27/12/2025
La mujer que perdió a una hija en Cromañón y a los 56 años descubrió que había sido apropiada: “No hay un dolor más grande que otro”
Fuente: telam
En 2004 un duelo brutal marcó la vida de Andrea Pelc. Décadas más tarde, cuando creyó haber sobrevivido a lo peor, se sumó una verdad silenciada desde el nacimiento. Hoy lucha por conocer su identidad: “Mis apropiadores se llevaron mi historia a la tumba”
>La noche del 30 de diciembre de 2004, Andrea Pelc se fue a dormir temprano. Estaba cansada y se había quedado sola en su casa: su pareja iba a volver tarde del trabajo y sus dos hijas se habían ido. “Me acosté a eso de las 21. No miré tele, no prendí la radio, nada...”, repasa. La tranquilidad duró apenas unas horas. Pasadas las 23, la despertó el teléfono. Del otro lado estaba el padre de un amigo de María Celeste, su hija mayor, de 18 años. “Hubo un problema y no podemos encontrarla”, le dijo.
Casi veinte años más tarde, cuando creyó que le había pasado lo peor que puede pasarle a una persona, Andrea se enteró de que había sido apropiada al nacer. Poco después, sus padres de crianza murieron y se llevaron la verdad a la tumba. “Nunca quisieron decirme la verdad”, lamenta.
Andrea nació, según su acta de nacimiento, el 22 de septiembre de 1967. Pero esa fecha es solo una de las tantas ficciones que rodearon su crianza. Desde muy pequeña la acompañó la sensación de que no pertenecía a la familia Pelc. “Yo le decía a mi mamá: ‘Contame cómo fue el día en que nací’. Se lo habré preguntado hasta de grande. Ella siempre me contestaba lo mismo: tenía armado un speech”, cuenta.
En 1971 llegó su hermano Pablo. Andrea tenía cuatro o cinco años. No hubo embarazo visible ni explicaciones previas: un día, simplemente, apareció un bebé en la casa. En ese momento no lo cuestionó. “Un niño es inocente y maleable. Si los adultos que están a su alrededor le construyen una historia, se la va a creer”, reflexiona hoy. Sin embargo, algo en su interior no terminaba de encajar. “Vivía inquieta, como con la sensación de que algo iba a pasar. En mi interior, en mi raíz, yo sabía”, dice.
La relación con sus padres de crianza nunca fue del todo cercana. “No nos llevábamos ni bien ni mal”, resume Andrea. “Ellos me dieron un hogar y un buen pasar económico, que me permitió estudiar una carrera universitaria y trabajar de mi profesión. Pero el vínculo que uno tiene con su familia de sangre yo no lo sentí y mi hermano tampoco”. Es que, puertas adentro, los Pelc eran violentos. Andrea todavía recuerda golpes y castigos que nunca entendió. “Nos pegaban. A mi hermano porque le costaba aprender y a mí porque preguntaba”, cuenta. Puertas afuera, en cambio, se mostraban como una familia tradicional. “Los domingos almorzábamos en la casa de mis abuelos. Tenía un tío, Oscar, que siempre me preguntaba: ‘¿Cómo están las cosas en tu casa? ¿Cómo te llevás con tu mamá?’. Yo me ponía re nerviosa. ‘Todo bien’, le respondía. Hoy lo pienso y digo: ‘Algo sabía’. Lamentablemente, falleció”, agrega.Con el paso de los años, y mientras Andrea atravesaba las secuelas de la muerte de María Celeste en la masacre de Cromañón —incluidas largas internaciones psiquiátricas—, el vínculo con Elsa y Bruno empezó a tensarse cada vez más. Tras la pandemia, su padre se volvió irritable y desconfiado, al punto de acusarla de querer robarles la casa. “Con el diario del lunes entiendo que él tenía miedo de que yo descubriera que no era su hija biológica. Mi mamá lo apoyaba: ‘Hay que buscar un abogado porque Andrea nos va a denunciar’, le decía a mi hermano”.
En ese instante, Andrea sintió que algo se desmoronaba. “Acababa de confirmar lo que, en mi interior, había sentido toda la vida”, dice. Lo primero que hizo fue llamar a su madre por teléfono. “Mamá, ¿nosotros somos adoptados?”, le preguntó. Del otro lado no hubo respuesta. “Mamá, por favor, contestame”, insistió, llorando. “Con el silencio te estoy dando la respuesta”, dijo Elsa. Andrea cortó y llamó a su hermano. “Pablo, nosotros no somos hijos de Bruno y Elsa. Somos adoptados”. Él se bloqueó.
Aunque a Bruno y a Elsa les preguntó si había sido adoptada, Andrea sabe que fue apropiada. “Apropiación es todo lo que vos tomás que no te pertenece”, define. Esa convicción tomó forma concreta cuando comprobó que su partida de nacimiento era falsa. La había firmado un médico allegado a la familia, Luis Rodríguez, quien consignó como fecha de nacimiento el día de su propio cumpleaños: el 22 de septiembre. “Mi mamá siempre me decía: ‘Naciste el mismo día que el tío Luis, sos un regalo’”, recuerda. A eso se sumó otro dato clave: Bruno era estéril.
El entorno en el que se movía su padre podría ser la punta del ovillo. “Bruno provenía de una familia de origen polaco, estudió Administración de Empresas en la UADE y llegó a ocupar cargos jerárquicos en grandes compañías, primero en DuPont y luego en Sniafa, una textil de peso en la época. Tenía vínculos con intendentes, empresarios y sectores militares”, dice Andrea.
En estos últimos dos años, en su afán de conocer su identidad, Andrea rastreó y llamó a antiguos colegas y contactos de su padre. Ninguno quiso darle información. “Nosotros éramos una logia”, se justificó uno de ellos. Hace poco localizó a una psicóloga que la atendió en la adolescencia. Quería saber si había sospechado algo. La mujer le dijo que no, que en ese momento la había tratado como a cualquier joven con conflictos familiares. “Fui con la fantasía de que iba a darme algún dato y volví totalmente frustrada. No saber genera eso: creer que, cuando te encontrás con alguien, esa persona te va a contar tu historia. Y no es así”, dice.Según Andrea, hay personas que pertenecieron al círculo íntimo de sus padres que podrían tener información y eligen callar. “Mi papá hizo muchos favores. Ayudó a mucha gente. Entonces hay varios que se sienten en deuda”, explica.—¿Tenés rencor contra tus padres de crianza?
—Entre tantas versiones y gente que calla, ¿qué es lo que sabés con certeza?
—¿Cómo impactó descubrir tus orígenes en un duelo que ya venía marcado por la muerte de tu hija? ¿Tuviste una recaída?
—El 30 de diciembre próximo se cumplen 21 años de la masacre de Cromañón. ¿Qué hacés en esa fecha?
—Antes de cerrar, ¿hay algo que aclarar o enfatizar?
Fuente: telam
Compartir
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!



