11/08/2025
La pintura prerrafaelita triunfa y conquista las pantallas con un medievo idílico

Fuente: telam
La influencia de artistas como Rossetti, Millais y Holman Hunt ha convertido el “medievalismo suave” en una tendencia estética predominante en el cine y las series
>Vivimos inmersos en una corriente estética que transforma el Medievo en un paraíso contemplativo: bosques cubiertos por una bruma suave, claros dorados al atardecer y castillos emergiendo de la niebla como fantasmas benevolentes. Bajo el nombre de “medievalismo suave” se esconde una visión idealizada y nostálgica del pasado, en la que los conflictos y la dureza histórica quedan relegados para darles todo el protagonismo a la belleza natural y la atmósfera lírica.
Al evocar praderas de un verde intenso, arroyos cristalinos y jardines secretos, el medievalismo suave invita al espectador a fundirse con un paisaje casi poético. Allí, cada elemento natural –hojas, flores, musgo– adquiere una dimensión casi sacra.
Hoy, verdes intensos, ocres cálidos y azules profundos tiñen cada escena de un Medievo idílico en la gran pantalla. Nos invitan así a un viaje visual que privilegia el encanto emotivo sobre la fidelidad histórica.
A mediados del siglo XIX, en 1848, surgió en Londres la citada Hermandad Prerrafaelita, fundada por Sus exposiciones iniciales causaron polémica: mientras algunos críticos los tildaban de excesivamente literales o sentimentales, otros aplaudían su minucioso estudio de la flora, la anatomía y la luz. Cada lienzo era concebido casi como un herbario pictórico, donde la representación exacta de hojas, flores y texturas botánicas convivía con narraciones tomadas del folclore, la poesía medieval y la mitología.Además de la exploración naturalista, la Hermandad incorporó a su obra símbolos extraídos de la iconografía cristiana y popular –como la llama purificadora, el cisne o la gruta misteriosa–, otorgando a la naturaleza un papel de escenario místico y espiritual. Las figuras femeninas, idealizadas pero dotadas de intensidad psicológica, reflejaban tanto la melancolía romántica como un anhelo de pureza y redención.Algunas producciones recientes no solo se inspiran en el Medievo como época, sino que lo reinterpretan visualmente desde claves pictóricas decimonónicas.Por su parte, Catherine Called Birdy (Lena Dunham, 2022) ofrece una variación juguetona del medievalismo suave al fusionar cromatismos pastel con un sentido del humor claramente contemporáneo.
En este fotograma, vemos a Catherine y su prima Sophie caminando por el jardín del castillo al amanecer, con sus rostros iluminados por la luz suave del sol que realza los tonos melocotón y rosa de sus vestidos. La expresión traviesa de Catherine, frente a la mirada más contenida de Sophie, ejemplifica el contraste entre espontaneidad juvenil y elegancia aristocrática, mientras las flores del fondo añaden un toque de delicadeza botánica.
En la trilogía de El señor de los anillos (Peter Jackson, 2001–2003) y su spin‑off televisivo Los anillos del poder (J. D. Payne; Patrick McKay, 2022), los claros de Lothlórien y los corredores élficos se erigen como santuarios de luz.Por ejemplo, la figura de Arwen leyendo emerge como un icono de feminidad mística: su rostro sereno, bañado por la luz dorada del bosque, y su gesto contemplativo refuerzan la sensación de comunión entre mujer y naturaleza.
Por contraste, en el siguiente fotograma de Los anillos del poder, un grupo de personajes jóvenes corre libre por una pradera bañada en luz dorada, cruzando un arroyo cristalino.Así, tras celebrar la naturaleza en todas sus formas, el medievalismo suave se revela como un refugio visual y un ejercicio de ecologismo estético. Al proyectar un Medievo idílico y libre de conflictos, recuerda el valor de la belleza contemplativa y del entorno natural con el objetivo de apaciguar nuestras ansiedades.
Fuente:Fuente: telam
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