Martes 23 de Septiembre de 2025

Hoy es Martes 23 de Septiembre de 2025 y son las 12:12 ULTIMOS TITULOS:

23/09/2025

Entrevista a Lucas Castromán: el día que Bielsa “lo puso” en el Leeds, por qué no va más a la cancha y cómo ve la revancha entre Racing y Vélez

Fuente: telam

El ex futbolista supo vestir las camisetas de los dos equipos que se juegan su futuro en la Libertadores. Un repaso por su carrera y su actualidad enseñando a los chicos

>La historia de Lucas Castromán vale la pena repasarla una y otra vez. Tuvo una carrera de 15 años de ensueño, jugando al lado de los mejores del mundo. Nació futbolísticamente en Vélez Sarsfield, donde debutó en Primera en febrero de 1998 de la mano de Marcelo Bielsa. Ese año se consagró campeón del Torneo Clausura y se transformó en un extremo muy importante para el Loco. “Marcelo me enseñó no solo cuestiones tácticas, sino a ser una persona íntegra. En esos seis meses, fue una continuidad del crecimiento personal desde mi familia. Me encontré con una persona más que con un director técnico. Fue como un papá, y eso para mí es lo más importante”, recuerda el ex futbolista.

Luego de tres años exitosos en Vélez, Castromán se fue a jugar a la Lazio de Italia, uno de los poderosos conjuntos locales, donde vivió momentos positivos para su carrera y otros no tantos. Compartió vestuario con Juan Sebastián Verón, Hernán Crespo, Diego Simeone y Claudio El Piojo López. El ex mediocampista devenido en atacante quedó en la historia de ese club por haber marcado el segundo tanto en el empate 2-2 contra la Roma, en el derby de la capital en el 2001. Pero su mala relación con el entrenador de turno, Roberto Mancini, lo fue alejando del primer equipo hasta terminar entrenando en Reserva.

Tras su paso por la Serie A, se fue al América de México con un balance negativo. Luego, regresó al fútbol argentino para jugar en Boca Juniors en la temporada 2008 y cerrar su carrera en Racing Club en el 2010, a sus 30 años. “Me retiré un poco cansado de todo, de las cosas ajenas a lo lindo que tiene este deporte. Cansado de las barras bravas, de los aprietes, de que no te paguen, de un montón de situaciones. Cansado de que mí familia no puede ir a la cancha. Yo sentía que era cómplice de las barras. Me sentía culpable de que mi hijo de 9 años no pueda ir a la cancha. No lo podía llevar a ver un partido de fútbol por miedo a que perdamos, por represalias. Entonces, un montón de cuestiones hicieron que me retire joven. Ya no sentía que lo que estaba haciendo valía la pena, porque no lo estaba disfrutando”, revela el hombre de 44 años.

En diálogo con Infobae, el ex jugador habla de todo, sin esconder nada. El momento de su vida que sufrió bullying, el día que jugó un partido con Diego Maradona, Lionel Messi, Lionel Scaloni y Juan Román Riquelme, como lo descubrió Bielsa en un encuentro en Sexta División, la cuenta pendiente que le quedó de su carrera, que figura del Real Madrid le pidió su camiseta, como atravesó el post retiro, por qué recién este año volvió a una cancha de fútbol, y además, hizo un análisis previo de la revancha entre Racing y Vélez por los cuartos de final de la Copa Libertadores, ya que vistió ambas camisetas.

- ¿Qué es de tu vida, Lucas?

- Estoy trabajando con escuelas formativas en Luján. Desde hace casi 12 años lo que hacemos son prácticas de fútbol. Utilizamos un poco este hermoso deporte y el contacto con la pelota para poder desarrollar a un montón de niños desde los 4 y hasta los 16 años. Lo que hacemos son prácticas de fútbol, en las cuales nuestras evaluaciones y nuestro entendimiento en la materia hace que transformemos primero a los chicos a ser buenas personas, con valores y respeto a la verdadera inclusión. Luego, si pueden aprender fútbol y en algún momento se quieren dedicar profesionalmente a este deporte, también les damos un acompañamiento. Hoy, hay un chico que arrancó con nosotros en el 2013 y es profesor. Está dando clases con nosotros así que pasó de alumno a ser profesor de Educación Física y está trabajando con nosotros.

- Sí, porque entendemos que es lo primordial. O sea, en cualquier trabajo que tengas hay una estadística en el fútbol que sólo el 0,01% de las personas pueden llegar a ser futbolista profesional. Por ende, es muy bajo ese porcentaje. Solamente hay uno todavía más bajo que es el de corredor en Fórmula 1. Entonces, diferentes cuestiones y características les van a pasar, y si vos no los formás o no le haces entender que tienen que frustrarse, que tienen que aprender a lidiar con un montón de cuestiones que hacen al crecimiento y a revalorizarse como personas, terminan perdiéndose, terminan en las calles. Entonces, caen obviamente no solamente en delinquir, sino en las drogas y el alcohol y se terminan destruyendo y perdiendo todo lo lindo que habían soñado durante esos 15 o 16 años. Entonces, la idea principal primero son los valores, ser buena gente, para después en el día de mañana la profesión que elijan sea la que puedan desarrollarla de la mejor manera y compartirla con el grupo, que es lo más importante y es lo que te enseña el fútbol, a tener realmente amigos para toda la vida.

- ¿Tuviste entrenadores o compañeros que te bajaron este mensaje tan claro en cuanto a los valores de la vida?

- En tu época era algo natural, ¿no?

- Sí. Le contabas a tu viejo “che papá, me están diciendo gordo. Me están diciendo flaco. Me están diciendo negro. Me están diciendo blanco, amarillo, cuatro ojos o lo que fuera”. Tu viejo te daba bola, pero se cagaba de risa y lo pasaban por arriba. Entonces, vos te tenías que ir cagando a trompadas, a medida que ibas creciendo a los golpes. Hoy, ha cambiado todo eso. Está todo mucho más cuidado, y la verdad es que hay que aprovecharlo. Todo este sistema que hoy estamos viviendo hay que tratar de apuntalarlo y de llevarlo a la perfección. Los nenes más chiquitos lo primero que hacen es agarrar la pelota con la mano y los más grandes tratan de cuidarle lo más posible con el vocabulario. Entonces, en todas las etapas es un desafío hermoso para el niño y la niña, y lo bueno de nuestra escuela también que se caracteriza es la inclusión, la inclusión verdadera, tenemos chicos con TDA, TDA, Asperger, Tourette. Con un montón de capacidades diferentes, y se acoplan y se amoldan todos con todos. Acá no queremos que nadie se sienta distinto. Para nosotros, son todos iguales y todos tienen las mismas expectativas y tratamos de ayudar para que en conjunto podamos lograr algo mancomunado que es una práctica deportiva y un crecimiento para todos a su medida.

- Hoy está un poquito más abierto el tema. El que no padeció bullying, no tuvo vida. O sea, yo recuerdo que corrí desde el cuarto, quinto grado a séptimo a mi casa por bullying. Vivía a dos cuadras del colegio y corría porque me querían pegar dos o tres compañeros de otro curso, porque jugábamos al fútbol en gimnasia y le ganábamos. Yo era muy dúctil con la pelota y por ahí hacía cuatro, cinco o seis goles y le ganábamos siempre. Entonces, solo por el hecho de jugar bien a la pelota me hacían bullying y me querían agarrar a las trompadas. Entonces, me advertían “a la salida te van a agarrar”. Yo les respondía “bueno, a ver si me agarran”.

- ¿Cómo manejaste la situación?

- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Había bullying en Vélez?

- No. Yo llegué a Vélez como el campechano que venía de Luján y viajaba en bondi, que venía con otra ropa distinta y me robaron las zapatillas el primer día de entrenamiento. O sea, la pasé muy mal, pero en ese entonces era como que cada cosa que te hacían te hacía más fuerte y era un crecimiento a diario. Hoy, al estar tan encima de todo, el tema de bullying es como que empezó a trazar todo eso, ¿no? Hoy, miras a alguien y ya tenés que tener cuidado. Con los chicos en la escuelita, si bien están los padres, que están mirando, los profesores tienen prohibido tocar a los chicos. Hay un montón de cuestiones que hay que cuidar y se perdieron un montón de cosas. No solamente el contacto visual, sino también el contacto de la contención, de un abrazo. A veces, los chicos necesitan exponer un montón de cuestiones que están viviendo, de bullying o no, y no lo pueden decir en familia, porque quizás su papá está mal, y si les digo, se va a poner peor. Entonces, nosotros estamos para escucharlos y prestarles el oído, mirarlos a los ojos y hacer contacto visual. Darle una palmada y sentir que le podés dar una mano desde algún punto. Eso es algo maravilloso, ¿no? Entonces, yo creo que lo que hacemos nos nace, nos nace del corazón, lo hacemos porque nos gusta, no lo hacemos para poner chicos en Primera División

- Sí, en 1998. En enero de ese año, me lleva a la pretemporada en el Hindú Club. Debuté en ese torneo que lo ganamos de punta a punta, el Clausura 98. Así que sí, Marcelo es quién me ve en una práctica, me enteré hace poquito, y le comenta a Gabriel Macaya, que en ese momento era el profe.

- Marcelo va caminando por el polideportivo, donde están hoy las piletas de Vélez, y yo estaba jugando en la cancha inferior. Estábamos jugando y me ve Marcelo que agarró la pelota en mi área, la llevó a la otra área y hago un gol ¿no? Y le preguntó a Gaby quién era y en qué división jugaba. Le dijo “esta es la sexta división. Ahora te averiguo”, porque tampoco sabían de todos los juveniles. Era una división muy chica para esa época. Por ahí, si estabas en la Quinta o Cuarta ya te tenían en vista, pero no en la Sexta. Entonces, se informaron sobre mí, y luego Marcelo me lleva a hacer una práctica con Primera. Ahí es donde definitivamente me pone a entrenar con el plantel profesional a fines del 97. Luego, termino debutando en 1998. Tengo la posibilidad de hablar con Gaby (Macaya) seguido. Es una gran persona, un tipo que me ayudó mucho en mis inicios y me contó todo a pie de la letra y la verdad que es fabuloso ¿no? Enterarse así por los personajes principales, por los actores principales, tiene doble mérito.

- No, no, con Marcelo cada tanto le envió un mensaje y me responde. Él tiene sus tiempos también, así que bueno. Hace un tiempo tuve una charla con él. Marcelo me llamó después de la pandemia. Estaba en mi casa, con mi señora y en un momento me suena el teléfono, que no suelo atender, pero lo atiende ella y le dice “Hola sí, mira soy Marcelo Bielsa, ¿se encuentra Lucas?”. Mi señora me hacía señas y me decía “Marcelo, Marcelo”. Obviamente, salí de la pileta corriendo, lo atendí y tuve una de las charlas más largas que he tenido con él, más o menos habrán sido 20 minutos al teléfono. Me contó que no tenía pensado llamarme, pero que tenía mi número por un amigo en común, por un chico que es brasileño que conocí después de mucho tiempo en la vida. También, había conocido a Bielsa. En su momento, le dije al brasilero “mirá, no me des el número de él porque sé cómo es Marcelo, pero cuando lo veas o compartas algo con él, por favor dale mi número y decile que voy a intentar esperar su llamado”. Bueno, Marcelo me dice ese día, “usted sabe que no le tocaba el llamado hoy, ¿no?”.

- ¿Qué le respondiste?

- ¿Tu buen momento en Vélez generó que integres el seleccionado argentino Sub-20?

- ¿Qué te generó representar a Argentina siendo tan joven?

- ¿Te quedó una cuenta pendiente en tu carrera?

- ¿En la Lazio, cómo te llevaste con el entrenador de ese entonces, Roberto Mancini?

- ¿Por qué?

- ¿Qué pasó luego?

- ¿Es cierto que el brasileño Roberto Carlos te pidió la camiseta?

- ¿Tenés muchas camisetas de otros jugadores?

- ¿Qué recuerdo te quedó de ese amistoso en donde jugaste con Messi, Maradona, Scaloni, Riquelme, entre otros?

- ¿A qué edad cerraste tu carrera en Racing?

- ¿Cómo atravesaste el post retiro?

- ¿Nunca más volviste a una cancha?

- ¿Por qué motivo te fuiste?

- ¿Qué análisis haces de cara a la revancha?

- ¿Vélez mereció un poco más?

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!