuán cerca estaba ese peligro.

El relato de lo que sucedió ese día varía según la fuente. Algunos dicen que Shelton ofreció dulces a los niños para que lo siguieran, y otros sostienen que Harriett firmó, sin entender del todo, un contrato con él, creyendo que sus hijos volverían pronto. Pero la realidad fue cruel. George y Willie desaparecieron. Se los llevaron sin más, y su madre, sin poder leer ni escribir, sin medios ni recursos, se quedó sola con la angustia de haber perdido a sus hijos.

Para George y Willie, el mundo cambió en un abrir y cerrar de ojos. El campo que conocían, el olor a tabaco, el calor del sur, todo quedó atrás. Ahora eran “Eko” e “Iko”. Vestidos con trajes de lujo, con enormes gorros sobre sus largos dreadlocks dorados, eran exhibidos como fenómenos de circo, mientras el público blanco miraba a estos pequeños que parecían animales enjaulados. Los espectadores pagaban fortunas por fotografiarse con ellos, tocar su cabello y comprobar que eran reales.

Pero la vida tiene maneras extrañas de cambiar el curso de los acontecimientos. El otoño de 1927 llegó, y con él, una nueva gira delHarriett se abrió paso entre la multitud blanca que abarrotaba la carpa. Estaba decidida. Había vivido demasiados años en la miseria, con la incertidumbre de no saber si sus hijos aun vivían. Cuando llegó frente al escenario, sus ojos se encontraron con algo que le resultaba familiar pero irreal: allí estaban George y Willie, con sus instrumentos en las manos, tocando una canción popular. Harriett gritó su nombre, pero en medio del bullicio, fue George quien la vio primero. “¡Mira, Willie! ¡Allí está nuestra madre! ¡No está muerta!”, exclamó, dejando caer el mandolín.

El mundo pareció detenerse por un instante. Ambos hermanos dejaron sus instrumentos y corrieron hacia ella. Se abrazaron en medio de la conmoción, ante la mirada atónita de los espectadores, los abogados del circo y la policía que rápidamente intervino. Candy Shelton, el mismo hombre que había destruido sus vidas, quiso intervenir, reclamando que los Muse eran su propiedad. Pero Harriett no estaba dispuesta a ceder. Después de 28 años de lucha, no se iba a rendir.

En un giro inesperado para una época marcada por el racismo, la policía permitió que los Muse se fueran con su madre. Pero la lucha legal apenas comenzaba. Harriett, con el apoyo de un abogado local, demandó al circo por explotación y George y Willie siguieron actuando, pero ahora con sus vidas bajo control de su familia. Harriett murió en 1942, sin ver a sus hijos retirarse por completo. Willie, el mayor de los hermanos, vivió hasta 2001, alcanzando la increíble edad de 108 años. Hasta el último día, recordaba con orgullo a su madre, la mujer que había desafiado todo para traerlos de regreso.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!