27/08/2025
El Gobierno sigue dominado por el caso Spagnuolo: respuesta limitada y sin señal para su propio público

Fuente: telam
El oficialismo se ajusta a su discurso y busca reponer el tono de campaña, con Milei a la cabeza. Pero también se muestra condicionado por incertidumbres sobre la extensión del tema corrupción, surgido en el área de discapacidad. Señales de las primeras encuestas
>Las encuestas que, velozmente, comenzaron a medir reacciones sociales frente al caso Spagnuolo exponen una amplia gama de números negativos para el Gobierno y también uno que podría ser considerado al menos como un respiro por Olivos, aún bajo efectos del sacudón: una franja propia que descree de los audios del ex funcionario. Ese público fiel va más allá de la limitada reacción del oficialismo, que busca cerrar el tema como una operación de campaña. Y a pesar del cimbronazo, intenta reducirlo al uso político visible, sin entrar en la cuestión de fondo, es decir, el audio que habla de un circuito de corrupción en el área de discapacidad. Son muchas las inquietudes que alimentan tal cuidado: versiones sobre más grabaciones, otros involucrados, hasta algún video.
El costo más evidente del caso y de su repercusión -muy amplia, según coinciden sondeos que acaban de ser difundidos y analizan consultores- es que golpea en la línea central del discurso: la batalla contra la “casta”. Ese impacto inicial podría medirse antes que nada en términos de pérdida de confiabilidad. Es un rubro difícil de sostener para todas las gestiones. El índice de confianza de la Universidad Di Tella -un trabajo siempre reconocido en medios políticos y económicos- ya había señalado un retroceso en la medición de la gestión de Milei.
Una encuesta que acaba de difundir la consultora Management & Fit incluye datos que le dan mayor dimensión a ese vacío de respuesta. Sobresale el registro del nivel del sacudón: muy amplio conocimiento del tema (94,5% de los consultados), alto registro sobre la gravedad del caso (73,2%) y fuerte demanda de una respuesta presidencial (81%). También anota un dato con doble lectura: casi el 60% expresa de diferente modo que lo que dice el audio es cierto, pero visto en espejo aparece un tercio que considera que no es verdad.
Con ese cortinado de fondo, no resulta extraño que hayan circulado desde el último fin de semana especulaciones sobre una falta de voluntad de combate en las redes sociales. Podría ser resultado directo de las limitaciones de discurso impuestas, pero no faltan señalamientos sobre el cuadro interno. Voceros del oficialismo niegan cualquier ingrediente doméstico. Es un tema especialmente sensible. Guillermo Francos se encargó incluso de desandar declaraciones que colocaban un foco sobre Victoria Villarruel.
Camino a las principales pruebas electorales que se vienen, el interrogante mayor es si esto puede afectar y, en todo caso, cuánto la intención de voto. Por supuesto, en el circuito de los consultores, nadie arriesgaría cifras terminantes. Asoma una franja que se dice dispuesta a reconsiderar su voto y no está claro cómo podría evolucionar, entre otras razones porque el caso en sí mismo está lejos de ser cerrado. Con un agregado, que es el modo en que corrió el foco político, al menos de momento, con reflejo en la campaña.El plan básico del mileismo combina entonces la acotada respuesta frente al vendaval de los audios y la necesidad de darle impulso final a la campaña bonaerense. Después del silencio de las primeras horas, Olivos se impuso un par de pasos de manual: mensajes medidos a cargo de su voz política, el jefe de Gabinete, seguidos por Lule y Martín Menem, y cargas para mezclar todo como parte de una ofensiva de “los de enfrente” para desestabilizar la gestión de Milei.
El Gobierno sigue con atención los pasos que se suceden en la investigación a cargo de Casanello. No es lo único, por supuesto. Se suman inquietudes en base a lo ya conocido y también versiones insistentes sobre ramificaciones. En el primer renglón, se anota la incertidumbre sobre lo que finalmente esté dispuesto a decir Spagnuolo ante la Justicia. Y la certeza sobre la existencia de más audios, no sólo por su contenido sino además por lo que indican: un “trabajo” en continuado.El tema se extiende y no lo hace en soledad. El Congreso refleja en parte casos que se suceden y exponen cruces políticos. Después de meses, volvió a escena el criptogate. No hay avances para investigar la tragedia del fentanilo. Y ahora impacta el caso Spagnuolo.
Fuente: telam
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