23/09/2025
Un documental sobre Leni Riefenstahl destapa los secretos más oscuros de la cineasta que fascinó a Hitler

Fuente: telam
La nueva película dirigida por Andres Veiel explora archivos inéditos y testimonios para desentrañar la compleja relación de la cineasta alemana con el nazismo y su impacto en la cultura visual contemporánea
>Leni Riefenstahl quería ser recordada. La cineasta alemana, directora de la infame película de propaganda nazi de 1935 El triunfo de la voluntad, que fue encargada por Adolf Hitler, dispuso que su legado regresara a su lugar de nacimiento, Berlín, tras su muerte. Falleció en 2003, pero no fue hasta 2016 —con la muerte de su pareja, el camarógrafo Horst Kettner— que su exsecretaria donó 700 cajas con fragmentos de sus 101 años de vida: películas caseras, fotografías, cartas manuscritas y grabaciones telefónicas secretas. El destino fue la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, responsable de museos e instituciones culturales en la capital alemana.
Riefenstahl explora artefactos poco vistos del legado de la cineasta para comprender mejor los motivos de su comportamiento. ¿Cómo llegó esta mujer a alinearse con líderes nazis prominentes? ¿Por qué continuó negando su conocimiento del Holocausto años después? ¿Sintió alguna vez remordimiento por sus decisiones, o se convenció de sus propias mentiras?
La película también recurre a material de archivo, incluida una impactante grabación de la aparición de Riefenstahl en 1976 en un programa de entrevistas junto a Elfriede Kretschmer, una mujer de su edad que fue activista antinazi durante la Segunda Guerra Mundial. Kretschmer se mostró escéptica respecto a la supuesta ignorancia de Riefenstahl sobre el pasado, afirmando que “nadie que viviera en una gran ciudad puede alegar que no sabía lo que estaba ocurriendo”. Declaró que habría rechazado la comisión para la película, a lo que Riefenstahl respondió tajante: “Nadie lo habría rechazado. En ese entonces, el mundo entero estaba fascinado por Hitler”.Dado que el diálogo se produjo 30 años después de los Juicios de Núremberg, podría haberse esperado que el público en el estudio reaccionara con asombro ante las declaraciones de Riefenstahl. En cambio, la gente aplaudió. Animada por el apoyo, Riefenstahl continuó hablando: “Hoy en día, es mucho más difícil para quienes no sabían, porque nadie les cree”.“Pensé que no bastaba con organizar un nuevo tribunal y señalarla diciendo: ‘Ella miente’”, dijo a The Post. “Ella es como un prototipo del fascismo”.
“Riefenstahl” se estrenó en agosto de 2024 en el Festival de Cine de Venecia, donde la cineasta fue homenajeada varias veces en el apogeo de su carrera. Maischberger reclutó a Veiel después de ver cómo logró reconstruir la figura del artista conceptual Joseph Beuys a partir de material de archivo en la película Beuys de 2018. Sobre el nuevo proyecto, Maischberger pensó que Veiel “no solo sería capaz de manejar las 700 cajas [de objetos], sino también de transformar lo que encuentre en su propia obra”. Era, además, un director con visión política y formación en psicología; cualidades que lo hacían idóneo para la tarea.Veiel siempre se interesó en la psique alemana y su evolución a lo largo de los años. De adolescente en la Alemania de los años 70, solía encontrarse con personas que no dudaban en decirle: “Eres tan feo. Hitler se olvidó de gasearte”, comentario que, explicó, provenía de una generación “harta de la cuestión de la culpa alemana” tras la Segunda Guerra Mundial. Esto le sucedía mientras Riefenstahl era aplaudida en televisión por evitar acusaciones de complicidad con el Holocausto.El triunfo de la voluntad muestra un mitin nazi de 1934 en Núremberg, con la asistencia de aproximadamente 700.000 personas. En ese momento, Riefenstahl fue elogiada por su visión artística, incluida una toma aérea inolvidable de nazis marchando en formación estricta, una escena que, según Veiel, trataba de “escenificar el poder, la fuerza y el miedo”. Su siguiente gran película, Olympia, documenta los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Utilizó técnicas avanzadas de filmación —múltiples ángulos de cámara, travellings y tomas subacuáticas— para celebrar el cuerpo humano de una forma que sigue influyendo en la fotografía deportiva.
Pero “Olympia” también contiene mensajes inquietantes ligados a la eugenesia nazi, advirtió Veiel.Durante la revisión del legado, Veiel, Maischberger y su equipo buscaron pruebas concretas de que Riefenstahl conocía los crímenes del Tercer Reich. “Aunque destruyó muchas cosas, dejó suficiente para asegurarnos de que no solo tenía una mente política, sino que ya era fascista antes de conocer a Hitler”, aseguró Maischberger. Lo que faltaba lo completaron con más investigación. Al notar que faltaba una sección de una entrevista que Riefenstahl concedió al Daily Express en 1934, recurrieron a los archivos del periódico británico y encontraron que, pese a negar posteriormente su afiliación, allí había declarado que se “convirtió en una nacionalsocialista entusiasta” después de leer una sola página de “Mein Kampf”.
A pesar de la participación de Riefenstahl en atrocidades nazis, Veiel sostuvo que “debe haber acceso” a sus películas, pero solo con fines educativos. Algunas técnicas modernas de cámara se remontan a “El triunfo de la voluntad”, como el tipo de planos bajos que Veiel detectó en grabaciones actuales del presidente ruso Vladimir Putin y soldados desfilando en Moscú.
“Debemos aprender cómo funciona la manipulación”, afirmó Veiel. “Hay que ver a Leni Riefenstahl”.La ideología transmitida por la obra de Riefenstahl “es casi una profecía de lo que estamos viviendo hoy en muchos países”, concluyó Veiel. “Al editar la película, entendí que no es solo una película sobre el presente. Es también como una advertencia desde el futuro”.
Fuente: The Washington PostFuente: telam
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