15/10/2025
El suicidio de Leonardo Simons: tres cartas, los intentos de salvarlo y su vergüenza por un escándalo familiar

Fuente: telam
El animador de clásicos como Sábados de la bondad y Finalísima se quitó la vida el 15 de octubre de 1996, hoy hace 29 años, avergonzado por la denuncia de coimas que pesaba contra su hermano, el juez Carlos Wowe
>“Juez preso por coimero”, había titulado el diario Crónica en una nota del lunes 5 de agosto de 1996. Hoy en día, basta mirar los portales de noticias para entender que los escándalos que sacuden a los tres poderes de la Nación son mucho mayores que aquel que horrorizaba a toda la Argentina a mediados de los ‘90. Sin embargo, por aquellos años, la publicación de ese informe se clavó como una daga de vergüenza en el corazón de Leonardo Simons.
“Nos convertimos en modelos que podemos ser imitados, por eso nuestras actitudes deben ser dignas y respetables”, había dicho en una entrevista de 1993, cuando había decidido dejar Canal 9 para aceptar la propuesta de la emisora por entonces situada en la calle Pavón 2444. No imaginaba entonces que su propio hermano, iba a ser condenado por haberle pedido una coima para “arreglar unos expedientes” al periodista Bernardo Neustadt. Y que, inevitablemente, los medios de la época iban a hacer referencia a su vínculo con el magistrado cada vez que hablaran del caso.
Falleció de manera inmediata. Y la noticia dejó perplejo a todo un país. Según relataron las secretarias del animador, Leonardo se había sentado de espaldas sobre el marco de la ventana y les había pedido que no lo agarraran. En ese momento, las mujeres tomaron conciencia de cuál era su intención, de manera que corrieron para tratar de salvarlo. Y, justo cuando él comenzaba a balancearse hacia atrás, lo tomaron de los pantalones. Pero Simons, seguro de su decisión, se desabrochó el cinturón y se dejó caer al vacío en paños menores.
A las chicas, que por entonces tenían 19 y 13 años, les había escrito con lápiz y sin colocar su firma al pie lo que él entendió que les podía servir de explicación frente a semejante pérdida. “Papá prefirió tomar esta actitud que cree valiente porque se me reventó la cabeza y es mejor que ser una carga de por vida para ustedes, estando en un manicomio. Las amo como a nadie amé en este mundo”, decía el papel. Que, obviamente, a ellas no les alcanzó para entender lo que pasaba. Ni para encontrar consuelo.
Finalmente, Simons dejó una carta para sus amigos del alma. “El más sublime agradecimiento por los años de amistad que me dieron y les di. A todos aquellos a quienes respeté, comprendí y fui leal, también mi gratitud, por el cariño ofrecido. Pido perdón por no citar cada nombre, pero algunos saben que fueron como hermanos para mí. Mi bocho explotó y necesita paz. Adiós y hasta siempre. Los llevo en mi corazón”, les confesó.Y luego fue Silvio Soldán, encargado de reemplazar a Simons en Ta Te Show, el que se expresó al respecto. “Leonardo no estaba bien. Sin embargo, luchaba con todas las fuerzas de su alma para que ustedes no se dieran cuenta. Saber que estaban ustedes del otro lado, pienso que, de alguna manera, le acariciaba el alma”, dijo al presentar un homenaje. Tiempo después, sin embargo, el legendario conductor de Feliz Domingo y Grandes Valores del Tango contó que cuando él mismo se había visto obligado a renunciar a Canal 9 por sus escándalos personales con Silvia Süller, su amigo le había dicho que si le pasaba algo similar, se mataba. Y cumplió.
Simons había nacido el 1 de septiembre de 1947 en Villa Crespo como Leonardo Simón Wowe. Siendo un niño, había comenzado a rebuscárselas trabajando en la fiambrería de su padre y haciendo changas como vendedor ambulante. Cuando terminó la primaria, en tanto, logró aprobar el examen de ingreso del colegio industrial Otto Krause, donde cursó sus estudios secundarios. Y, en paralelo, comenzó a animar bailes los fines de semana, lo que le hizo descubrir su vocación de locutor.
Fuente: telam
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