Sábado 11 de Octubre de 2025

Hoy es Sábado 11 de Octubre de 2025 y son las 02:55 ULTIMOS TITULOS:

10/10/2025

El hotel más peligroso del mundo: cómo es vivir varios días aislado en medio del Atlántico

Fuente: telam

Construido en los años 60 como un faro para guiar barcos en una de las zonas más peligrosas del Atlántico, Frying Pan Tower hoy funciona como un hotel extremo en medio del mar, donde los visitantes deben enfrentarse al aislamiento, la intemperie y la tarea de mantener en pie una estructura corroída por el tiempo.

>Frying Pan Tower es un antiguo faro, situado en medio del océano Atlántico, a 32 millas náuticas de la costa de Carolina del Norte, Estados Unidos. El hotel ofrece una experiencia muy distinta de la que se encuentra en cualquier ¿Quién administra el lugar, cómo funciona y qué motiva a los visitantes a elegirlo? Frying Pan Tower recibe huéspedes durante distintos periodos del año, quienes llegan por mar o aire para pasar unos días aislados del continente y enfrentarse a una de las experiencias más arriesgadas del turismo actual.

Según National Geographic, la Frying Pan Tower nació en 1964 como un faro de apoyo para que los barcos pudieran atravesar una de las zonas más peligrosas del Atlántico. El lugar es conocido como el “Cementerio del Atlántico”, ya que a lo largo del tiempo naufragaron numerosas embarcaciones por bancos de arena y tormentas frecuentes. El diseño de la torre se asemeja al de una plataforma petrolera y sus pilotes están anclados sobre el lecho marino, expuestos durante décadas a la corrosión del agua salada y a vientos intensos.

El acceso a la torre es limitado y riesgoso. Para llegar, los visitantes deben embarcarse en botes de pescadores y soportar un viaje de dos horas en aguas abiertas, o bien pagar un costo superior por un vuelo de 20 minutos en helicóptero hasta el helipuerto ubicado en la azotea de la estructura. Los viajeros deben cubrir el costo de transporte por su cuenta. Una vez en el lugar, se encuentran frente a un espacio que, aunque carece de comodidades habituales, conserva ciertos detalles originales del faro, como salvavidas anticuados, mapas y viejos equipos de radio.

Para hospedarse en el hotel, no existen criterios habituales de lujo. La política de la torre exige que los visitantes colaboren con la limpieza, cumplan ciertas tareas durante la estadía o participen de manera voluntaria en trabajos de mantenimiento. Según National Geographic, el objetivo de la organización es involucrar a quienes llegan en acciones de restauración o actividades que ayuden a sostener la estructura en el tiempo. La experiencia no se define solo por el alojamiento, sino también por la posibilidad de contribuir a la preservación de una construcción histórica.

Durante la estadía, los huéspedes pueden practicar pesca en las plataformas, observar la vida marina y disfrutar del entorno en condiciones únicas. Por la noche es posible ver estrellas desde el helipuerto, donde en ocasiones se realizan reuniones informales, fogatas y eventos comunitarios. Quienes buscan aventura suelen elegir la opción de sumergirse en el mar, utilizar equipo de buceo o fotografiar la fauna acuática desde diferentes ángulos. En ocasiones, ingenieros y técnicos realizaron pruebas de equipos submarinos y sistemas de monitoreo para investigar la biodiversidad del lugar.

Frying Pan Tower funciona como hotel, pero también como puesto de investigación y núcleo ecológico. Según el propietario, una parte del año se dedica a experimentos oceanográficos, instalación de cámaras en vivo y análisis de especies marinas migratorias. El objetivo es transformar el inmueble en una ventana al océano, accesible para investigadores, voluntarios y visitantes que buscan una experiencia alejada de la rutina.

El perfil de quienes se hospedan en Frying Pan Tower es variado. Algunos buscan superar el miedo a la soledad o enfrentar entornos hostiles; otros desean aislarse del continente y probar una rutina diferente. El libro de visitas da cuenta de estadías breves, pero muy intensas, y la mayoría de los relatos subraya la dificultad y el impacto emocional de la experiencia. Las condiciones extremas, unidas al contacto con la naturaleza y la falta de comunicación con tierra firme, definen un turismo singular que combina reto personal y participación en la renovación de una pieza patrimonial única.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!