06/12/2025
Redes terroristas, confesiones en Chad y la sombra de la Fuerza Quds: el plan de Irán para desestabilizar África
Fuente: telam
Detenciones en ese país centroafricano revelan una trama de espionaje, adoctrinamiento y promesas de poder. Los testimonios de los implicados abren interrogantes sobre la expansión de Teherán en el continente
>El relativamente reciente desmantelamiento de dos redes terroristas vinculadas a Irán en Chad puso en evidencia la creciente estrategia del régimen teocrático del Ayatollah Alí Khamenei para desestabilizar África mediante la infiltración, el adoctrinamiento y el apoyo a golpes de Estado, según revelaron fuerzas de seguridad de Chad tras la detención de varios agentes encubiertos. Los interrogatorios a los terroristas detenidos permitieron conocer en detalle cómo la estructura iraní, a través de la Fuerza Quds y el Ministerio de Inteligencia y Seguridad Nacional (MOIS), recluta y entrena a ciudadanos africanos para ejecutar ataques contra intereses occidentales y, a cambio, les promete respaldo logístico y militar para derrocar gobiernos locales. Esos objetivos se repiten: son estadounidenses o israelíes.
Entre los datos más recientes de su operación en África, se destaca la confesión de Ali Abdoulaye Mahamat a la que Infobae tuvo acceso, quien admitió haber sido reclutado por el MOIS y relató que, tras estudiar en el conocido Al-Mustafa Islamic College en Qom, Irán, fue contactado por agentes de inteligencia iraníes que le encomendaron tareas de espionaje y preparación de atentados en Chad.
Mahamat describió cómo fue reclutado y presionado para colaborar con agentes extranjeros. En su relato, la figura de Karim, un oficial de inteligencia iraní, emerge como el eje de una red de demandas y vigilancia. “El oficial me entregó a otro oficial de inteligencia iraní llamado Karim, quien siempre me llevaba a hoteles, restaurantes y lugares mucho más secretos, donde me quitaba el teléfono”, relató.
Acorralado, Mahamat accedió a compartir información sobre agentes de su propio país y sus vínculos con otros servicios de inteligencia. “Le proporcioné los nombres de agentes oficiales del servicio secreto chadiano y, a continuación, información sobre agentes chadianos que están en contacto con israelíes. Esa fue la primera petición”.
Este departamento, bajo el mando de Hamed Abdollahi y con la participación de Abu Ali y Aydin Salahlou, reclutó a elementos radicales y criminales en Chad, entre ellos al jefe de la milicia Mussa Batrane Abakar El-Miskin, un reconocido terrorista radical islámico responsable de sumar nuevos miembros a la red, incluido el propio Alamine.
“Me explicaron cómo usar un Kalashnikov, cómo colocar el cargador, cómo apuntar al objetivo y cómo apretar el gatillo para darle. Nos enseñaron a usar diferentes tipos de armas, como el Kalashnikov, el RPG y el KFX”, confesó Alamine.Alamine reveló que, durante su entrenamiento en Irak, los miembros de la red se habían reunido con sus nexos iraníes, y que habían viajado a aquel país con el pretexto de hacer un paseo con fines religiosos. Estos viajes, bajo cobertura religiosa, son un modus operandi bien conocidos del Departamento 400 y la Fuerza Quds para llevar operativos de campo a Irak para someterlos a entrenamiento militar, en las bases de las milicias chiítas que allí se encuentran.El MOIS, por su parte, ha intentado mantener una imagen de organismo civil, pero los hechos recientes demuestran su implicación directa en el terrorismo y la desestabilización fuera de Irán. Mahamat relató que, tras su estancia en Al-Mustafa Islamic College, fue contactado por supuestos representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen iraní, quienes resultaron ser oficiales del MOIS. Le encomendaron recopilar información sobre la presencia internacional en Chad, reclutar activos para entrenamiento militar y coordinar acciones contra Israel y Estados Unidos, además de identificar las necesidades de grupos rebeldes como el Frente para el Cambio y la Concordia en Chad (FACT) y sus vínculos con Irán.
Las revelaciones de los interrogatorios en Chad confirman que la estrategia iraní en África combina el adoctrinamiento religioso, el entrenamiento militar y la promesa de poder político a cambio de ejecutar acciones violentas contra intereses occidentales y de Israel. Pese a la crisis política que vive internamente el país, la acción de los servicios de seguridad chadianos permitió frustrar, al menos por ahora, los planes del régimen de Teherán para expandir su influencia y desestabilizar la región.
Fuente: telam
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