17/12/2025
Cada argentino desperdicia 72 kilos de alimentos por año: cómo gestionar mejor la comida en los hogares
Fuente: telam
En vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el Banco de Alimentos Buenos Aires convoca a una administración más consciente y responsable, e invita a reflexionar sobre necesidades, hábitos y posibilidades
>En vísperas de las fiestas de fin de año, un dato inquietante ilumina la realidad de miles de hogares en la Argentina: cada persona desperdicia en promedio 72 kilos de alimentos por año, cifra que trepa a 198 kilos anuales por familia en el ámbito doméstico. El Banco de Alimentos Buenos Aires, que asiste, a diario, a más de 360.000 personas a través de 1.280 organizaciones sociales, alerta sobre este fenómeno e insta a una gestión más consciente y responsable de la comida, invitando a reflexionar sobre necesidades, hábitos y posibilidades.
El diagnóstico es contundente. Según el primer estudio sobre la gestión de alimentos en hogares realizado por el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos –con el apoyo del BID y la consultoría de CESNI–, el 77,2% de los encuestados desperdicia principalmente frutas y verduras, seguido por productos como harinas, arroz, polenta, fideos, legumbres (26,2%), y panificados, facturas y productos de pastelería. Los motivos más frecuentes para el descarte son el deterioro durante el almacenamiento, cocinar de más, vencimientos y servirse por encima de lo verdaderamente necesario. En total, en la Argentina se pierden y desperdician 16 millones de toneladas de alimentos cada año, equivalentes a mil millones de raciones.
El mecanismo es preciso: los donantes ofrecen productos aptos y no vencidos; en el depósito central, voluntarios clasifican, controlan y preparan los envíos, asistidos por equipos especializados y una infraestructura de almacenamiento con seis cámaras de frío para perecederos y congelados. Un sistema de trazabilidad documenta el traslado y distribución a las 1.280 organizaciones, que retiran los alimentos según pedido y necesidad. El Banco acepta alimentos tanto secos como frescos, pero rechaza los vencidos y requiere que toda etiqueta sea legible y clara.
El desperdicio de alimentos no solo implica derrochar recursos económicos, sino que fomenta un ciclo de ineficiencia ambiental y social. Cada vez que se tira comida, se pierden superficies de suelo, fertilizantes, litros de agua, combustible y horas de trabajo invertidas en su producción y distribución. En el rubro frutas y verduras, el 45% de lo producido se pierde antes de llegar a la mesa por fallas en la cadena de cosecha, transporte o gestión en el hogar. La diferencia entre “pérdida” (de la producción al comercio) y “desperdicio” (en el consumo y venta final) es crucial: ambos problemas impactan gravemente en la inseguridad alimentaria y las emisiones de gases de efecto invernadero.Desde la cocina sustentable, la colaboradora del Banco Laura Di Cola destaca el valor del cambio cultural y de los hábitos básicos: “La cocina sin desperdicio toma lo ancestral y no reniega de lo moderno. Hoy sabemos que en Argentina cada persona desperdicia en promedio 72 kilos de alimentos por año: eso significa que además de comida, se tiran a la basura la energía implementada, el trabajo humano y dinero”.Las recomendaciones del Banco de Alimentos refuerzan que la gestión doméstica puede permitir reducir hasta un 40% del descarte mensual:
- El Banco de Alimentos Argentinos convoca a todos los hogares a tomar conciencia durante este fin de año. En la mesa navideña y de Año Nuevo, la oportunidad de ahorrar, cuidar el ambiente y solidarizarse comienza con la gestión interna de la comida, una responsabilidad que, multiplicada, puede revertir una de las paradojas más dolorosas de la Argentina: el hambre y el derroche, conviviendo lado a lado.
Fuente: telam
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