14/10/2025
El preocupante presente del River de Gallardo que parece encaminarse a un fin de ciclo

Fuente: telam
El entrenador no logra encontrarle la vuelta a un equipo que no brinda respuestas en el campo de juego y muchos hinchas “millonarios” se preguntan hace rato si podrá revertir la situación. El último domingo hubo insultos en el Monumental
>Un simple dato que en otro momento hubiera sido irrelevante para los hinchas de River Plate sirve para ejemplificar el presente del conjunto de Núñez: ayer, en el cierre de la fecha 12 del torneo Clausura de la Liga Profesional muchos simpatizantes millonarios estuvieron pendientes del resultado de Platense-Riestra, ya que si los dirigidos por Gustavo Benítez llegaban a imponerse en Vicente López ese triunfo les iba a permitir superar en la tabla anual a los de Marcelo Gallardo, dejándolos, al menos por el momento, afuera de los puestos de clasificación a la Copa Libertadores.
En este rubro se consignan caídas contras rivales de menor valía jugando en condición de local -Riestra, Sarmiento-, con el agravante de que se produjeron frente a un público que nunca falla y suele llenar el estadio Monumental, que luce a pleno cada fin de semana. Se trata de derrotas en serie que remiten a épocas lejanas, nada menos que del pre-descenso. De hecho, el conjunto de Núñez atraviesa su peor racha en 15 años. Un dato curioso: la última vez que perdió cuatro partidos seguidos fue en 2010, cuando Gallardo todavía era jugador.
De todos modos, las estadísticas, si bien sirven para reflejar momentos, son solo eso, estadísticas. Lo peor para los fanáticos de River en este momento es asimilar una incógnita que cada domingo se hace más dolorosa: ¿está Gallardo en condiciones de dar vuelta la historia? ¿O se está ante un irreversible fin de ciclo? De más está decir que si Gallardo llegó hasta acá -otra nueva eliminación de Copa Libertadores sin atenuantes, flojos rendimientos, caídas frente a rivales débiles, un presupuesto superlativo usado a pleno, falla en la elección de jugadores y un largo etcétera- es solo por su apellido glorioso y por su ancha espalda, productos de su brillante pasado con el buzo que supieron calzarse otros notables, como Ángel Labruna, el Bambino Veira y Ramón Díaz.Los hinchas, primero por lo bajo, y ahora cada vez más desembozadamente, cuestionan sin dudar al Muñeco, a quien ven con otro semblante, golpeado, con un discurso ya que no parece convencer, ni a sus dirigidos ni a los que ocupan cada domingo las tribunas. La palabra fue un arma clave de Gallardo en el pasado. En épocas de gloria, cuando el equipo se mancaba, o había un traspié, las arengas del entrenador, sus llamados a “creer” en el equipo alcanzaban para inflar el pecho y mirar el futuro con optimismo. Tanto sus dirigidos como los hinchas confiaban plenamente en el efecto motivador del DT. Esa magia ya no surte efecto y algunos hasta dicen que duele escuchar las conferencias del entrenador. Los insultos del último fin de semana en el Monumental estuvieron dirigidos a los jugadores -nadie se atrevería a personalizarlo en Gallardo-, pero aquellos que conocen el paño dicen que esos dolorosos cánticos también estuvieron destinados para él.La decisión tomada con Acosta suena contradictoria si se recuerda que Gallardo habló en esta etapa de “llevar de a poco” a los juveniles para “no quemarlos”, como se dice en la jerga futbolística. Como ejemplo cabe mencionar el caso de Franco Mastantuono. Este debutó de la mano de Martín Demichelis, pero perdió rodaje cuando regresó Gallardo. Para el Muñeco lo mejor era llevarlo de a poco, no cargarlo de presiones. Incluso se enojaba con quienes le cuestionaban esta decisión, pero a fuerza de grandes actuaciones Mastantuono se impuso, terminó siendo titular indiscutido y vendido al Real Madrid en lo que fue un pase récord.
Todo esto hace pensar seriamente en cuáles son las posibilidades del Muñeco de continuar en el banco millonario. Si bien su contrato finaliza a fin de año, todo hacía prever que luego de las elecciones en el club sería confirmado para que renueve, pensando en la firma de un largo contrato de continuidad. Ahora, nadie puede asegurar que esto ocurra. De acá a fin de año, el objetivo más tangible para River será conseguir un boleto en la próxima Copa Libertadores. En pos de este lugar, tiene varios caminos: clasificar por tabla anual, lograr una plaza logrando el título del Torneo Clausura -hoy está quinto en su grupo y clasifican ocho a la siguiente fase- o ganando la Copa Argentina.
Fuente: telam
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