04/12/2025
De Bambali al mundo: la inspiradora historia de Sadio Mané, el crack que transformó el fútbol africano
Fuente: telam
Su camino, desde una aldea sin recursos ni referentes deportivos hasta la consagración en las mejores ligas y la selección de Senegal, refleja el esfuerzo, la perseverancia y el liderazgo del centrocampista, según detalló en el pódcast de Rio Ferdinand
>La trayectoria de Desde pequeño, su pasión por el balón estuvo enfrentada a la oposición de su madre: “Mi mamá, para ella, jugar al fútbol era perder el tiempo porque nadie había tenido éxito en el pueblo”.
A los 16 años, Mané escapó de casa rumbo a Dakar, la capital, impulsado por su determinación y con dinero prestado. “Fue un gran riesgo, nunca había salido de mi aldea”, recordó.Tras una breve etapa en una academia local, Mané firmó su primer contrato profesional en Francia. “Llegué a Francia el 5 de enero de 2011, pleno invierno. El frío era insoportable, nunca lo olvidaré”, contó entre risas. La adaptación fue compleja: idioma, cultura y una lesión que lo mantuvo fuera de las canchas durante seis meses pusieron a prueba su resiliencia. En el Metz, Pierre Boubi, segundo capitán del equipo, se convirtió en un apoyo esencial. “Siempre me aconsejaba, me decía que no driblara tanto”, recordó Mané, quien se ganó un lugar en el primer equipo gracias a la disciplina y la autoexigencia. Su llegada a Europa implicó un aprendizaje táctico fundamental. En el Red Bull Salzburgo, bajo Ralf Rangnick y Roger Schmidt, Mané reconoció sus carencias: “Tenía talento y potencia, pero tácticamente sufría mucho. Schmidt me decía: ‘Tienes algo especial, pero hay que enseñarte lo que necesita el equipo’”.
Antes de recalar en Anfield, Mané estuvo cerca de fichar por el Manchester United. “Van Gaal me llamó y me dijo que quería que fuera a Manchester. Pero le pregunté: ‘¿Dónde voy a jugar? Ya tienen a Depay, Rooney, Di María, Van Persie…’. No me convenció su respuesta”, explicó.
También visitó las instalaciones del Tottenham invitado por Mauricio Pochettino, aunque la propuesta de Klopp fue determinante. “Me dijo: ‘Vamos a construir un equipo al que nadie quiera enfrentarse. Jugarás todos los partidos’. No me importó el salario, solo quería ir”, aseguró.El desembarco en el Liverpool marcó un punto de inflexión. “Liverpool es mi corazón, es un club especial”, afirmó Mané, quien compuso el célebre tridente ofensivo con Mohamed Salah y Roberto Firmino. “Éramos muy diferentes en personalidad y carácter, pero esa mezcla nos hizo exitosos”, señaló.
La relación con Salah estuvo marcada por la competencia: “Con Salah había rivalidad, pero eso nos hizo mejores. Recuerdo un partido contra el Burnley en el que me enfadé porque no me pasó el balón. Al día siguiente hablamos y desde entonces fuimos más cercanos”.
El vínculo con Klopp fue intenso y exigente. “En los entrenamientos no éramos muy amigos porque gritaba mucho, pero después siempre buscaba arreglar las cosas. Esa era su fortaleza”, reconoció.
La conexión con Andy Robertson y Trent Alexander-Arnold también fue notable: “Con Robbo la conexión era natural, nos ayudábamos mutuamente. Con Trent, desde que era un niño, siempre le dije que sería un gran jugador”, recordó.Tras seis años y casi todos los títulos posibles en Liverpool, Mané buscó nuevos horizontes. “Liverpool era mi zona de confort, pero quería probarme en otro lugar. Bayern Múnich insistió mucho y decidí ir”, explicó.
El siguiente destino fue Arabia Saudita, donde se sumó al Al-Nassr y compartió vestuario con Cristiano Ronaldo. “Es un ejemplo para cualquier futbolista. Su profesionalismo y hambre de ganar son impresionantes, nunca llega tarde, siempre entrena. No vi a nadie como él”, aseguró.
Guiar a Senegal hasta la conquista de la Copa Africana de Naciones supuso una enorme presión. “Antes de ganar la Copa, nunca dormía más de cinco horas por la presión. En Senegal, la selección es todo, la gente deja de comer o de conducir cuando jugamos”, confesó.
Ser referente para las nuevas generaciones es una responsabilidad que Mané asume con orgullo: “Es increíble ver mi nombre en las camisetas de los niños. Por eso trato de ser un modelo a seguir”. Mané también reflexionó sobre el reconocimiento a los futbolistas africanos: “Ahora está cambiando. Hay más jugadores africanos en grandes equipos y ligas, pero aún podemos recibir más reconocimiento en los premios”.
El legado de Sadio Mané trasciende el fútbol: demuestra que la verdadera grandeza reside en inspirar y transformar vidas, especialmente las de quienes comparten sus orígenes.
Fuente: telam
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