30/12/2025
Christopher Nolan desata debates con su ambiciosa versión de “La Odisea”: ¿historia o espectáculo?
Fuente: telam
El primer avance de la nueva película dirigida por Christopher Nolan rompió récords y, de paso, encendió una discusión apasionada sobre las licencias creativas frente al rigor histórico en adaptaciones épicas recientes
>La esperada adaptación de La odisea dirigida por Christopher Nolan ha provocado una oleada de debates desde la publicación de su primer avance, que fue visto por 120 millones de personas en solo veinticuatro horas.
A pesar del minucioso trabajo de producción que caracteriza a las películas de Nolan, la representación visual de los protagonistas ha suscitado intensas críticas. Matt Damon, quien interpreta a Odiseo, aparece equipado con un casco que, aunque se acerca al modelo corintio descrito para los “aqueos” (que Homero nunca definió como “griegos”), presenta una apertura frontal excesiva.
Esta decisión estética facilita que la cámara destaque los ojos del actor, pero resta verosimilitud histórica, tal como señalaron algunos usuarios y analistas especializados.La controversia se intensifica con la figura de Agamenón, encarnado por Benny Safdie. Su casco, descrito como demasiado grueso y ajustado, además de completamente negro, contradice el colorido que Homero imprime en la Ilíada y resulta poco práctico para el combate. Un usuario en X calificó irónicamente la elección de figurín al comentar: “¿Agamenón? Más bien Batman con un toque de Warhammer”.De igual modo, la paleta negra de la embarcación, ausente de los tonos vivos mencionados por Homero, llevó a algunos a comparar el resultado con un drakkar vikingo. La predilección de Nolan por efectos prácticos en lugar de CGI añade una dimensión adicional al debate sobre autenticidad y creatividad.
La épica mezcla referencias temporalmente anacrónicas, elementos fantásticos como el monstruo de seis cabezas del estrecho de Mesina, y menciones a tecnologías y civilizaciones aún inexistentes en la época descrita. El texto original emplea la licencia poética como recurso central, integrando detalles de distintas épocas y realidades.
Históricamente, películas inspiradas en epopeyas y figuras legendarias han enfrentado el desafío de equilibrar espectacularidad visual y verosimilitud académica. La adaptación de Nolan se suma a una lista de obras frecuentemente señaladas por sus imprecisiones, en la que destacan títulos como Troya (2004) y El último samurái (2003). Al respecto, para los más apegados al detalle histórico, la mayor distorsión sigue siendo escuchar a Damon y compañía dialogar en inglés, idioma completamente ajeno al mundo homérico.Fuente: telam
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