08/08/2025
Las momias egipcias y el extraño auge de la “medicina caníbal” en Europa

Fuente: telam
El consumo de polvo de estos restos momificados, para tratar enfermedades, revela el lado más insólito de la historia médica, en la que la obsesión por Egipto llegó a influir en creencias y hábitos durante siglos
>Durante varios siglos, la medicina en Según detalla National Geographic, esta costumbre se asentó en ámbitos médicos, farmacéuticos y populares a través del viejo continente, impulsando una demanda constante de momias con fines terapéuticos. El atractivo de las momias no solo residía en su procedencia exótica. La creencia generalizada suponía que la preservación corpórea lograda por las técnicas El fenómeno de la llamada “medicina caníbal” no surgió de manera abrupta en la cultura europea. Su inicio puede rastrearse a una confusión lingüística y cultural. En el mundo islámico medieval, el término “mumia” refería a un asfalto natural de origen persa, valorado por sus posibles virtudes curativas. Cuando los textos médicos árabes que mencionaban la “mumia” comenzaron a traducirse en Europa en los siglos XI y XII, traductores poco precisos asociaron el término a sustancias extraídas de los cuerpos embalsamados de Egipto.
La idea de que partes del cuerpo humano podían servir para curar enfermedades no era desconocida antes de la llegada de la “momia” egipcia. Durante siglos, la medicina europea empleó prácticas que hoy locamente se calificarían de canibalismo médico. Los registros históricos muestran que se creía que la sangre de gladiadores podía aliviar la epilepsia; la grasa humana era utilizada en remedios caseros; y cráneos humanos formaban parte de preparados empleados por figuras tan relevantes como el rey Carlos II de Inglaterra, quien consumía las llamadas “King’s Drops”.
El auge por la “momia” terapéutica provocó una fiebre de negocios en Europa, transformando los mercados y la arqueología de Egipto. El saqueo de tumbas en el país africano aumentó sustancialmente: ya no se perseguían solo piezas de valor histórico o artístico, sino los propios cuerpos preservados. Comerciantes y saqueadores abastecieron el mercado europeo con momias auténticas y, ante la escalada de la demanda, recurrieron a imitaciones preparadas exprofeso.
Observadores de la época describieron técnicas para fabricar momias falsas: ladrones sustraían cadáveres, principalmente de criminales ejecutados o esclavizados, los embalsamaban rápidamente con sal y drogas y luego los secaban y pulverizaban. El polvo resultante se vendía en boticas y era recetado para un repertorio sorprendentemente amplio de dolencias. En muchos casos, los consumidores europeos ignoraban completamente el verdadero origen de estos supuestos “remedios milagrosos”.Aunque el escepticismo sobre la eficacia de la “mumia” fue ganando terreno entre médicos y científicos, la fascinación europea por las momias egipcias persistió. Durante la era victoriana, la “egiptomanía” se propagó por Inglaterra y otros países con fuerza renovada. Simbólicamente, el desembalaje público de momias se convirtió en evento de moda que trascendió hospitales y universidades para instalarse también en salones privados.
Fuente: telam
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