18/09/2025
Cómo es Windfield House, la mansión en la que Trump y otros presidentes se alojan cuando visitan Reino Unido

Fuente: telam
Residencia oficial del embajador de Estados Unidos, Winfield House es un enclave estratégico en el centro de Londres, conocido por su exclusividad, estricta seguridad y su papel clave en eventos diplomáticos de alto nivel
>Oculta tras una frondosa barrera de árboles y jardines privados en pleno centro de Según informó la BBC, la mansión se destaca no solo por sus dimensiones, sino también por su historia arquitectónica. El inmueble, reconstruido en la década de 1930 tras haber sufrido un incendio, luce el distintivo ladrillo rojo y el estilo georgiano que le imprimió su propietaria más famosa, Barbara Hutton. El primer piso alberga la vivienda privada del embajador, mientras que la planta baja se reserva para recepciones diplomáticas y actividades oficiales. Desde la calle, la casa permanece invisible, garantizando así el resguardo de sus ocupantes y visitantes ante cualquier mirada curiosa. Esta privacidad, reforzada por la presencia de una guardia armada y rigurosos controles de ingreso, ha sido clave en su función como enclave estratégico para la diplomacia estadounidense en tierras británicas.
Winfield House desempeña un papel fundamental en la agenda diplomática de Estados Unidos en el Reino Unido. No solo es el hogar del embajador, sino también un epicentro para la hospitalidad diplomática y la celebración de eventos que congregan a la élite política, empresarial y cultural de ambos países. Entre las tradiciones más emblemáticas figuran las fiestas del 4 de julio, que cada año reúnen a varios miles de invitados y cuentan con artistas internacionales como Nile Rodgers & Chic actuando en sus jardines. Las instalaciones han sido testigo de espectáculos de grupos como Take That, Duran Duran, Foo Fighters, Ed Sheeran y Bastille, así como de la inauguración de la Semana de la Moda de Londres por parte de destacadas figuras del mundo editorial y social.Además de las grandes recepciones, la mansión acoge cenas de Estado, cumbres internacionales y reuniones de alto nivel en tiempos de crisis. Su función como centro de encuentro diplomático se ha consolidado a lo largo de las décadas, en parte gracias a la flexibilidad de sus instalaciones: salas de recepción en la planta baja, jardines extensos que funcionan como foro para banquetes multitudinarios y hasta espacio habilitado para el aterrizaje de helicópteros. No es de extrañar que haya servido de sede temporal para la élite política mundial durante cumbres históricas y visitas oficiales de presidentes estadounidenses y otros líderes globales.El acceso a Winfield House está fuertemente restringido. Sus jardines, que constituyen el segundo espacio verde privado más grande del centro de Londres, solo ocasionalmente han sido abiertos a visitas guiadas organizadas por colectivos como los Amigos de Regent’s Park, siempre bajo autorización expresa del embajador. Los asistentes a cualquier evento en la mansión deben someterse a múltiples filtros de seguridad: el envío previo de una lista oficial a la embajada, la identificación con fotografía ante la guardia armada y la obligatoriedad de contar con escolta de seguridad incluso para abandonar antes de tiempo el recinto. Este protocolo, aunque estricto, responde a la necesidad de resguardar a altas personalidades y preservar la confidencialidad de lo que allí ocurre.Durante el conflicto bélico, la mansión fue requisada por la Real Fuerza Aérea británica, que empleó sus jardines para operaciones y recreación, incluyendo partidas de fútbol entre oficiales. Al finalizar la guerra, Hutton donó la casa al gobierno estadounidense para su reparación y uso como residencia oficial de sus embajadores. Desde entonces, la propiedad ha acogido a todos los presidentes estadounidenses en visita oficial, incluidos los Trump, Biden y Obama, así como a dignatarios del resto del mundo.
Winfield House ha sido escenario de episodios históricos, como la conferencia de prensa conjunta en 1991 entre Mijaíl Gorbachov y George HW Bush durante una cumbre del G7. Sus muros han presenciado reuniones estratégicas en tiempos de guerra, grandes cenas de Estado y encuentros que han marcado la actualidad diplomática internacional. Además, la mansión mantiene una viva tradición social, acogiendo a celebridades, realeza y grandes nombres de la moda y el deporte, consolidándose como un enclave único en la vida pública londinense.Fuente: telam
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