18/10/2025
A expensas del dólar, el oro gana lugar en las reservas mundiales: a qué precio llegaría en 2026, según un banco internacional

Fuente: telam
El metal precioso suma demanda institucional y aumenta su incidencia en medio de la incertidumbre geopolítica. Dos bancos internacionales analizaron el fenómeno. Uno de ellos proyectó que en 2026 el precio llegaría a USD 4.900 la onza
>La reconfiguración de las reservas mundiales avanza con fuertes cambios en la composición de los activos de bancos centrales y autoridades monetarias. El oro aumentó su participación en las reservas globales de metales preciosos y divisas, desplazando al dólar, según informes recientes.
Según un informe de Deutsche Bank, la porción de oro dentro del conjunto de reservas mundiales de metales preciosos y monedas extranjeras trepó hasta el 30%, desde el 24% que se registraba antes del inicio de esta suba.
El crecimiento del precio del oro y el retroceso relativo del dólar captó la atención de analistas e inversores. Michael Hsueh, analista del área de Research de Deutsche Bank, subrayó que la expansión del oro en las reservas responde tanto a la valorización del activo como a una tendencia de algunos países y bancos centrales de diversificar sus carteras. Según su análisis difundido el último viernes por The Wall Street Journal, “si la participación del oro se equipara con la del dólar, el precio del metal debería ubicarse en torno a los 5.790 dólares por onza, bajo el supuesto de que los volúmenes actuales de oro en reservas del sistema global permanezcan sin cambios”. Bajo ese escenario, oro y dólar llegarían a representar cada uno cerca del 36% de las reservas internacionales combinadas.
Entre las causas que podrían explicar la menor preferencia por el dólar, el informe de Deutsche Bank menciona el posible efecto de la percepción de sobrevaluación de la moneda estadounidense, así como el impacto de decisiones geopolíticas recientes -como el congelamiento de activos rusos tras la invasión a Ucrania- que incrementaron la incertidumbre para países con importantes reservas en dólares. Al respecto, la publicación destaca que la estructura financiera global sigue conservando una fuerte impronta de la moneda estadounidense, que continúa siendo la referencia casi obligada para la cotización y el comercio de las materias primas.Dentro del ambiente de transformación, Joseph Kalish, estratega global de Ned Davis Research citado por The Wall Street Journal, caracterizó el momento como el de un “desenganche” paulatino de ciertas economías no alineadas y la erosión de confianza en las monedas fiduciarias. Para Kalish, “esto da impulso a la función del oro como nuevo anclaje monetario y multiplica el atractivo del oro y otros metales preciosos entre inversores”.En ese contexto, las perspectivas hacia el futuro inmediato adquieren interés adicional.
Proyecciones de Goldman Sachs sostienen que el precio del oro continuaría su escalada y alcanzaría los 4.900 dólares por onza hacia el cierre de 2026. Según Lina Thomas, analista de la firma, el fenómeno no constituye un episodio de especulación irracional. “El aumento del precio del oro está basado en fundamentos, no en un frenesí”, afirmó en un briefing de la firma. El avance del oro responde a señales estructurales como el continuo proceso de compras por parte de bancos centrales, la reacción de inversores privados ante los cambios en la política monetaria de la Reserva Federal de EEUU y la búsqueda global de refugios de valor en un escenario de dudas fiscales y políticas.El ciclo actual difiere de otros repuntes extraordinarios en el mercado del oro, como el de fines de los 70s, señala Goldman Sachs, pues aquel ciclo se asoció a crisis políticas profundas que forzaron a muchos inversores a buscar alternativas fuera del sistema financiero tradicional. Si preocupaciones similares resurgieran, dice Thomas, la tendencia hacia una diversificación más marcada de activos de reserva podría acelerarse y llevar las cotizaciones del oro aún más lejos, frente a la magnitud relativamente acotada del mercado aurífero respecto al de bonos del Tesoro o de acciones.Esta dinámica se inscribe en un contexto donde, además de las acciones de los bancos centrales, factores como el cambio en la política de tasas de la Reserva Federal influyen sobre las estrategias de los principales inversores.
A fines de septiembre, Deutsche Bank publicó un estudio sobre la evolución del precio del oro desde 1920, en el que se observa la gran estabilidad del precio del oro respecto del dólar, incluso en la década de la depresión y, a posteriori, pese a la Órden Ejecutiva con la que en 1933 el entonces presidente de EEUU, Franklin Delano Roosevelt exigió a los ciudadanos norteamericanos a entregar sus tenencias de oro a la Reserva Federal y la “Ley de Reservas de Oro” de 1934, que transfirió las tenencias de oro de la Fed al Tesoro, devaluando el dólar de 20,67 a 35 por onza y dejó definitivamente atrás la era del “patrón oro”.
Al fin de la segunda guerra, los acuerdos de Bretton Woods, materializados en 1946 con la creación del FMI y el Banco Mundial, instituyeron el patrón dólar-oro, al tipo fijo de 35 dólares por onza. Hasta que en agosto de 1971, con las reservas aúreas muy disminuidas y ante la presión de países europeos (en particular, Francia) que reclamaban la conversión a oro de sus tenencias de dólares, el entonces presidente Richard Nixon decidió unilateralmente la inconvertibilidad del dólar, defaulteando el compromiso asumido 27 años antes, iniciando la etapa de los tipos de cambio flotantes.
Fuente: telam
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