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02/10/2025

Jorge Martínez: “Me había ido muy bien en la actuación, pero no me supe administrar y me metí en cosas que no entendía”

Fuente: telam

El actor, que este año tuvo un supuesto intento de suicido, en La Casa del Teatro, asegura que pudo superar su depresión. El testimonio de quien hoy se siente contenido por su familia y amigos, habla de sus hijos, de sus amores y de lo que quiere para su vida

>“Ahora estoy disfrutando de las cosas sencillas de la vida”, asegura en diálogo con Infobae. Lo tuvo todo: fama, dinero y mujeres. Y lo disfrutó. Sin embargo, a los 78 años y recién después de haber tocado fondo, Jorge Martínez logró reencontrarse consigo mismo. El galán de telenovelas como Verónica, el rostro del amor, La Extraña Dama y Manuela, entre tantas otras, facturó como pocos actores en la Argentina y tuvo amores resonantes. Pero se equivocó en sus inversiones. Y la adultez lo encontró retirado de los medios y viviendo en la Casa del Teatro. Fue allí donde, a principios de este año y sumido en una profunda depresión, habría intentado suicidarse. Pero hoy prefiere dejar atrás ese hecho desafortunado para enfocarse a pleno en su recuperación y en su aprendizaje.

—Estoy realmente muy bien, pasándola genial en Buenos Aires. Camino muchísimo. Voy de Corrientes y Callao al obelisco, de ahí me voy hasta Talcahuano y Santa Fe y después vuelvo. Estoy comiendo al mediodía en Pepito, a la tarde ya me reúno con mis amigos a tomar café y a la noche voy mucho al teatro. O sea que estoy haciendo una vida de turista en mi ciudad.

—Sí, pero mi intención es volver a la Casa del Teatro. Ya hice todos los trámites así que supongo que en los próximos días ya me mudaré.

—Estupendamente. No sabés cómo te reciben, cómo te tratan... Linda Peretz hace un muy buen trabajo, al igual que los cocineros, los chicos de ordenanza, las chicas que trabajan en la tienda. Son una maravilla.

—¿Y cómo es la vida en ese hogar?

—Usted se fue después de un episodio que no quiere recordar, pero que fue muy duro...

—Fue un momento difícil para mí, pero ya lo remonté con optimismo, con fe, con religión...

—No, yo creo en Dios.

—¿Y hace algún tratamiento psicológico también?

—¿Su diagnóstico fue depresión?

—Sí, una depresión. Pero ya pasó. Punto.

—En ese momento reapareció una exnovia suya, Daphne, con quien se fue a México y hasta se habló de casamiento. ¿Qué pasó después?

—¿Cómo?

—¿Y?

—¿Era la convivencia o ella?

—Es cierto.

—¿En buenos términos?

—Usted quiere estar en su ciudad...

—¿Cómo está hoy la relación con sus hijos Jorge Emiliano, Natalia y Agatha? [N de la R: el primero fue fruto de su pareja con María Cristina Titi Rodríguez y las mujeres de su matrimonio con la actriz Graciela Gramajo]?

—¿Por algún motivo en particular?

—La mamá de sus hijas se ha hecho cargo de ayudarlo en los momentos más complicados, ¿verdad?

— ¿Qué le pasa a usted cuando ve eso?

—¿El matrimonio se terminó por responsabilidad suya?

—Usted era un galán muy codiciado y muchos pueden tener algún prejuicio en relación a su fidelidad...

—¿Se lo dice a ella?

—Hoy requiere de la ayuda de su ex y de la Casa del Teatro, cuando a lo largo de su carrera ha trabajado y facturado muchísimo...

—¿O sea que perdió todo por los malos negocios?

—¿Hoy vive de su jubilación?

—¿Y le alcanza?

—¿Con quiénes se junta?

—Ahí desarrolló su faceta de tenista, ¿verdad?

—¿Usted ya estaba arrancando en la actuación?

—Trabajó con todas las heroínas, muchas de ellas internacionales, y de algunas se enamoró como de Verónica Castro...

—Nombres fuertes como el de Rafaella Carrá. ¿Cómo fue esa historia?

—¿Era tan alegre como se la veía?

—¿Y por qué terminaron?

—¿Cómo fue lo de Lucía Méndez?

—¿Si tuviera que decir quién fue el gran amor de su vida?

—¿Sigue hablando con ella?

—¿Y qué es de su vida? Porque hace rato no se la ve en los medios...

—¿Dejó más de una propiedad en sus separaciones?

—Usted dirá...

—O sea que no solo fueron los malos negocios los que lo dejaron casi sin nada.

—¿Seguro que no cambiaría nada si pudiera?

—¿Y tiene ganas de seguir actuando?

—¿Hoy decide priorizarse usted?

—¿Y qué descubrió en estos meses de instrospección?

—En los momentos difíciles es cuando uno se da cuenta quién vale la pena y quién no...

—¿Hizo algún mea culpa?

—¿Pudo revertir la situación?

—¿Tiene nietos?

Fuente: telam

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