14/09/2025
Sergio Vila-Sanjuán contra la “sociedad presentista, fragmentaria y tecnologizada”

Fuente: telam
El autor español reflexionó sobre su novela “Misterio en el barrio gótico”, por la que obtuvo el Premio Fernando Lara, entre otros temas
>El escritor español El autor (Barcelona, 1957) ha presentado su novela, que define como un ‘thriller’ que mezcla la alta cultura con la cara oscura de los años 80, el pasado y el presente, “se combinan y se iluminan mutuamente”.
— En la novela, el barrio gótico no solo es un escenario, sino un personaje con memoria propia. ¿Qué tiene este barrio que lo convierte en un territorio tan fértil para la intriga y para la literatura?Es un barrio que tiene mucho atractivo, es mágico, es misterioso. Hay un momento que no sabes muy bien qué paisajes son reales y qué paisajes son reconstrucciones. En cierto momento pensé que era interesante aprovechar el escenario para una trama que tuviera intriga, que tuviera historias humanas, pero que tuviera también una cierta reflexión sobre cómo las ciudades cambian y cómo se enfrentan a su propio pasado.
— Sí, claro. Un periodista es un profesional de la investigación. Y el protagonista de mi novela lo es. En Misterios del barrio gótico, el ejercicio del periodismo lleva al protagonista tanto a seguir historias contemporáneas como a adentrarse un poco en el pasado del propio barrio y van apareciendo episodios muy antiguos: el atentado contra Fernando el Católico o la desaparición del obispo Irurita.
La idea es que en la novela pasado y presente se combinen y se iluminen mutuamente. Y explicar de esta manera que el peso del pasado en nuestras vidas es muy fuerte, pero en las ciudades también lo es.— Sí. He intentado que efectivamente se mezclen temas de alta cultura, imágenes del arte gótico y la historia medieval, con episodios más contemporáneos y una cierta reflexión autobiográfica sobre mi generación, la de los años 80. Vivimos temas importantes e interesantes como la Transición y el paso a la democracia, pero también tuvo una parte más oscura, la droga, en la que cayó bastante gente de mi generación. Eso aparece también en la novela como una cara B de la trayectoria de todo un colectivo humano.
— ¿Los fantasmas son un recurso literario o también una manera de hablar de lo que arrastramos como individuos y como sociedad?— ¿Cree que lo analógico sigue teniendo un magnetismo especial en la ficción?
— Lo que tiene un peso fuerte en la ficción es el pasado en todas sus formas. Vivimos en una sociedad muy presentista, muy atenta a lo último, muy fragmentaria y muy tecnologizada. Entonces, ciertas formas del pasado nos devuelven un poco la memoria de maneras de ser desaparecidas. Entonces, claro que tiene un peso muy fuerte. Yo he intentado volver a una serie de imágenes, costumbres y ritos que devolvieran al lector esa idea de que el pasado está aquí.— A mí me interesaba mucho que los personajes de la novela tuvieran carga humana. El periodista, el protagonista, espero que la tenga en buena parte porque le he cedido algunos de mis recuerdos y experiencias. Pero creo que todos los personajes son muy singulares, cada uno en su género, y todos buscan la comunicación. Quería explicar también cómo se relaciona la gente de generaciones diferentes, cómo hombres y mujeres de una edad se comunican con quienes podrían ser sus hijos y sus nietos.
— ¿A qué sabe el Fernando Lara?Fernando Lara fue un editor, hijo de José Manuel Lara Hernández, fundador de la editorial Planeta. Era un editor brillante, y me hace ilusión recibir este premio que lleva su nombre y que además en su primera convocatoria recayó en un escritor que para mí fue un maestro, Terenci Moix.
Fuente: EFEFuente: telam
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