31/07/2025
De Waterhouse a estrella del atletismo: el recorrido de Shelly Ann Fraser Pryce y el anuncio de su retiro en Tokio

Fuente: telam
Por primera vez, la múltiple campeona olímpica y mundial confesó los detalles del episodio que la apartó de los Juegos Olímpicos de París 2024. ‘Probablemente estaba teniendo un ataque de pánico’, admitió en una entrevista con Marie Claire
>La consagrada atleta Durante un reportaje para la portada mensual de Marie Claire, primera vez compartió públicamente los motivos de su ausencia en París y, en medio de su vuelta, dejó claro que su legado irá más allá de los récords: “Ya no corro solo por medallas. Ahora, corro por mí y por todo lo que represento”.
En el pasado mes de mayo, Fraser-Pryce volvió a la escena internacional en laAsimismo, este regreso no es una revancha ni un esfuerzo por repetir el pasado. “Me encanta el punto en el que estoy en este viaje”, resaltó. Además, agregó: “No digo que sea fácil, porque no lo es. Pero cuando me miro al espejo, veo a una mujer fuerte y valiente que está a punto de hacer lo imposible”.El episodio de París 2024 marcó profundamente la trayectoria de la atleta. Por primera vez, relató los detalles de aquel día. Tras avanzar en las eliminatorias con un tiempo de 10,92 segundos, todo cambió en cuestión de minutos.“La alteración de mi rutina me pasó factura. Sentí ansiedad y calambres musculares. Probablemente estaba teniendo un ataque de pánico“, reconoció. Sobre la duda que atravesó, profundizó: “Soy una guerrera, una luchadora. Quería hacerlo por mi país, pero tuve que preguntarme: ¿qué es lo correcto para mí?”.
La decisión de no competir fue dolorosa. Regresó a su alojamiento, donde su hijo Zyon le preguntó: “Mamá, ¿por qué no corriste?”. Entre lágrimas, buscó consuelo en su familia durante unos días en Nueva York. “Me sentía rota, el apoyo de mi esposo me dio fuerzas”, recordó.La historia de Fraser-Pryce comenzó en Waterhouse, un barrio de Kingston golpeado por la pobreza y la criminalidad. Creció en un ambiente humilde junto a numerosos familiares, viendo a su madre trabajar como vendedora ambulante y a su abuela cultivar en el patio.El apoyo de Jeanne Coke, benefactora de la Wolmer’s Old Girls’ Association, fue fundamental: le brindó ayuda económica en una etapa clave. Su carrera despegó con títulos juveniles y, poco después, éxitos internacionales. Fue la primera mujer caribeña en colgarse el oro olímpico en 100 metros y la tercera más rápida de la historia.
El camino de la velocista estuvo marcado por pruebas personales. Una lesión en el pie condicionó su actuación en los Juegos de Río 2016 y obtuvo el bronce. Poco después, descubrió que estaba embarazada y ocultó la noticia, incluso a su madre. A propósito de ello, mencionó: “Ser mujer en el deporte implica desafíos adicionales. Cuando tu cuerpo es tu herramienta de éxito, un embarazo puede verse como el final de todo”.Su resiliencia inspira a otras mujeres atletas en Jamaica y todo el mundo. “Siempre pensé: nadie me va a regalar nada. Tengo que demostrar que me necesitan”, sostuvo la deportista, también conocida como “Pocket Rocket“, aludiendo a su pequeña contextura y gran velocidad.
Su compromiso social se concentra en la Pocket Rocket Foundation, que otorgó cerca de 100 becas académicas a estudiantes de secundaria en Jamaica. “Sé lo que se siente tener el sueño, pero carecer de recursos”, explicó. A su vez, también colabora con donaciones y actividades comunitarias.A sus 38 años, Fraser-Pryce desafía los estereotipos sobre la edad en la alta competencia. Con respecto a ello, afirmó: “Estoy ampliando la conversación sobre lo que significa ser una velocista femenina. Ahora tienen un modelo, porque yo lo hice primero”.
Fuente: telam
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