18/12/2025
Las mil vidas de Fernando Samalea: cómo mantener el “espíritu futurista” y “darle algo poético al paso del tiempo”
Fuente: telam
El músico y escritor argentino, que acaba de presentar un nuevo tomo de su autobiografía, compartió en Infobae en Vivo su visión sobre “la embriaguez que da la música” y la inspiración constante
>La trayectoria de Fernando Samalea se define por una capacidad única para atravesar generaciones y estilos, manteniendo siempre una mirada renovada sobre la música y la vida. El baterista argentino, pasó por el streaming de Infobae para reflexionar sobre su recorrido, la vigencia de su arte y el sentido de su nuevo libro fotográfico, Viviendo el futuro. “Lo lindo es que tuve la chance de vivir ya cinco veces la generación de veinteañeros”, afirmó Samalea, subrayando su contacto permanente con las nuevas tendencias y su apertura a los cambios del mundo musical.
El título de su reciente publicación, explicó, surgió de una conversación con el escritor colombiano Sandro Romero Rey: “Es una humorada que hicimos con mi amigo colombiano, literato, Sandro Romero Rey, sobre lo que imaginábamos cuando uno era veinteañero, ¿no? Ahora, de alguna forma, estoy viviendo el futuro que uno veía por entonces. Es básicamente eso, tan simple como eso”.Nacido en Buenos Aires en 1963, es baterista y bandoneonista pero también escritor. Tuvo diversos cuartetos y quintetos de apoyo, realizó conciertos por Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Uruguay y Brasil. Como baterista, grabó y giró con artistas como Charly García, Gustavo Cerati, Andrés Calamaro, Illya Kuryaki & The Valderramas, Joaquín Sabina y Draco Rosa, entre tantos otros.El baterista rememoró sus inicios profesionales, marcados por la oportunidad que le brindó Charly García a los veinte años: “Charly me dio la gran oportunidad con Parte de la religión, justamente llevándome a Nueva York a grabar ese disco hermoso, aun cuando podría haber contratado al mejor sesionista del mundo”, relató. La experiencia de compartir escenarios y estudios con figuras como García, Spinetta y Calamaro fue, en sus palabras, un punto de inflexión: “Ahí llegaron Charly y Spinetta, que en ese momento andaban juntos muy compinches por toda la ciudad porque iban a hacer un disco. Y un poco nosotros éramos esas jóvenes promesas, entre comillas, que tocábamos en los pubs y en los clubes porteños de la noche. Y nos dio esa chance”.
El libro Viviendo el futuro reúne fotografías tomadas por Samalea, amigos y fotógrafos profesionales, y funciona como un registro de vida y de encuentros con músicos emblemáticos. “De todas formas me tomé el atrevimiento, aun no siendo fotógrafo, de hacer un libro de fotos, ¿no? Con mi Canon M1, pero ahí hay fotos que, que por supuesto no saqué yo. Esa la sacó Bonetto, con Fito de Hermoso Momento. A lo Keith Moon, cuando tuvimos la suerte de festejar el cumpleaños de Charly setenta en el CCK”, detalló. El volumen, según el propio autor, no se centra solo en su figura, sino en la posibilidad de compartir con “tantos artistas icónicos, no solamente de aquí, sino lo que decías de Joaquín Sabina o Benjamin Biolay en Francia”.
En esos viajes, Samalea valora el contacto con jóvenes músicos y docentes: “Es hermoso, porque descubrís a esos chicos ahí tocando violines o, o no sé, tantas cosas que... Aun con sus carencias, y no dejo de admirar a esos profesores y profesoras que, que también les dan clases a ellos y llevan adelante esa inquietud de los niños. Así que me parece maravilloso”.
La música, para Samalea, es una fuente inagotable de sentido y emoción. “La música siempre nos da una embriaguez, una elevación hermosa”, afirmó. Su experiencia junto a Charly García le permitió presenciar el nacimiento de canciones emblemáticas: “Ahí tuve la chance de ver desde el vamos como iba bosquejando Adelante del carrusel, símbolo de paz, eso es el tema que vos nombrabas. Siento que, que al haber estado conectado con varios solistas, a lo largo del tiempo, inevitablemente tuve esa chance, ver cómo salían”. Sobre el proceso creativo de García, destacó: “Lo que más me gustaba de Charly era pararme al lado y cuando él te mostraba una canción y ver sus manos, observar sus manos cómo iban haciendo los acordes, las armonías y cómo la melodía se iba bosquejando, ¿no? Esa entrega como apasionada, un poco a lo bonzo, que tiene él, tan linda y tan de él”.El intercambio generacional es, para Samalea, una vía de aprendizaje mutuo. “Estoy más para aprender que para enseñar, porque el mundo mismo nos va dando sus cambios, sus diferentes posibilidades, ¿no? Ahora estamos en el preámbulo de un cambio que nadie puede explicar muy bien a través de la inteligencia... estamos en un momento del mundo en el cual se va a abrir una posibilidad inusitada y probablemente los talentos naturales dejen de existir porque justamente habrá aplicaciones inalámbricas que se conecten a las personas y puedan darle una suerte de superhombre o supermujer a cada uno”, reflexionó.El legado de Samalea se proyecta hacia el futuro, con la esperanza de que sus libros sirvan como testimonio para las próximas generaciones: “Quise intentar justamente eso, aunar todos los mundos posibles, abrir todas las posibilidades para quienes le interese, para quien se interese. Y también esa especie de fantasía que en las próximas décadas chicos o chicas puedan leer sobre el rock argentino y las formas de hablar, las estéticas, que todo eso quede también muy metido en las páginas”, afirmó.
Fuente: telam
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