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29/09/2025

Un artesano nicaragüense ransforma la madera del mar en arte y memoria

Fuente: telam

Desde su taller improvisado, Paul Gómez elabora esculturas con materiales reciclados, impulsa la conciencia ambiental y lleva su mensaje a través de exposiciones y ventas en varios países

>De los trozos de madera que el mar deposita en las playas, el nicaragüense Paul Gómez extrae historias y figuras. Este joven artesano ha convertido lo que empezó como un simple pasatiempo en una forma de vida: crear esculturas que unen arte, memoria y conciencia ambiental.

Cuando su abuela murió en 2021, Paul decidió esparcir sus cenizas en el mar. Desde entonces, cada obra que crea es también un homenaje a ella.

La materia prima de Paul no proviene de talas recientes ni de aserraderos. Su trabajo inicia en las playas de Nicaragua, donde el mar deposita troncos, ramas y tablas moldeadas por la sal y el tiempo.

El proceso de elaboración es paciente y exigente. Primero selecciona el fragmento de madera que servirá de base, luego lo corta, lo pule y empieza a darle forma. El lijado, confiesa, es la parte más ardua. Una vez lista la estructura, añade detalles con otros materiales reciclados como metal, plástico, piedras, cuerdas o espejos. El resultado: piezas únicas que oscilan entre lo “abstracto y lo funcional”, afirma.

Hace unos meses decidió dar un paso más y abrió Palo Santo, su propia tienda estudio en Managua.

Allí exhibe y comercializa sus piezas, cuyos precios van desde los 50 hasta los 500 dólares. Desde que inició este camino, ha elaborado entre 50 y 70 piezas, de las cuales más de la mitad ya se encuentran en nuevos hogares. Varias incluso han viajado fuera del país, rumbo a Estados Unidos, México y Francia.

Por eso mismo, su arte, poco a poco, ha ido conquistando espacios y miradas, al punto de que el próximo noviembre presentará una exposición en una galería reconocida de Nicaragua con parte de su producción más reciente.

A pesar de su crecimiento, Paul todavía enfrenta limitaciones. Su taller es improvisado y comparte espacio con su hogar. Uno de sus grandes proyectos es levantar un taller formal que le permita trabajar con mayor comodidad.

Más que vender esculturas, su sueño es que cada pieza lleve consigo un mensaje claro: la importancia de cuidar el medioambiente y valorar la herencia cultural.

Las esculturas de Paul Gómez no son simples objetos decorativos. Son fragmentos de vida convertidos en madera tallada: la fuerza del océano, la memoria de su abuela y la necesidad de preservar el entorno. Su trabajo es testimonio de que, incluso en lo que parece desecho, pueden nacer belleza, historia y sustento.

Fotos: EFE/ STR.

Video: EFE.

Fuente: telam

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