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08/09/2025

El imperativo de la libertad venezolana ante la indiferencia regional

Fuente: telam

El drama venezolano exige colocar la liberación y la protección de los derechos humanos por encima de la retórica diplomática y los intereses de aquellos que justifican o minimizan un régimen señaladamente represor y criminal

>Ya llegó -por parte de los eternos cómplices de la dictadura venezolana- la sensibilidad escamoteada, la sumisión ante la impostura y el cinismo ante lo que se padece. Lo de algunos miembros de la CELAC es penosamente eso. Ingresamos en la escenografía donde el discurso de tribuna -cojo- se aleja de la realidad y se comienza a dictar cátedra de moral con intencionalidad aviesa. Arrancó, una vez más, el “antiyanquismo” de siempre que les brota desde el inconsciente.

¿Qué no se entiende que Venezuela está hace décadas “secuestrada” por un grupo delincuencial y que eso que allí se padece es una guerra? ¿Quién no comprende que son asaltantes con patente de corso -que ellos mismos se expidieron- para robar, traficar y consolidar un terrorismo de la peor especie en el continente? ¿Y quién no sabe qué tristes personajes del perfil de los José Luis Rodríguez Zapatero -como epítome del interesado ante el oprobio Maduresco- pulularon haciendo negocios non sanctos y acuerdos indecorosos con los terroristas y el dinero sufriente del dolor venezolano? Son el Fausto de Goethe que siempre anida en lo miserable de algunas almas.

En Venezuela y Cuba han montado un foco agraviante de desestabilización continental cobijando intereses terroristas iraníes, este no es solo entonces un tema de los Estados Unidos. (Esto debería causar alarma a los CELAC y no repetir su mantra de siempre). Esto lo sabemos de memoria, está a la vista, se ufanan públicamente de ello hasta en las lanchas iraníes que les donaron para el combate fluvial. Desde “supermercados” hasta negocios de “inteligencia” han instalado los chiitas a cara descubierta y sin stress de nadie en toda Venezuela mientras montan operativos continentales de terror en el pasado reciente. (Y del dolor que causan los iraníes pregunten en Argentina y verán que nada de esto es ficcional). Y lo peor es que toda esta depredación se hace castigando de hambre a sus pueblos, ganando también así otro galardón indecoroso al ser el continente de mayor inequidad del planeta.

¡Somos esa vergüenza y por eso los ocho millones que emigraron de Venezuela ante el rugido de las bestias son la prueba viviente de la alienación criminal que buscó destrozar más vidas que una guerra civil como la de Siria!

¿Es en serio que no se conoce el andar del terrorismo bolivariano que se cobija y anida en Venezuela y que compromete la seguridad del continente? ¿Cuánto hace que hay conciencia fidedigna que hasta la familia de Maduro circunvala esos rentables negocios? ¿O nos olvidamos de sus sobrinos y otras joyitas que forman parte de su círculo íntimo?

Todo esto y mucho más acaece allí, con estos terroristas y violadores de los derechos humanos. Son las dos caras de Jano, el mismo pecado con distintas dimensiones. Uno, esclavizando a su pueblo y otro, intoxicando al continente con su droga.

¿Cuántos muertos tienen que ocurrir en Venezuela para entender que todo tiene un límite? ¿Lo entienden los moralistas (inmorales) a miles de kilómetros del infierno? No voy a llegar al planteo de Santo Tomás de Aquino justificando el tiranicidio, pero cuando los pueblos se liberan del yugo que los oprime siempre son extremistas con sus propios bárbaros (Mussolini, Ceausescu, Gadafi). La historia no suele ser benévola cuando se quiebran las amarras tiránicas.

El sátrapa de Nicolás Maduro, su enemigo-amigo Diosdado Cabello y la troupe integrante de la asociación ilícita que componen son terroristas de Estado, pero lo que es tan grave como eso, es que son terroristas que exportan sus drogas hacia afuera de su país. Repito: doble accionar criminal, para adentro y para afuera.

¿Qué se pretendía que Estados Unidos eternamente los aplaudiera y no les cortara el chorro de criminalidad que impulsan cuando inoculan con su droga envenenando y matando a su gente? Se cansaron y ejercen su defensa ante lo que entienden es una agresión a su integridad y soberanía. Será un tema norteamericano como fundamentan sus acciones y como las protagonizan, pero no me quita el sueño ese asunto. Deberíamos asumir la prioridad de la libertad de Venezuela. Más bien convendría ubicarnos en el club de los que están hartos de la mentira bolivariana eterna, del manoseo a la buena fe ante las ilusas negociaciones siempre irrespetadas por los tiranos y sabiendo que alguna justicia en algún lado habrá que operativizar con el terrorista asesino que se robó la voluntad de un pueblo el 28 de julio. Y la justicia, solo los pueblos saben cuál es la correcta para ellos mismos, nadie le va a dar lecciones a los venezolanos sobre tan espinoso asunto. Nadie. No vengan entonces con moralinas de papel y en los corrillos todos esperan que alguien actúe. Basta entonces de doble discursos.

Y por supuesto, todo esto dentro de un escenario de tensión de derechos. ¿O iba a ser fácil el final de este drama? ¿O alguien imaginó que la rendición dictatorial sería con el Ave María sonando a todo vapor en una iglesia? ¡Por supuesto que es violento detener terroristas! ¡Pero más patético y vergonzante es no criticar a esos terroristas de Estado, no clamar por la liberación de los detenidos en la oscuridad de la tortura venezolana o la desaparición humana como opción de chantaje! ¿O solo los desaparecidos del sur del continente tienen derecho a la memoria, justicia y al respeto de su recordación? ¿Y ni una palabra de crítica ante un psicópata criminal como Diosdado Cabello que amenaza la integridad física de una mujer política que representa a casi toda Venezuela y que está obligada a vivir en la clandestinidad por razones de seguridad? ¿Ni una palabra de esto? Es repugnante cuando el lugar común y la miseria aprietan, y algunos saltan por el mismo lodazal agarrados de normas que el primero que las irrespeta es el dictador. ¡Y siempre -algunos sensibles amantes de la revolución que nunca fue- invirtiendo el orden de prioridades, siempre la misma cantinela!

En mi país, Uruguay, cuando tuvimos un conflicto con la Argentina, nosotros -que somos tan pequeños- se le pidió ayuda a Estados Unidos si el conflicto de las papeleras escalaba. Allí están las palabras del Dr. Tabaré Vázquez (líder histórico de la izquierda uruguaya) que no me dejan mentir. Es que en la vida uno nunca sabe cuándo y cómo se recorre el destino de una nación. “Yo fui a visitar al presidente Bush, quien tuvo la amabilidad y gentileza de recibirme. Me recibió en la Casa Blanca. Era un momento muy particular de las relaciones entre Uruguay y Argentina por el tema del bloqueo de los puentes. Fui por razones comerciales, para estrechar los lazos comerciales de ese país y el nuestro, pero también Uruguay necesitaba un respaldo, como dice Martín Fierro ‘todo gaucho necesita un palenque’”.

Hoy, Estados Unidos es el protagonista de horas clave en Venezuela de manera directa o indirecta, nadie lo sabe, depende entonces de cómo actúe y de cómo utilice su propia capacidad. Buena parte del continente liberal está con la liberación de Venezuela. Alentamos a la lucidez y a la habilidad para lograr que los venezolanos concreten su sueño libertario. Ellos son los verdaderos dueños de su destino. Pero no los dejemos solos, no juguemos al “chancho rengo”, es demasiado lo que se juegan y ya han padecido demasiado. Demasiado. No sería ético, además, cuando coronen su retorno a la democracia poner cara de felicidad sin estar en la brega previa. La película hay que verla completa. Y como decía Alfredo Zitarrosa: “Así pues no habrá camino que no recorramos juntos, tratamos el mismo asunto, orientales y argentinos, ecuatorianos, fueguinos, venezolanos, cuzqueños, blancos, negros y trigueños, forjados en el trabajo nacimos de un mismo gajo del árbol de nuestros sueños”.

Fuente: telam

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