09/08/2025
La falsa denuncia de abuso sexual que fue investigada y llevó al arresto de la pretendida víctima

Fuente: telam
Denunció a dos hombres por violación. Sostuvo su relato varias veces frente a los magistrados hasta que logró que los arrestaran de modo humillante y los encerraran con otros presos que no les hicieron la vida fácil. Pero una prueba contundente expuso la mentira. Hoy está a las puertas de un juicio oral por falso testimonio agravado
>Fernando Pereyra y Joaquín Álvarez son dos amigos bahienses que tenían una banda de rock y solían tocar en boliches. Hacían covers de La Beriso. Fiorella Damiani era una joven que con frecuencia iba a oírlos tocar. En un momento del año 2017, inició algo cercano a un noviazgo con Álvarez. Entonces, una noche, ellos la invitaron a un departamento con la intención explícita de hacer un trío y filmarlo. Ambas cosas consentidas, sostienen. Y, como veremos, las pruebas los respaldan.
“A las 10 de la mañana teníamos a la policía en el lugar”, recuerda hoy Fernando Pereyra, en charla telefónica con Infobae. “Ella hasta mencionó la ketamina en su declaración para decir que estaba medianamente consciente pero no podía moverse. Según su relato, tanto mi compañero como yo, habíamos abusado de ella con acceso carnal y el agravante de haberla drogado y alcoholizado”.
Por eso ella, al irse, y evidentemente ya con la intención de denunciarlos, hurtó el celular y lo hizo desaparecer, creyendo que así desaparecían también las pruebas.
“Nosotros no difundíamos los videos -aclara éste- grabábamos para nosotros y con consentimiento de los participantes”.
“Ese detalle es muy relevante y es lo que nos absuelve -dice hoy Pereyra-: el encuentro sexual fue grabado en 5 videos de entre un minuto treinta y un minuto cuarenta cada uno. En total, son unos 8 minutos. Entonces, una semana después de aquel día de 2017 en que nos notifican la denuncia, nosotros presentamos el celular con los 5 videos. Allí se veía claramente que había una participación activa de ella y que estaba totalmente lúcida”. Por otra parte, subraya que los videos están grabados “en crudo”. La defensa de Fiorella Damiani alega ahora que están alterados con Inteligencia Artificial, pero fueron grabados en 2017.No solo estaban los videos. En el allanamiento del departamento donde ocurrió el hecho, había algo de alcohol, pero nada de drogas.
La pandemia marcó un impasse en todo el país. Pero luego, de repente, Pereyra y Álvarez fueron detenidos por pedido de la fiscal Marina Lara. El arresto tuvo lugar el 5 de noviembre de 2021. No fue amable. La policía estaba deteniendo a abusadores.
“Me llama la policía con la excusa de notificarme algo y yo les digo sí, claro, estoy en tal dirección. Allí me arrestan. Recién entonces caímos en la cuenta de que la causa no había sido archivada sino que siguió su curso”, recuerda.Ahí cayeron en la cuenta de que los videos no habían sido sumados al expediente, una irregularidad inaceptable pero por desgracia muy frecuente en los tribunales.
“Afortunadamente los habíamos guardado en la nube. Pasamos todo el fin de semana adentro. El lunes, el defensor leyó el expediente. El martes nos facilitó un celular y así descargamos los videos. El miércoles nos presentamos ante la fiscal, Marina Lara, que cuando vio la filmación se dio cuenta de que la denunciante le mintió en la cara no una sino varias veces y, como las pruebas eran irrefutables y contradecían totalmente la versión de Fiorella Damiani, al día siguiente la cita y la confronta. ¿Qué podés decir de esto? Ella responde con evasivas. El jueves nos liberaron”, es el escueto relato de Pereyra sobre esos días de detención.Escaldado por la experiencia, en esos días contrató un abogado, el mismo que lo representa hasta ahora, Ignacio Vitalini, que le pide a la fiscal Lara que inicie de oficio una investigación por falsa denuncia. Ella se negó a hacerlo. Vitalini tuvo que volverlo a pedir bajo apercibimiento a la fiscalía.
La fiscal Lara no había visto los videos, pero eso no justifica el arresto que ordenó, sostiene Fernando Pereyra. En efecto, la funcionaria basó su pedido de detención únicamente en la declaración de la denunciante.La investigación de la falsa denuncia de Damiani se inició mucho más tarde, cuando la doctora Lara se fue del Departamento de Abuso Sexual y pasó a Narcotráfico. “La verdad es que había hecho un trabajo paupérrimo -asegura Fernando Pereyra-. Esto cambió cuando, entre septiembre y octubre de 2024, el doctor Guillermo Mércuri modificó la carátula de falsa denuncia por falso testimonio agravado”.
“Tres veces habíamos pedido la detención de Damiani. Pero el Juzgado de Garantías lo rechazaba con el argumento de que no había riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación, pese a las pruebas contundentes del delito. Nosotros también contábamos con esos supuestos y, al revés que Damiani, no había pruebas en nuestra contra, y sin embargo no se respetaron esas mismas garantías en nuestro caso”, denuncia Pereyra.
El arresto tuvo lugar en abril pasado y la mujer estuvo sólo 5 días en detención porque el delito es excarcelable.
Con el tiempo, Fiorella Damiani se había convertido en consejera escolar -cargo electivo- por La Libertad Avanza. Luego de su detención fue suspendida por 90 días.
Esta causa, y sobre todo el arresto y procesamiento de una falsa denunciante, no tuvo la repercusión que merecía a nivel nacional; sí en Bahía Blanca, donde medios locales, como La Brújula, se hicieron eco del caso y en varias ocasiones le dieron la palabra a las víctimas: es decir, los denunciados.Pereyra no perdió su trabajo porque el Penna es un hospital público y la estabilidad laboral suele ser mayor en ese ámbito. Pero socialmente pagó un alto precio. Mucha gente le dio vuelta la cara. “Era durísimo explicar, aun con las pruebas que teníamos. Imagínense que en mi trabajo preguntaban ¿dónde está Pereyra? Está detenido por abuso…. Tuve que dar muchas explicaciones”.
“Ahora, todo cambió. Pasamos a ser las víctimas”, afirma.
Más allá de este caso, es hora de que la Justicia actúe con más seriedad. No es verdad, como lo afirmó Se puede y lo que está pasando en Bahía Blanca así lo demuestra. Incluso antes de que se modifique lo referido a la falsa denuncia que el Código Penal prácticamente no castiga El feminismo de tercera ola y en particular el MeToo contribuyeron a instalar la idea de que un encuentro sexual que no gustó o incomodó por algún motivo, o del que la persona se arrepintió puede asimilarse a una violación. Es una amalgama que se presta a todos los excesos, arbitrariedades e injusticias. Se equiparó cualquier desacuerdo o molestia en el transcurso de la relación con un abuso sexual. Hoy se están viendo las consecuencias del dogma inaceptable “yo te creo hermana” y del “empoderamiento” malsano que generó.
Fuente: telam
Compartir
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!