Además, tuvo por corroborado que los abusos tuvieron lugar entre julio de 2015 y marzo de 2018, en el domicilio conyugal del barrio privado. Para el acusador, el señor Contardi en oportunidad de estar en pareja con Prandi, durmiendo en la habitación del domicilio conyugal (...), en horas de la noche abusó sexualmente, en reiteradas oportunidades, ejerciendo amenazas y violencia física tomándola del cuello y del cabello por detrás y accediendo a ella carnalmente, ejerciendo violencia psicológica, diciendo que era su obligación tener relaciones sexuales por ser su mujer >El fiscal también remarcó el impacto duradero de esos episodios: “Julieta estaba en un grado de vulnerabilidad tal que era aprovechado por su pareja. Su vida fue un infierno”. Además, pidió la detención inmediata del acusado y valoró como agravantes la duración de los abusos y el daño a la salud psicofísica de Prandi, así como el perjuicio causado a los dos hijos en común.

A distancia, de manera virtual, también alegó el abogado Burlando, quien remarcó el carácter ejemplificador del caso y el impacto de los abusos sobre la salud de la modelo. “Lo que padeció Julieta la dejó con jirones de sentirse una esclava de un hombre en el que confió”, afirmó. Según Burlando, la víctima vivía con miedo constante: “Tenía terror de dormirse porque sabía que en ese estado iba a ser mucho más fácil atacada”.