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21/09/2025

Clima de Negocios: En medio de la tensión Gobierno-bancos, irrumpe la tercera ola de fintechs expertas en innovar en la adversidad

Fuente: telam

Llegan a aportar foco en un mercado en gran medida consolidado. Del “vamos por todo” a la colaboración total con los “viejos”, al objetivo regional y la idea de crecer de manera sostenible

>Más de la mitad de los argentinos elige una billetera virtual como su cuenta principal y más del 70% la usan todos los días. En agosto de 2025 había más de 303 millones de cuentas bancarias (CBU) y de pago (CVU) en pesos, un crecimiento interanual del 32%. En promedio, cada argentino adulto tiene 4 cuentas bancarias y 4 cuentas de pago abiertas a su nombre.

Más allá de lo descripto, en el sector hay algunas sonrisas: se está viviendo el advenimiento de una “tercera ola”. La primera seguramente nació con Patagon, en la “prehistoria” digital, a fines de los ‘90 y antes de la burbuja puntocom, cuando ni siquiera existía el concepto “fintech”. Una era que se consolidó luego con grandes como Mercado Pago e IOL. El brazo financiero de Mercado Libre –la empresa más valiosa de la región con un market cap superior a los con USD 120.000 millones– es cosa seria: en el segundo trimestre del año tuvo un volumen de pagos procesados de USD 64.000 millones, 459 transacciones por segundo y 68 millones de usuarios activos en América Latina.

La siguiente ola fue en la segunda mitad de la década del 2010, con un mega boom de nacimiento de startups empujado por capitales que llegaron a la región en la pandemia y la irrupción fuerte de las empresas cripto, como Lemon, Belo y Ripio. Tiempos también de aparición de grandes billeteras como Naranja y banco digitales como Wilobank y Brubank. Y también empresas como Pomelo, Geopagos, Personal Pay, Credicuotas y Alpréstamo.

Y así se a llagó esta tercera generación, mucho más específica y enfocada en servicios. Y también en gestionar en tiempos adversos. Como todas las pymes argentinas de los últimos 40 años, es verdad, pero estas parecen seteadas para sortear los inconvenientes de estos tiempos (y con ejecutivos jóvenes que, lamentablemente, no conocen otra cosa). Negocios quirúrgicos y más profundos para una industria consolidada, que profundiza la tokenización de servicios. Hay maduración en el sector, y se nota.

Según la cámara, el 53,4% de las fintech locales colaboran actualmente con los bancos; el 21,3% buscan o están en proceso de colaborar; y el 22,4% están abiertas a la colaboración.

El sector tiene novedades de peso a diario. Entre las últimas más relevantes:

    “La industria sigue creciendo, pero el contexto actual es distinto, más sofisticado en cantidad y calidad de productos y de servicios, e integración. Estamos en medio de un proceso altísimo de consolidación, madurez y competitividad”, describió Biocca.

    — Definitivamente, influye. Tenemos cuatro grandes rubros: medios de pago, crédito, inversiones y cripto. El primero, con el surgimiento de las billeteras, está muy bien, lo mismo que inversiones, con 25 millones de cuentas de inversión, una cifra que se multiplicó por 50. En cripto hay 10 millones de cuentas y el año pasado se movieron 15 puntos del PBI en activos virtuales por cuentas de argentinos. Todo eso se vio acelerado por nuestro contexto macro. Sólo un dato: un argentino hace más o menos promedio por mes unos 35 pagos digitales, cuando antes de la pandemia eran apenas 6. Ahí la macro jugó a favor, pero no con el crédito, mucho más castigado, con tasas que están volando. Hay mucho por crecer ahí.

    Según el Informe Anual de Inversión y Capital Privado en Argentina de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), en 2024 se concretaron 62 rondas de financiación: 46 de capital semilla (USD 9,9 millones) y 16 de capital emprendedor (USD 402 millones). Dentro de ese volumen, fintech fue el sector que más capital atrajo, con operaciones de gran escala como la ronda E de Ualá por USD 300 millones, además de transacciones relevantes como Pomelo (USD 40 millones) y tapi (USD 22 millones). Incluso, según el mismo informe, un 43,5% del total de fondos invierte en fintech.

    “Fintech sigue siendo uno de los sectores más atractivos para el capital en Argentina y Latam. Después de una primera generación enfocada en billeteras digitales, pagos y crédito al consumo, hoy estamos frente a negocios de infraestructura financiera, open finance, soluciones B2B, pagos crossborder y servicios que se integran con otros verticales”, destacó Mariano Mayer, Managing Partner & Co-Founder del fondo Newtopia VC y presidente Arcap, entidad que a fin de mes realiza la edición de este año de su tradicional Foro Argentino de Inversiones.

    Esta semana se supo que dos de las fintech de la “tercera ola” se sumaban a la Endeavor, la red de emprendedores de alto impacto que reúne a buena parte de los unicornios argentinos. Son Cashea y Tapi.

    Queremos consolidarnos como la red de pagos líder en Latinoamérica. En menos de tres años logramos construir una red con más de cincuenta y cinco mil empresas para poder pagar, desde agua, luz y gas, hasta redes de depósito y extracción de efectivo en tiendas”, afirma Kevin Litvin, fundador de la firma fintech.

    La empresa, que nació en 2019 con una billetera virtual –Tap, que vendieron a Prex del grupo Itaú dos años más tarde–, tiene operaciones en Argentina, Colombia, Chile, Perú y México y proyecta transacciones por USD 2.500 millones para este año. Además, acaba de comprar Arcus, un competidor que pertenecía a Mastercard en México, y ya realizó rondas de inversión por un total de USD 32 millones de fondos grandes, como el americano Andreessen-Horowitz y el regional Kaszek. Su red ya es utilizada por referentes como Nubank, Mercado Pago, Santander, Ualá, Naranja X y DiDi.

    Cashea, por su parte, nació en Argentina, en 2022, y su foco es ayudar a Venezuela, donde aplican el modelo “Buy Now, Pay Later” (BNPL) que permitió devolver financiamiento a millones de personas excluidas del sistema financiero. Sus fundadores nacieron allí o tienen raíces muy fuertes en un país diezmado con el consumo que desapareció casi por completo, lo mismo que las tarjetas de crédito y débito.

    “Hoy hacemos 1,7 créditos por segundos. Somos el ‘comprá y paga después’ más grande de la región. Financiamos consumo en el punto de venta y reemplazamos a las tarjetas para comprar todo. Somos la tarjeta de los venezolanos. Hay 20 millones de adultos en mi país y la usan 8,6 millones. Más del 90% crédito al consumo pasa por Cashea; es el 4% de PBI, unos USD 4.000 millones por año”, detalló Vallenilla, que tiene 38 años y hace 8 llegó al país. “El ecosistema argentino es tan bueno, que exporta este tipo de modelos para otros mercados. Este año proyectamos facturar unos USD 200 millones y procesaremos USD 4.200 millones. Somos rentables hace dos años y levantamos muy poco capital, apenas USD 2,5 millones”, resumió.

    “En Argentina vimos rondas históricas de compañías Endeavor como Ualá, Pomelo y Tapi, que confirman la confianza en el talento local para crear soluciones con impacto global. Siguiendo esta línea, en nuestro último panel de selección elegimos emprendedores que están liderando la democratización de las finanzas, acercando oportunidades a más personas y, al mismo tiempo, marcando el rumbo para una nueva generación de fundadores que quiere crecer y escalar en mercados cada vez más desafiantes”, afirmó Bearzi.

    Finnovista destaca 5 factores del ecosistema local:

      “Las fintech maduraron. Tras superar la explosiva expansión inicial, caracterizada por una mentalidad de ‘crecimiento a toda costa’, la mayoría adoptaron firmemente una mentalidad de ‘crecimiento rentable’”, destacó un informe de este año de BCG y QED Investor, que detalló que el sector tiene ingresos globales por más de USD 230.000 millones anuales.

      “Somos una cuenta inteligente para simplificar las finanzas de las pymes. Automatizamos cobros, pagos, inversiones, impuestos y servicios para simplificar el punta a punta financiero de empresas de entre 20 y 200 empleados, aunque también trabajamos con un par de corporativos”, detalló uno de sus fundadores, Benjamín Durruty, uno de sus fundadores.

      — ¿A dónde quieren llegar?

      Con el desafío de la IA, la implementación de Open finance (algo así como la apertura e interoperabilidad de los datos financieros entre entidades y a terceros), la tokenización, el foco en servicios especializados y la convivencia madura con los bancos y con las “viejas” del sector, la tercera ola e empresas fintechs de Argentina mira al mundo y va por la promesa de crecer rápido y bien. Habrá que surfear a la Argentina, como hicieron sus predecesores en su momento, como siguen haciéndolo hoy muchas de ellas.

      Fuente: telam

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