14/09/2025
El estudio sobre la minería mundial que anticipó la continuidad de la fiebre del oro
Fuente: telam
Un informe global de PwC en base a los balances en 2024 de 40 grandes mineras analizó la dispar suerte entre el metal precioso y los demás minerales y la enmarcó en “dominios” y grandes tendencias. La emergencia de las “geofinanzas”
>La industria minera global afronta un escenario de transformación profunda, impulsada por mega-tendencias como la urbanización, la transición energética y la evolución tecnológica, a la vez que enfrenta desafíos de concentración geográfica, volatilidad de precios y nuevas exigencias sociales y ambientales, dice un estudio de la consultora internacional PwC que analizó los resultados que obtuvieron en 2024 las 40 principales compañías mineras globales.
De hecho, el Ebitda promedio de las mineras no auríferas cayó desde 24% en 2023 a 22% el año pasado, mientras las auríferas se beneficiaron de los precios récord del metal precioso, sus ingresos crecieron el 15% y su Ebitda mejoró un 32% “gracias al apalancamiento operativo”.
El estudio analizó la minería mundial en función de los “dominios” (Domains) o usos de los diferentes minerales: qué cosas se producen (Make) o construyen (Build) con ellos, su aporte o no a la movilidad (Move), a la generación de energía (Fuel & Power), a la alimentación (Feed) y al cuidado (Care).
Por caso, destaca, en el “dominio” de la energía a pesar del crecimiento de las fuentes renovables, el carbón representó el 35% de la electricidad generada en 2024, mientras que la energía nuclear, dependiente del uranio, aportó el 10%.
Además, la minería provee minerales esenciales para tecnologías de almacenamiento y transmisión de energía renovable. En movilidad, los metales del grupo del platino (PGMs) han sido clave en la reducción de emisiones de motores de combustión, pero su protagonismo podría caer al electrificarse el transporte. De otro lado, la demanda de litio, cobalto, fosfato, níquel y manganeso aumentó con el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos.En salud, la minería aporta mucho más que oro y plata para empastes dentales. Titanio, cobalto, PGMs y níquel se emplean para fabricar herramientas quirúrgicas, implantes, prótesis y equipos médicos. El uranio es crucial para la producción de radioisótopos médicos utilizados en equipos de imagen como resonancias magnéticas y tomógrafos computarizados.
La construcción urbana requiere acero (a partir de mineral de hierro, manganeso y carbón metalúrgico), cobre, aluminio, zinc, estaño y níquel. Agregados como cal para cemento, piedra, arcilla y arena son imprescindibles en infraestructuras como carreteras, puentes y edificios. En manufactura, casi todos los bienes contienen insumos mineros: el oro se usa en joyería de lujo, el acero inoxidable en electrodomésticos y maquinaria industrial, y varios metales sirven para fabricar aviones, tecnología espacial y sistemas de defensa.Otra advertencia es que en un mundo geopolíticamente turbulento aumenta el “riesgo de concentración”, asociado a factores naturales o humanos que hacen que la provisión de ciertos minerales dependa de un país o puñado de países.
Al respecto, PwC precisa que China es responsable de más del 50% de la producción de 18 minerales y detenta más del 10% de las reservas de otros 35. Le sigue Estados Unidos, que produce más del 50% de 7 y tiene más del 10% de las reservas de otros 12. El procesamiento de muchos minerales también se concentra en China, incluso en aquellos donde no es el principal productor. Un caso extremo es de las tierras raras, en el que el gigante asiático detenta el 69% de la producción y el 92% del procesamiento, lo que da un enorme poder negociador, como se evidenció en el conflicto por las “tarifas recíprocas” que anunció Donald Trump el 2 de abril. Dos días después, China inició un sistema de controles y permisos para la exportación 7 de esos 17 elementos y publicó una “lista de control” de 15 empresas a las cuales no proveer tierras raras, de las cuales 14 eran empresas del sector de defensa y seguridad de EE.UU.En cuanto al oro, otro factor es puramente geopolítico: recientemente políticos de Alemania e Italia exigieron públicamente que sus gobiernos “repatrien” las reservas de oro que sus países guardan en EE.UU., por unos USD 245.000 millones. Esta demanda, no limitada a Europa, advirtió una columna editorial del diario británico Financial Times, se origina en dudas sobre la estabilidad del sistema financiero internacional liderado por EE.UU. y la estabilidad del dólar como moneda de reserva global.
A 25 metros de profundidad, con extremas medidas de seguridad, en el lecho rocoso de la isla de Manhattan, la Reserva Federal de Nueva York custodia oro de EEUU y de países extranjeros, no solo Alemania e Italia (cuyos bancos centrales le siguen en el ranking de reservas de oro). Un volumen aún mayor se almacena en Fort Knox, Texas, en un complejo considerado inexpugnable.
Solo la geopolítica puede perforar esas barreras. La reciente ola de pedidos de repatriación refleja también la preocupación, expresada en un alerta de la Taxpayers Association of Europe (Asociación de Contribuyentes de Europa), por la posibilidad de que Trump interfiera en la independencia de la Reserva Federal (Banco Central) de EEUU.
Fuente: telam
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