Lunes 28 de Julio de 2025

Hoy es Lunes 28 de Julio de 2025 y son las 00:25 ULTIMOS TITULOS:

27/07/2025

Samuel Doria Medina, candidato a presidente de Bolivia: “Cuando se conozcan los resultados de las elecciones, se va a formalizar que el MAS ya es el pasado”

Fuente: telam

En diálogo con Infobae, el aspirante por la alianza Unidad afirmó que se acerca el fin del dominio del Movimiento al Socialismo tras dos décadas, detalló su plan de gestión, y dijo que “lo más probable es que Evo Morales se vaya a refugiar a Cuba o a Nicaragua antes de que cambie el gobierno”

>El próximo 17 de agosto Bolivia celebrará unas elecciones en medio de una creciente crisis económica, social y política, con altos índices de inflación, desabastecimiento de productos, episodios de violencia y una encarnizada disputa por el poder en el partido de gobierno, el Movimiento al Socialismo. Pese a este complejo contexto que atraviesa el país, Samuel Doria Medina, candidato de la alianza Unidad, asegura que los próximos comicios marcarán “el fin del ciclo” del MAS tras dos décadas en el poder.

Las encuestas reflejan el desplome del oficialismo: el candidato del MAS, Eduardo del Castillo, apenas alcanza entre uno y dos por ciento de intención de voto. “Un diputado del MAS, hace tres semanas decía: ‘Tal vez tenemos que cambiar de candidato no para ganar sino para evitar perder la sigla’. Porque en Bolivia, si no se obtiene el tres por ciento de los votos, se pierde la sigla. Y el MAS está bajo ese riesgo”, explicó Doria Medina, quien encabeza los sondeos.

Ese ambicioso plan se llevará a cabo bajo el lema “100 días, carajo”, una consigna que, aunque muchos pensaban que se inspiraba en el presidente argentino Javier Milei, tiene raíces sociales e incluso se transformó en un símbolo de esperanza para muchos ciudadanos. Doria Medina recordó el grave accidente aéreo que sufrió en 2005 cuando era presidente de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) y el instante en el que soltó una frase -que luego se popularizó en el país- cuando se enfrentaba a la muerte: “Cuando se caía el avión y nos íbamos a estrellar, yo estaba viajando con el ejecutivo de la empresa cementera, y me di cuenta: ‘Si no sobrevivimos, no solamente va a afectar a nuestras familias, sino va a afectar a miles de familias’ (...) Con esa impotencia y al enfrentarme a la muerte, me salió muy adentro esta frase que yo dije ‘¡Carajo, no me puedo morir!’, que cuando se conoció se ha hecho muy conocida”.

La corrupción y la connivencia con el crimen organizado son otros de los flagelos que Doria Medina promete erradicar en caso de llegar a la presidencia. Al respecto, sostuvo que en las últimas dos décadas “los gobiernos de Bolivia han cohabitado con el narcotráfico”, y se refirió a los recientes casos del uruguayo Sebastián Marset y el líder del Primer Comando de la Capital (PCC), quienes permanecieron durante mucho tiempo en suelo boliviano. “Eso se va a acabar el primer día del próximo gobierno”, afirmó.

De cara a los comicios de agosto, el candidato de la alianza Unidad indicó que la diferencia de intención de voto entre la oposición y el oficialismo es tan amplia que resulta improbable un fraude. Sin embargo, el empresario desplegó una estructura de control electoral en todo el país, con especial énfasis en las zonas rurales, donde históricamente se han detectado irregularidades.

Consultado sobre los casos judiciales de la ex presidenta Jeanine Áñez y el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, Doria Medina dijo que con el nuevo gobierno “se van a acabar los presos políticos”. Asimismo, también se refirió a la orden de aprehensión que pesa actualmente sobre el ex presidente Evo Morales: “Hay una orden de la justicia, que tendrá que cumplirse”.

-Me gustaría empezar hablando del contexto actual de Bolivia. El país llega a las próximas elecciones en medio de una crisis económica, social y política, con inflación, escasez de productos básicos, hechos de violencia como los recientes bloqueos y una feroz interna en el partido del gobierno, el MAS, entre Evo Morales y Luis Arce. ¿Qué análisis hace de la actualidad del país, y cuál es su mirada de lo que fue este gobierno de Arce?

-En Bolivia no solamente va a cambiar el presidente en los próximos meses, sino que va a terminar un ciclo que comenzó el año 2006 y que ha durado veinte años. Ese ciclo está llegando a su fin y se va a iniciar un nuevo ciclo con el cambio de gobierno en noviembre. Es muy importante tener en cuenta que el partido de gobierno, el MAS, que ha dominado el escenario político, está en una crisis que podríamos llamar terminal. A tal extremo que un diputado del MAS, hace tres semanas decía: “Tal vez tenemos que cambiar de candidato no para ganar sino para evitar perder la sigla”. Porque en Bolivia, si no se obtiene el tres por ciento de los votos, se pierde la sigla. Y el MAS está bajo ese riesgo. En este momento, las encuestas muestran que el candidato oficialista tendría uno por ciento y en las encuestas más generosas le dan dos por ciento. El actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, que se pensaba que podía ser el candidato con más opciones y en algún momento aparecía como el primero en las encuestas, en este momento, justo después de haber anunciado su candidatura, ha tenido una caída muy importante y está en cuarto lugar en las encuestas. El partido oficialista está en serios problemas. Hay otra candidata que es la actual alcaldesa de la ciudad del Alto, Eva Copa, que yo creo que en este momento está meditando si se va a presentar o no, porque han hecho un partido nuevo que se llama Morena, y también en las encuestas está entre uno y dos por ciento. Entonces, hacer un partido nuevo con el esfuerzo que significa, para perder la sigla a los pocos meses, no tiene mucho sentido. En esta elección van a surgir nuevos actores políticos y se escucha en el Congreso que los propios militantes del MAS saben que no van a ser parte del próximo gobierno, y lo que aspiran es a tener un tercio de los parlamentarios para evitar un juicio de responsabilidades. El 17 de agosto en la noche, cuando se conozcan los resultados, se va a formalizar que el MAS ya es el pasado y va a haber un escenario muy distinto. Yo he viajado por todo Bolivia y hay realmente una profunda decepción acerca del MAS y hay mucha gente que dice que van a darle un voto castigo. Estoy hablando del área rural, porque la situación económica está realmente en una situación muy grave, tanto así que nos han hecho retroceder cuarenta años. Bolivia ha tenido una inflación de un solo dígito durante décadas, y era un ejemplo en Latinoamérica. Ahora que tengamos la inflación más alta del continente realmente hace que haya una profunda decepción de toda la gente que en su momento apoyó al MAS.

-Yo todavía considero que puede ser que lleguen a un acuerdo; no a un acuerdo tal vez de unidad total, pero se habla mucho de que están todavía conversando entre Evo y Eva, y puede ser que muchos dirigentes de Evo aparezcan como candidatos a diputados o senadores con Eva Copa. Yo no descartaría ese escenario. Y también en política todo puede suceder. Puede ser que se unan a último momento, pero incluso si se unen, sus posibilidades no son de muy buen augurio.

--El lema de su campaña es “100 días ¡carajo!”. Muchos pensaron que se inspiraba en el lema de Javier Milei en Argentina, pero no es así. ¿Puede contar la historia detrás de ese lema? ¿Y cuál es su plan de Gobierno en caso de ganar las elecciones?

-¿Y cuáles serán los ejes de su Gobierno en esos cien días?

-El problema económico de Bolivia es fundamentalmente un problema fiscal. Bolivia exportaba mucho gas a la Argentina, a Brasil… Hemos llegado a exportar seis mil millones de dólares anuales. Pero como el gobierno del MAS no destinó recursos a exploración y aumentar las reservas, se ha ido consumiendo ese gas y desde el momento en que empieza a bajar la exportación no corrigen los gastos, seguían gastando como cuando exportábamos seis mil millones, y desde el año 2015 que la economía boliviana tiene déficits importantes. Este año el déficit fiscal es superior al 10%. Eso, sin lugar a dudas, ha disparado la inflación, se ha consumido las reservas, el oro, los préstamos. No hay economía que aguante con un déficit de esa magnitud. Hay que corregir el déficit. Prácticamente la mitad de ese déficit son las subvenciones que se tiene a la nafta, a la gasolina y al diésel. En Bolivia cuesta veinticinco centavos de dólar un litro de gasolina o de diésel. Eso ya no beneficia a los bolivianos, sino que beneficia al contrabando, porque de acuerdo a las propias autoridades, más de un tercio de los combustibles salen de contrabando a los países vecinos. Inclusive los propios masistas se han acusado y han acusado que el mismo Arce está comprometido en ese tema. Ya no tiene sentido mantener esa subvención. Primero, porque no beneficia a los bolivianos. Segundo, porque hay una escasez tan fuerte y que hay que hacer fila días para poder cargar nafta. Entonces, una de las medidas que se ha vuelto imprescindible y que ya hay consenso de que hay que hacerlo, es eliminar esas subvenciones y poner un precio real. Con eso se resuelve la mitad del problema. La otra mitad tiene que ver con dos temas. Hay muchas empresas públicas que ha hecho el gobierno de Arce; ha gastado cuatro mil millones de dólares en hacer empresas sin estudios económicos. Han hecho barbaridades desde el gobierno de Evo Morales. Por ejemplo, han hecho un ingenio azucarero donde no hay caña de azúcar. Ese es un ejemplo, pero hay muchas empresas que han hecho sin ningún estudio, empresas ubicadas en el lugar equivocado y una buena parte del déficit se genera porque el Banco Central les tiene que prestar dinero hasta para que paguen solos. No queda otra que cerrar muchas de esas empresas. Y hay un tercer componente del déficit que hemos descubierto. Hay ochenta y dos millones para celebraciones y fiestas políticas. Y no estoy hablando de fiestas cívicas o la parada militar, sino celebraciones políticas. Y millones para autos nuevos, celulares, viajes. Hemos anunciado que en las primeras cien horas del gobierno vamos a cortar todo ese tipo de gastos. Una vez que se resuelva ese tema fiscal, que hay que hacerlo rápidamente, Bolivia va a retomar la capacidad de prestar recursos. Los exportadores, cuando vean que vuelve la normalidad, van a empezar a traer sus dólares y los propios bolivianos que ahorran debajo del colchón; se estima que en Bolivia hay como diez mil millones de dólares en el “colchón bank” que también empezarán a a entrar a la economía una vez que se retome la confianza.

-Recién explicaba cómo el contrabando se beneficia de esta situación. En América Latina una de las principales preocupaciones en los últimos tiempos es la expansión del crimen organizado y el narcotráfico. Usted también se refirió a las acusaciones cruzadas dentro del mismo MAS de vínculos con el narco. ¿Qué postura tiene ante esta situación, que también es foco de preocupación y tensión en la frontera con Argentina?

-En el comienzo de la entrevista se refirió al fin del ciclo del MAS después de dos décadas. Hemos visto una campaña bastante particular, tensa, con hechos de violencia; en los últimos días se conoció una campaña de desinformación contra usted y contra Jorge Quiroga. ¿Confía en que haya transparencia el día de las elecciones o teme que pueda haber un intento de fraude?

-El ex presidente Evo Morales tiene una orden de aprehensión. Sin embargo, sigue libre. ¿Por qué cree que está en libertad todavía?

-¿Si usted llega a la presidencia qué haría con estos casos: tanto los de Áñez y Camacho, como con el de Evo Morales?

-Mucho se especula con una posible campaña de desestabilización promovida por el ex presidente y sus sectores afines, independientemente de quién sea el ganador de las elecciones…

-¿Qué fue Evo Morales para Bolivia?

-Cuando mencionó un posible exilio de Evo Morales, mencionó a Irán. En los últimos años generó mucha preocupación un acuerdo de defensa entre Bolivia e Irán, sobre todo por sus conocidos vínculos con grupos terroristas como Hezbollah, que tiene una fuerte presencia en la región como en la Triple Frontera. ¿Qué hará usted con este acuerdo y cuál será su postura ante el régimen iraní?

-¿Qué opina de esos regímenes latinoamericanos que acaba de mencionar?

-Para terminar, entre esos países vecinos que se refiere se encuentra Argentina. A principio de año generó un poco de tensión y malestar el anuncio de una posible construcción de un alambre en la frontera. ¿Qué posición tiene al respecto y qué relación intentará tener con el actual gobierno de Milei?

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!