31/10/2025
Científicos resolvieron un enigma clave sobre los dinosaurios depredadores tras el hallazgo de un fósil
 
                                                                Fuente: telam
Un esqueleto excepcionalmente conservado en Montana, Estados Unidos, reveló un dato inesperado
>El hallazgo de un esqueleto completo del El estudio fue publicado en la revista Este descubrimiento transforma la comprensión sobre la diversidad de depredadores en los últimos días del Cretácico.
Durante décadas, los paleontólogos utilizaron fósiles de Nanotyrannus para estudiar el crecimiento y comportamiento del T. rex. Ahora, la evidencia demuestra que esos estudios se basaron en animales diferentes, lo que obliga a revisar muchas hipótesis previas sobre la biología y evolución de los tiranosaurios.El equipo responsable de este avance estuvo liderado por la doctora Zanno y James Napoli, anatomista de la Universidad de Stony Brook.
Durante años, la comunidad científica debatió si los restos atribuidos a Nanotyrannus correspondían a una especie propia o a ejemplares jóvenes del dinosaurio T. rex.Los restos fósiles datan de hace aproximadamente 66 millones de años, poco antes de la extinción masiva que acabó con los dinosaurios no avianos.
El problema central residía en que los fósiles de Nanotyrannus presentaban características anatómicas diferentes a las de los T. rex adultos, pero algunos expertos sostenían que estas diferencias podían explicarse por la edad.El estudio utilizó técnicas como el conteo de anillos de crecimiento, que funcionan como los anillos de los árboles para estimar la edad de los animales, y la observación de la fusión vertebral, un indicador de madurez física.
Además, se examinaron rasgos anatómicos fijos en el desarrollo, como el tamaño de los miembros anteriores, el número de dientes, la cantidad de vértebras caudales y los patrones nerviosos del cráneo.Napoli, coautor del estudio, explicó en el comunicado de la Universidad Estatal de Carolina del Norte: “Para que Nanotyrannus fuera un T. rex juvenil, tendría que desafiar todo lo que sabemos sobre el crecimiento de los vertebrados. No es solo improbable, es imposible”.
Los resultados mostraron que las diferencias anatómicas entre Nanotyrannus y T. rex no pueden atribuirse a la edad, sino que reflejan linajes distintos.Este nombre hace referencia al río Leteo de la mitología griega, en alusión a cómo esta especie permaneció “olvidada” a la vista de los científicos durante décadas.
El hallazgo de dos especies distintas de Nanotyrannus en el mismo ecosistema sugiere que la diversidad de depredadores en el Cretácico tardío era mucho mayor de lo que se pensaba.El trabajo concluyó que Nanotyrannus y T. rex coexistieron en los últimos millones de años antes del impacto del asteroide que provocó la extinción masiva.Entre las limitaciones del estudio, los investigadores señalan la necesidad de analizar más fósiles para comprender mejor la diversidad de tiranosaurios y su evolución.
Fuente: telam
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