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24/10/2025

“El gran Gatsby” en dos mil palabras: el contrabandista enamorado que se volvió un héroe

Fuente: telam

La novela de Francis Scott Fitzgerald cumple un siglo mostrando cómo el lujo, la ambición y las contradicciones de los años veinte siguen siendo un espejo de la sociedad moderna y sus aspiraciones

>En la orilla del Long Island Sound, una noche en calma, un hombre se queda inmóvil. Extiende los brazos hacia la oscuridad, buscando algo que brilla al otro lado del agua: una pequeña luz verde que palpita en el muelle de la casa de Daisy Buchanan. Nadie lo ve, pero en ese gesto se concentra el sueño de toda una época. Jay Gatsby cree que puede alcanzar el pasado.

Narrada por Nick Carraway, testigo de los excesos y desilusiones de los años veinte, El gran Gatsby despliega la ilusión del éxito como promesa de redención. En esa costa del Este donde se alzan las mansiones de East Egg y West Egg, la prosperidad posterior a la guerra se disfraza de felicidad. Gatsby, de origen humilde, ha acumulado una fortuna misteriosa para recuperar a Daisy, la mujer que amó antes de partir al frente.

Esta es la historia que se cuenta en la edición abreviada que presenta Leamos, la editorial digital de Infobae. Y también en su audiolibro, ambos de descarga gratuita.

La trama de El gran Gatsby se desarrolla en una década caracterizada por profundas contradicciones. Tras la devastación de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de gripe de 1918, muchos estadounidenses, como los personajes Jay Gatsby, Nick Carraway, Daisy y Tom Buchanan, se entregaban a una vida de celebraciones y excesos. Este ambiente de “días de vino y rosas” propició un consumismo exacerbado, donde los protagonistas exhiben tanto sus sueños como sus inmoralidades. El narrador, Nick Carraway, un hombre culto y sensible que emigra desde el medio oeste, encarna los valores idealistas del sueño americano, eje central de la novela. Su mirada reflexiva permite observar las luces y sombras de esa quimera, expuestas con crudeza a través de los personajes.

La pareja Buchanan representa el reverso más oscuro del sueño materialista. Tom Buchanan se muestra como un hombre despiadado, sin escrúpulos y abiertamente racista, que desprecia a quienes no han heredado una fortuna. Frente a ellos, la novela destaca las virtudes de quienes persiguen la prosperidad de manera honesta, como Nick Carraway o los trabajadores del Valle de las Cenizas, la zona que separa Long Island de Nueva York. Estos personajes contrastan con quienes alcanzan el éxito por medios ilegales o derrochan su fortuna de forma ostentosa, como los Buchanan.

El carácter visual de la novela ha propiciado numerosas adaptaciones cinematográficas a lo largo de un siglo. La versión más reciente, dirigida por Baz Luhrmann en 2013, plasma los excesos y contradicciones de los años veinte a través de un seductor y soñador Leonardo DiCaprio en el papel de Gatsby y una Cary Mulligan que encarna a Daisy con una mezcla de conciencia y entrega al amor idealizado.

El desenlace de la novela ofrece una visión tanto reivindicativa como escéptica del sueño americano, especialmente a través de su protagonista. “Gatsby creía en la luz verde, en el futuro orgásmico que con el paso de los años retrocede ante nosotros”, una de las citas más emblemáticas de la obra, resume la tensión entre la esperanza y la imposibilidad de alcanzar ese futuro prometido.

La narración, filtrada por la conciencia de Nick Carraway y un tono poético, remite al pasado y a la visión de los primeros emigrantes europeos ante la vastedad de los bosques vírgenes, símbolo de esperanza y de un porvenir prometedor. Para Gatsby, la redención reside en su sueño romántico e idealista de ser digno de Daisy Fay. Así, Fitzgerald transforma a un contrabandista enamorado en el héroe norteamericano por excelencia, un personaje que, pese a su trágico final, se convierte en una figura literaria inmortal y fascinante: “el gran Gatsby”, según el análisis de Eulalia Piñero Gil publicado en The Conversation.

Fuente: telam

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