19/12/2025
Descubren que las bacterias intestinales evolucionan para digerir los almidones de los alimentos ultraprocesados
Fuente: telam
Un estudio de la UCLA identificó variantes genéticas en microbios intestinales de zonas industrializadas que facilitan la digestión de nuevos compuestos incorporados en la dieta moderna
>Según una investigación realizada por biólogos evolutivos de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), las Los científicos identificaron variantes genéticas en ciertos microbios intestinales de regiones industrializadas que facilitan la digestión de los almidones presentes enEl El hallazgo principal indica que las variantes genéticas que permiten a los microbios intestinales digerir almidones industriales, como la maltodextrina, han proliferado en los genomas de ciertas especies bacterianas en zonas industrializadas.
Estos almidones, introducidos en la dieta humana desde la década de 1960, han generado una presión evolutiva significativa, favoreciendo la rápida expansión de genes asociados a su digestión. Los investigadores señalan que la selección natural ha actuado con fuerza para que estos genes se hayan impuesto en tan poco tiempo.Richard Wolff, estudiante de doctorado y primer autor del estudio, destacó: “El descubrimiento de que la capacidad de digerir nuevos almidones es un objetivo de la selección natural en las bacterias intestinales es interesante, pero encontramos una señal aún más sólida y contundente de que existen diferentes objetivos de selección en muchos genes y especies, tanto en poblaciones industrializadas como no industrializadas”. Wolff subrayó que, aunque se ha identificado el caso de los almidones industriales, probablemente existan muchas otras adaptaciones bacterianas aún por descubrir.
Este mecanismo, conocido por su papel en la resistencia a los antibióticos, se ha revelado ahora como fundamental en la evolución del microbioma intestinal frente a los cambios en la dieta.
Garud explicó la complejidad de la diversidad bacteriana: “Diferentes cepas de E. coli, por ejemplo, se han distanciado entre sí tanto como los humanos se han distanciado de los chimpancés, y aun así las consideramos la misma especie. A pesar de esta diversidad, aún existen fragmentos de ADN compartidos en muchos hospedadores: un hilo conductor oculto que conecta nuestros microbiomas”.
Wolff señaló que, aunque la señal adaptativa es intensa, todavía no se puede afirmar con certeza si la adaptación se limita a la maltodextrina o abarca una gama más amplia de derivados del almidón. El investigador añadió que podrían existir etapas intermedias en la adaptación bacteriana, desde dietas tradicionales ricas en tubérculos y frutas hasta la actual prevalencia de productos ultraprocesados.
Garud se preguntó: “Si fragmentos de ADN se transmiten horizontalmente entre diferentes cepas en distintos huéspedes, y estas cepas parecen ser fieles a sus respectivos huéspedes, ¿dónde se recombinan? ¿Cómo se desplazan entre personas individuales para fijarse en una población completa?”. Estas cuestiones abren nuevas líneas de investigación sobre la dinámica de transmisión genética en el microbioma humano.
Fuente: telam
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