04/12/2025
Una palabra japonesa cuenta mil años de cambios: cómo escuchar puede llevar a entender y creer
Fuente: telam
El análisis de expertos europeos muestra cómo los significados pueden ampliarse con el paso del tiempo y cómo una sola expresión refleja cambios profundos en la manera de pensar dentro de una sociedad
>Investigadores de la Universidad de Lieja mapearon la profunda evolución semántica del verbo Mediante el uso del Corpus de Japonés Histórico, el equipo arrojó luz sobre la relación estrecha entre los procesos cognitivos humanos y Yoshitake, investigador en lingüística, siguió el recorrido histórico de “kikoyu” desde el siglo VIII hasta el XX. Inicialmente, los hablantes emplearon el verbo para describir la percepción auditiva involuntaria, es decir, el acto de oír sin intención consciente.
Con el paso de los siglos, el significado de “kikoyu” se expandió: primero abarcó la comprensión aproximada, luego la general y, finalmente, adoptó el sentido de convicción interna o certeza. Este recorrido obedeció a mecanismos cognitivos descritos por la lingüística cognitiva diacrónica, disciplina que estudia cómo los procesos mentales humanos determinaron la transformación del lenguaje a lo largo del tiempo.Esta trayectoria mostró cómo la experiencia sensorial inicial se convirtió en representaciones mentales complejas. El fenómeno no resultó exclusivo del japonés: en inglés y francés la comprensión se asoció frecuentemente a la vista (“I see”, “Je vois”), mientras que en el japonés premoderno se relacionó con el oído.
La investigación partió de teorías como la simulación propuesta por Langacker y la sinécdoque descrita por Momiyama. La simulación cognitiva explicó cómo los hablantes dedujeron contextos generales ante un estímulo auditivo, propiciando el salto semántico de “oír” a “comprender”. La sinécdoque (figura retórica reconocida por la RAE que consiste en designar una cosa con el nombre de otra con la que tiene una relación de inclusión, como usar la parte por el todo o el todo por la parte) permitió que el significado de una palabra se expandiera o concretara, de lo particular a lo general y de lo general a lo profundo.
El equipo de la Universidad de Lieja analizó el Corpus de Japonés Histórico, desarrollado por el Instituto Nacional de Lengua y Lingüística Japonesas. El recorrido abarcó textos desde el año 759 hasta 1947, clasificando hasta 500 ejemplos por siglo bajo estrictos criterios sintácticos para diferenciar los diversos usos. Identificaron tres grandes categorías: uso inferencial (interpretación basada en la percepción), comprensión general (el objeto de la comprensión explícito) y convicción (certeza interna).
La investigación de Yoshitake se alineó con la obra de Eve Sweetser, quien analizó la equivalencia entre percibir y comprender. Sin embargo, el nuevo estudio aportó pruebas diacrónicas exhaustivas para mostrar que los verbos de percepción no incorporan automáticamente sentidos abstractos, sino que siguen un proceso cognitivo que puede modelarse.
Comparar otros idiomas reveló que, aunque inglés y francés relacionaron la comprensión con la vista, el japonés premoderno lo hizo con el oído. Esto reflejó cómo cada cultura transformó la experiencia sensorial en conceptos abstractos mediante mecanismos cognitivos universales, pero con diferentes puntos de partida sensoriales.El caso de “kikoyu” ilustró con claridad la influencia de los procesos mentales en la evolución lingüística. Los patrones de cambio observados confirmaron la utilidad de la lingüística cognitiva diacrónica para modelar y prever trayectorias de cambio semántico.La trayectoria de “kikoyu” expuso cómo una sola palabra encapsuló siglos de evolución lingüística y mental, revelando lazos profundos entre experiencia sensorial, cognición y lenguaje.
Fuente: telam
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