11/11/2025
El libro que destapa los secretos, rivalidades y pasiones ocultas de los grandes matemáticos
Fuente: telam
En “The Great Math War”, Jason Socrates Bardi logra lo impensable: mostrar el lado humano, las tensiones y hasta los resentimientos que marcaron a los protagonistas de una de las disputas más intensas de la historia matemática
>Puede sorprender a muchos lectores saber que, hace apenas un siglo, algunos de los grandes matemáticos de la época participaron en un debate sobre si los números existen. Podría pensarse que, después de milenios, ese asunto ya estaría resuelto. Pero no es tan sencillo, como explica Jason Socrates Bardi en su nuevo libro, The Great Math War.
Un número real se describe tradicionalmente mediante una secuencia infinita de cifras decimales; esa secuencia puede terminar, como 0,12, o seguir una regla repetitiva simple. También puede ser un número irracional, como pi, cuya expansión decimal no se repite pero se puede calcular con un programa informático sencillo.
En otras palabras, existen números que simplemente no podemos describir. ¿Puedes dar un ejemplo? Por definición, no.
Sus adversarios, principalmente representados por el matemático alemán David Hilbert, pensaban que una visión tan restrictiva implicaba ceder demasiado, eliminando por ejemplo la mayoría de los puntos de la recta numérica.
El título de Bardi puede parecer exagerado; nadie sale herido aquí. Pero, como muestra Bardi, los matemáticos mismos usaron el lenguaje del combate para describir sus enfrentamientos.
Hermann Weyl, en un artículo de 1921, llamó a las dificultades “Grenzstreitigkeiten” (disputas de frontera) y advirtió que, pese a parecer alejadas del núcleo de las matemáticas, amenazaban la estabilidad de todo el sistema. Es difícil no ver su comentario como una metáfora de la Gran Guerra que acababa de devastar Europa.The Great Math War hace algo que pocos libros populares de matemáticas logran: sitúa a la matemática en el contexto de las personas que la practican y de sus vidas fuera de la profesión.La matemática es una actividad humana, y la idea de que el razonamiento matemático puede separarse por completo del resto de la vida es una fantasía. Bardi muestra cómo la exclusión de matemáticos alemanes de los congresos internacionales, mucho después del final de la guerra, generó un resentimiento que se trasladó al trato entre colegas y sus teorías.
Bertrand Russell, quien formuló algunos de los primeros paradigmas que pusieron en riesgo la estructura básica de la matemática, está especialmente bien retratado. Russell se debatía entre su respetada labor académica y su muy impopular activismo antibelicista. También estuvo involucrado repetidamente en triángulos amorosos. La mayoría eran de índole sexual, pero el que Bardi describe con más profundidad involucra a Russell, su amante Ottoline Morrell y el joven Ludwig Wittgenstein —cuya tempestuosa relación con Russell versaba solo sobre matemáticas. Para quienes admiran la escritura filosófica, precisa y fría de Russell, resulta impactante descubrir que su vida personal era caótica.Lamentablemente, pese a lo interesante del tema, The Great Math War también resulta algo confuso. No es el libro adecuado para quien busca una explicación precisa de las matemáticas en cuestión. Bardi escribe con gran entusiasmo y un estilo distintivo, pero a veces es, como diría Brouwer sobre el conjunto de los números reales, “demasiado”:Bardi narra casi siempre en tiempo presente; esto le da inmediatez a los relatos históricos, pero también provoca enredos verbales. Al describir a Wittgenstein en 1920, Bardi declara: “Los problemas de los que solía ocuparse ‘fueron resueltos ahora y para siempre’ en su opinión, escribirá el matemático holandés Dennis Edwin Hesseling en 2003.”
¿Puede la matemática, como insistía Hilbert, reducirse a una secuencia de manipulaciones formales de símbolos, sin significado inherente salvo el que le damos? ¿O está, en consonancia con la perspectiva intuicionista, necesariamente limitada por lo que las personas pueden percibir?
Fuente: The New York Times
Fuente: telam
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